México, 27 Jun.- Con entereza y resignación Gundy Becker, esposa de Gualberto Castro, señaló que el fin del cantante se acerca, pues el reporte médico no es nada alentador sobre el estado de salud del intérprete de La felicidad.
En declaraciones a los medios afuera del hospital de los actores en la Zona Rosa de la Ciudad de México, añadió que todo dependerá de la reacción de su marido al tratamiento. “Su cuerpo está tan cansado, que difícilmente podrá sobreponerse, nos dijeron los médicos que lo atienden”.
Dejó entrever que la vida de Gualberto se apaga, pues los doctores la asustaron al decirle que la presión sanguínea bajó a 50/30, y está en un punto muy crítico. “No sé si hoy se nos va, porque ayer en la noche se puso grave y pese a ello está en paz, no está sufriendo”.
Abundó que este miércoles alcanzó a abrir los ojos, “pero desde anoche dejó de responder, incluso ya no le pusieron el medicamento para que pudiera dormir y sólo tiene la música de Tony Bennett”.
Gundy puntualizó que no trata de ser amarillista y aunque está muy tranquilo, “los doctores nos indicaron que ya se acerca el momento, por eso estamos pendientes de lo que pudiera venir”.
“Lamentablemente esta situación ha durado tres meses y lo único que hemos visto es que Gualberto es un pichón y un guerrero. Sólo les diré algo, aunque él abandone su cuerpo siempre va a permanecer en el corazón de todos los enamorados de México”.
Sin contener las lágrimas, Gundy subrayó: “Ya es inmortal y eso es una bendición, porque no cualquiera logra eso; de hecho ha venido un amigo sacerdote a hablar con él de manera constante”.
Refirió que el religioso le dijo: “Tú ya estás vestido de smoking para irte al cielo”. La esposa del intérprete de Hasta que vuelvas, Te quiero todavía y Qué mal amada estás, por mencionar algunas, estuvo acompañada de Mónica Castro, hermana del cantante y quien desde hace unos día prepara un homenaje al artista.
Reconoció que es un momento muy triste, pero trata de no ser alarmista y amarillista, porque antes de cualquier emoción siempre ha mantenido la fe y la esperanza.
“Él sigue con suero y tranquilizantes para paliar los dolores que le causa el estar mucho tiempo acostado. No puedo decir qué tiempo seguirá con vida, pero de que está delicado, lo está”, insistió.