Por Ricardo Pérez Valencia
En Texcoco, estado de México, algunos pobladores, por iniciativa propia, se han organizado para realizar programas con el fin de evitar que muera su lengua materna: el Náhuatl.
El mejor ejemplo son cuatro pueblos de la montaña de Texcoco: Santa Catarina del Monte, Guadalupe Amanalco, Santa María Tecuanulco y San Jerónimo Amanalco, que se han unido para realizar un programa de revitalización de la lengua.
El coordinador del proyecto Jesús Yohualli López, indígena texcocano, señala que en esos pueblos “hay una cantidad significativa de hablantes y todavía se llega a escuchar el náhuatl, pero se escucha en la intimidad familiar, no en lo público; en lo público se habla español”.
El principal fin del proyecto, dice, es el fomento a su uso en todos los ámbitos de la vida social, económica, laboral, política, cultural y religiosa. “Hemos logrado avanzar en una etapa de sensibilización en las comunidades, ya que es importante que nos hagamos cargo de nuestra lengua porque todavía se conserva pero no la usamos. Por eso nuestro proyecto se llama Usar una lengua para aprenderla, aprender una lengua para usarla”.
La presencia de los hablantes indígenas en los medios de comunicación también es importante, pues permite hacer uso de sus derechos lingüísticos. “También estamos trabajando en la parte de la comunicación en un proyecto de una radiodifusora en lengua náhuatl. Será una herramienta muy relevante porque la materia prima será la palabra”, agrega el profesor Yohualli.
En las 2,260 estaciones de radio que existen en nuestro país pocos espacios están destinados a difundir la diversidad lingüística y cultural de los pueblos indígenas: sólo 21 estaciones del Sistema de Radiodifusoras Culturales Indigenistas que operan la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y los Sistemas Estatales de Radio y Televisión. Sin embargo, la normatividad en materia de radio y televisión no ha hecho posible que se otorguen permisos para el uso de frecuencias operadas por los propios miembros de comunidades indígenas y que tengan contenidos culturales y lingüísticos para ellos mismos.
Uno de los colaboradores en el proyecto, el lingüista Francisco Javier Félix Valdez, expresa que “nuestro objetivo es la revitalización de esta lengua, y para lograrlo impulsamos la formación del Temachtihke, el maestro, en la lengua y cultura náhuatl. Ya tenemos a uno de los estudiantes dando clases de esta lengua en la preparatoria de San Jerónimo”.
También asesor del programa, el maestro Félix Valdez agrega que como los pobladores de esta parte de Texcoco es necesario continuar trabajando en la incorporación de acciones que hagan valer los derechos de otras poblaciones indígenas a la educación, así como ahondar en el conocimiento, reconocimiento, valoración y promoción de la riqueza multicultural de México.
Hablantes
En nuestro país existen en la actualidad 68 lenguas nativas pertenecientes a once familias lingüísticas con 364 variantes.
Esta gran diversidad lingüística nos sitúa entre las 10 naciones con más lenguas indígenas en el mundo. Sin embargo, 64 variantes lingüísticas están en muy alto riesgo de extinguirse.
De acuerdo a cifras del INEGI, en la actualidad 15.7 millones de mexicanos se reconocen como personas indígenas, de los que 6.9 millones hablan una lengua nativa y de estos un millón 100 mil no hablan español.
A pesar de los embates de la discriminación y la marginación, casi 7 millones de mexicanos no han dejado de usar sus idiomas originarios y conservan la voluntad y decisión de fortalecerlos, pero la discriminación a la que han sido sujetos durante 500 años ha llevado a la mayoría a esconder su lengua y dejar de usarla, propiciando así el riesgo de la extinción.
Para la atención de esta problemática se decretó en 2003 la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas y la consecuente creación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), cuyo objetivo primordial es impulsar estrategias de revitalización lingüística a nivel comunitario en lenguas con muy alto riesgo de desaparición.