Por Sergio Pérezgrovas
—¿Qué haces ahí en la ventana, papi?
—Ventaneando mi’jita, ventaneando…
Fue un 22 de enero de 1996 cuando empezó la primera transmisión del programa Ventaneando bajo la producción de Carmen Armendáriz, una de las mejores productoras de contenido de la televisión mexicana.
Ella, también hija de Pedro Armendáriz, le llevó la idea a Pati Chapoy sin imaginar que desde su lanzamiento sería un éxito seguro.
Pati fue la encargada de darle nombre. Ella dice que fue a visitar a su papá una tarde y él se encontraba en el dintel de una ventana. Ella le preguntó:
—¿Qué haces, papi?
—Aquí, ventaneando, mi’jita.
La mancuerna Armendáriz-Chapoy dio frutos. El programa se posicionó como el más gustado en muy poco tiempo. Yo me incorporé una semana después de la primera emisión. Necesitaban un director de cámaras y yo tenía otro programa con Pati que se llamaba En medio del espectáculo. Ese programa era diferente: no criticaban a los actores per se. En Ventaneando se buscaban errores de los programas de televisión: fueran novelas, deportes o noticias. No se discriminaba a ninguna empresa: lo mismo se criticaba a las otras televisoras como a nosotros mismos.
Carmen trajo a un conocedor de la tele. En su vida había participado en ningún tipo de televisión, pero le encantaba verla. Me refiero al querido Pedrito Sola. A este se le sumaron dos periodistas: Juan José Origel y Martha Figueroa. Este cuarteto acabó con el tabú de no criticar al star system, creado fundamentalmente por lostelevisos.
Se cambió la manera de hacer periodismo de espectáculos. Fue un parteaguas en la televisión nacional. Tanto que hasta la fecha perdura, aunque ha sufrido muchos cambios, tanto en la producción como en la conducción.
Pati ha sabido mantenerse en el gusto del público durante 24 años. Estoy agradecido con la vida por haber trabajado alrededor de doce años con ella; ahí aprendí parte de lo que soy como gente de televisión.
Enhorabuena y que vengan muchos más.
La tele
Tris fue noticia en el famoso programa de Pati Chapoy. A la periodista le robaron su casa de una manera por demás ingeniosa, mientras ella se encontraba de vacaciones con su marido. Llamaron por teléfono a su casa y le dijeron a Petra (la mujer que trabaja con Pati) que a esta la tenían secuestrada y que si no sacaba una maleta con joyas, relojes, dinero y objetos de valor la iban a matar. Petra hizo lo propio: subió al cuarto, sacó las joyas, las monedas, las plumas de colección de Álvaro (el marido de Pati) y todo lo que había de valor; salió a la entrada de la zona residencial y entregó la maleta. Cuando Pati se enteró ya era demasiado tarde. Tris sabía de una banda de colombianos que tenían ese modus operandi. Lo malo es que le avisaron demasiado tarde. Lo único que pudo rescatar fue una par de mancuernillas, unas plumas y un anillo de Pati.