El equilibrista Nik Wallenda cruzó el 23 de junio en la cuerda floja el desfiladero del río Pequeño Colorado en el noreste de Arizona, una distancia de 400 metros (437 yardas).
Wallenda realizó su hazaña por la tarde sobre un cable de acero de 5 centímetros (dos pulgadas) de grosor, 457 metros (1.500 pies) por encima del río en la Nación Navajo cerca del Gran Cañón. No traía un arnés de seguridad.
Le llevó apenas más de 22 minutos, en los que hizo una pausa en 2 ocasiones en las que los vientos movieron los cables.
“Gracias Señor. Gracias Dios por tranquilizar ese cable”, afirmó luego de unos 13 minutos de haber comenzado la caminata aérea.
Wallenda caminó lentamente durante toda la ruta, murmurando oraciones a Jesús casi constantemente. En los últimos pasos trotó y saltó.
El evento fue transmitido en vivo por el Discovery Channel .
Wallenda le dijo que tras la caminata que los vientos, que se había pronosticado serían de hasta 48 kilómetros por hora (30 mph) fueron en ocasiones “imprecedibles” y que el polvo se había acumulado en sus lentes de contacto y alrededor de éstos.
“Hubo mucho más viento y me tomó mucho esfuerzo mantener la concentración”, dijo.
Wallenda, de 34 años, es un equilibrista de séptima generación y parte de la célebre familia circense “Flying Wallendas”, un clan que ha perdido miembros en sus peligrosas acrobacias.
Su bisabuelo, Karl Wallenda, se cayó durante una actuación en Puerto Rico a los 73 años de edad y falleció. Varios otros familiares, incluyendo un tío y un primo, murieron en circunstancias similares.