México, 9 May.- El pintor, grabador y escultor Antonio González Orozco lamentó el fallecimiento del pintor mexicano Rafael Coronel y destacó la importancia de su obra, la cual dijo, es ejemplo para los nuevos creadores.
Con la voz cortada por la emoción y los ojos humedecidos por las lágrimas de amistad, dijo que “le entristeció la noticia del sensible fallecimiento de Rafael Coronel, a quien de inmediato calificó como “un estimable compañero en los sinuosos caminos del arte pictórico, tan contaminado por el arribismo y la simulación en los años recientes”.
Autor del mural Juárez, símbolo de la República que se localiza en la Sala de Carruajes del Castillo de Chapultepec, obra realizada en 1972 en ocasión del centenario luctuoso del Benemérito de las Américas, misma que ha sido reproducido 117 millones de veces en los Libros de Texto Gratuitos y otras plataformas electrónicas e impresas, añadió:
“Rafael Coronel fue un artista emérito de la vieja guardia que hoy nos toma la delantera. Deja tras de sí un importante legado como ejemplo de serenidad y profesionalismo para las nuevas generaciones de mexicanos con vocación hacia la pintura. Descanse en paz”, alcanzó a musitar antes de que la tristeza le impidiera seguir articulando palabras.
Sin conocer a ciencia cierta el estado financiero del maestro Rafael Coronel, González Orozco se refirió enseguida a la urgente necesidad de que los artistas mexicanos cuenten con una suerte de seguro médico gubernamental que les deje vivir dignamente en sus años de madurez y, en su caso, dejar a sus familiares con una tranquilidad económica.
En ese sentido, calificó como “acertado” el proyecto de la Secretaría de Cultura federal para garantizar atención médica y asistencia social adecuada a los artistas mexicanos que lo requieran.
“Me congratulo porque la secretaria Alejandra Frausto sepa que muchos artistas en todo el país lo requieren. Ojalá se realice en el corto plazo”, subrayó.
El pasado 27 de marzo, Frausto informó que aunque no existe un censo nacional sobre el número de artistas enfermos, adultos mayores y sin seguridad social ni médica alguna, la Secretaría de Cultura federal ve en ese sector de la población un pendiente por resolver.