Caracas, Venezuela, 28 de enero de 2019.- La Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC) asignó a Panamá la sede de la próxima edición de la Serie del Caribe 2019 tras retirar el evento a Venezuela ante las tensiones políticas que sacuden ese país y la ruptura de relaciones entre Caracas y Washington.
El comisionado de la confederación, Juan Francisco Puello, indicó que la llamada pequeña serie mundial del béisbol caribeño se disputará del 4 al 10 de febrero en el estadio Nacional Rod Carew de Ciudad Panamá.
“Van a ser seis equipos salvo que ocurra un inconveniente imprevisto, como es lógico, incluyendo a Panamá”, dijo Puello. Estaba previsto que Panamá se incorporase a la Serie del Caribe el próximo año.
“Fue muy duro para nosotros, pero realmente hemos logrado armar lo que es esta edición de la Serie del Caribe”, acotó el comisionado caribeño, destacando que “ya están trabajando codo a codo” con las personas que han nombrado en Panamá para organizar este evento.
El anuncio se produjo un día después que la oficina del comisionado de la confederación caribeña retiró la sede de la Serie del Caribe a la ciudad occidental de Barquisimeto.
En previsión además “hemos preparado también un calendario con cinco y seis equipos, en caso que por alguna razón, alguna de estas ligas o estos equipos, no puedan participar”, resaltó.
“Ha habido una premura, pero eso no va a bajar la calidad de lo que es el torneo”, agregó el comisionado. “Fue un evento traumático encontrar una sede alterna, pero gracias a Dios el trabajo dio sus frutos. Hemos aprendido una lección: Tenemos más plazas de las que considerábamos anteriormente”.
La Serie del Caribe reúne a los campeones del beisbol invernal de México, Puerto Rico, República Dominicana, Cuba y Venezuela. Panamá, como país anfitrión, regresa al evento del que formó parte entre 1949 a 1960 durante la llamada primera etapa del torneo, que tuvo final luego que el ahora fallecido presidente cubano Fidel Castro prohibió el deporte profesional en la isla.
Panamá fue el anfitrión en los torneos de 1952, 1956 y 1960, mientras el equipo panameño Carta Vieja Yankees se coronó en 1950 en Puerto Rico.
Cuba, por su parte, regresó al clásico del Caribe tras 54 años de ausencia.
Horas antes, el gobierno del presidente Nicolás Maduro condenó la decisión de la Confederación de retirar a Venezuela la sede y acusó al organismo de ceder a las presiones de Grandes Ligas que, según las autoridades venezolanas, se suman a las acciones de Estados Unidos para derrocar al mandatario socialista.
El ministro de Juventud y Deporte de Venezuela, Pedro Infante, indicó que la decisión de la CBPC “obedece a las presiones generadas por la Major League Baseball (MLB) como una acción que se suma al golpe de Estado contra nuestra patria dirigido en el gobierno de Estados Unidos para derrocar a un gobierno legítimo y constitucional”.
En rueda de prensa, el ministro venezolano aseveró que la Serie del Caribe podía realizarse “sin ningún inconveniente” en el país, pese a la escalada de las tensiones políticas en Venezuela y la ruptura de relaciones entre Caracas y Washington.
“No es correcto politizar un evento como este, luego de que se han realizado diversos eventos deportivos de carácter internacional en el país” en días recientes, como el partido por la Copa Libertadores de futbol entre el local Deportivo La Guaira y el Real Garcilaso de Perú, enfatizó.
La MLB recomendó “en los términos más enérgicos” que los jugadores y demás personal de los clubes no viajen a Venezuela para el campeonato regional, que debía disputarse en territorio venezolano entre el 2 y 9 de febrero.
Al explicar las razones que llevaron a la CBPC al tomar la decisión, se señaló como uno de los argumentos la situación de tensión política que enfrenta Venezuela reconocida por el Ejecutivo que ha denunciado un golpe de Estado. La organización sostuvo que tales hechos “escapan al control e influencia” de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y del comité organizador del torneo.
Además la organización subrayó que la decisión de Venezuela de romper relaciones con Estados Unidos representa una “imposibilidad material de obtener visas de entrada” al país suramericano para los estadounidenses que forman parte de la mayoría de los equipos eventualmente participantes en el campeonato caribeño.
Es la segunda ocasión consecutiva que a Venezuela le retiran la sede del torneo caribeño.
Barquisimeto iba a ser anfitriona del torneo en 2018, pero la confederación le arrebató la sede por la anterior agitación política en Venezuela y la reprogramó para este año. Las dos ediciones previas se han disputado en las ciudades mexicanas de Culiacán y Guadalajara.
Los Cardenales de Lara, que el domingo conquistaron su quinto título de campeones del béisbol venezolano al superar a los Leones del Caracas en cuatro juegos de una serie final pautada a un máximo de siete encuentros, tendrán todo el apoyo de las autoridades venezolanas para acudir a la serie, resaltó el ministro.
Desde el gobierno “todo el apoyo necesario a los campeones, para que participen en la cita donde se defina efectuarse”, reiteró Infante.
Los otros cinco equipos participantes son los Leñadores de Las Tunas, de Cuba; Estrellas Orientales, de República Dominicana; Cangrejeros de Santurce (Puerto Rico) y Toros de Herrera (Panamá). El representante de México surgirá entre los Charros de Jalisco y los Yaquis de Ciudad Obregón, serie por la Liga Mexicana del Pacífico que se reanuda el lunes con los Charros en ventaja de 3-2.
Las autoridades añadieron que están evaluando sus opciones para exigir que sean compensadas las pérdidas ocasionadas con el retiro de la sede.
Más de 23 millones de euros fueron destinados por la corporación estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) para la organización del evento, acotó el ministro.