Por: Federico González
Raúl Bringas Nostti. Anti Historia de México. Miguel Ángel Porrúa. 489 pp.
No hay historia sin mitos; sin héroes, sin villanos. El problema viene cuando alrededor de estos se construyen discursos de bronce, episodios y personajes alejados de cualquier dimensión humana, usados en función de la ideología del gobierno o incluso del académico en turno. En México los ejemplos abundan.
Quienes simpatizan con la izquierda enaltecen la labor de Zapata, Villa, Cárdenas… Quienes tienden a la derecha los denuestan y simpatizan más con Iturbide o Madero.
No son muchos los investigadores que consiguen separarse de las etiquetas para armar un discurso, no objetivo, pero sí subversivo. Uno de ellos es Raúl Bringas Nostti.
Académico de la Universidad de las Américas, propone una lectura de la historia nacional subversiva y polémica. Influenciado por el filósofo griego Diógenes de Sínope, también conocido como El cínico, escribe Anti Historia de México.
Su propuesta es todo menos complaciente. Inicia con las culturas prehispánicas y culmina en los setenta del siglo XX, cuando la resaca del milagro mexicano y el 2 de octubre de 1968 anticipaban una crisis de la que aún no salimos.
Sin dejar títere con cabeza, Bringas habla de las civilizaciones precolombinas y no vacila en calificarlas de crueles. No escatima su conocimiento, pero no enarbola la bandera indigenista. Sigue con la lucha por la independencia y la explica como una movilización que obedeció a intereses de gente como Miguel Hidalgo, más que a una vocación emancipadora. Varia de su información no es desconocida, pero su interés tampoco es descubrir el hilo negro, sino desacralizar la historia oficial.
Sobre Antonio López de Santa Ana escribe que no era más que el reflejo de México y si bien no lo reivindica, sí explica sus contradicciones.
Raúl Bringas propone una “historia cínica”. No cuestiona a los héroes sino el uso del poder. A Benito Juárez y a Lázaro Cárdenas no les escatima logros, pero tampoco sus vicios autoritarios y tiránicos. Los capítulos sobre el oaxaqueño y el michoacano son de los más polémicos. Justo si algo caracteriza a nuestros “héroes patrios” es su sesgo antidemocrático.
Anti Historia de México ofrece una lectura discutible, sin duda, en su interpretación, pero bien documentada y que aporta como su principal virtud la posibilidad de redescubrirnos desde una posición más crítica y que refresca a un nicho bastante alejado del lector de a pie.
Bringas Nostti abre la puerta a un debate del cual podría salir algo interesante. Veremos qué reacciones genera.
Otro título de Bringas es La regeneración de un pueblo pestilente: la anexión de México a Estados Unidos, 1840-1848.
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