En un inicio el principal origen de la lluvia ácida eran los contaminantes ácidos en la atmósfera por el carbón que se utilizaba como combustible en las ciudades, ahora los fertilizantes en el sector agrícola son la principal causa.
El origen de la lluvia ácida ya no es por el azufre, sino por los óxidos de nitrógeno usados en los fertilizantes, indicó el director del Programa Nacional de Deposición Atmosférica de Estados Unidos (NADP, por sus siglas en inglés), David A. Gay.
El investigador explicó que el sector agrícola los emplea para acelerar la cosecha de maíz para que esta sea abundante.
“Antes se trataba de proteger la fuente de comida y la industria alimentaria nos apoyaba, pero ahora que les decimos que ellos son la fuente de lluvia ácida ya no les gusta tanto”, señaló Gay.
El directivo mencionó que se comprobó un cambio en los elementos primordiales de la lluvia ácida, ya que los sulfatos se transformaron en óxidos de nitrógeno que en gran parte provienen de los fertilizantes.
También aumentó el amoniaco procedente de fertilizantes y del confinamiento de los animales, además del sodio, cloro y bromo que componen los herbicidas, puntualizó el investigador.
La lluvia ácida puede producir daños severos en los ecosistemas terrestres y acuáticos, así como un deterioro indirecto en la salud humana por el consumo de peces o agua contaminada.
Además, la contaminación ácida deteriora los monumentos históricos y culturales, al grado de que existen casos donde las ruinas en su totalidad desaparecieron a causa de este fenómeno, aseguró el especialista.
De acuerdo con estudios del investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, Humberto Bravo Álvarez, El Tajín, en Veracruz, es una zona arqueológica con daños importantes a causa de la lluvia ácida.