CURIOSITY Y CIENTÍFICO MEXICANO DESCUBREN NITRÓGENO EN MARTE

Para colonizar Marte se requerirá que se produzcan sembradíos y se cosechen frutos y vegetales.

Redacción
Todo menos politica
Foto: Especial
Foto: Especial

Luego de 17 años de trabajo experimental con el vehículo robot Curiosity de la NASA el científico Rafael Navarro González devela que “en Marte hubo una condición favorable para el florecimiento de la vida y también puede ser habitable para los humanos en el futuro”.

Único mexicano que participa en la misión espacial Mars Science Laboratory e investigador de la UNAM sobresale por sus estudios de la atmósfera y el suelo en Marte, además de diseñar diversos experimentos de química cuyo objetivo es encontrar si hay compuestos orgánicos.

“En estos años el robot se ha desplazado por el cráter Gale y se ha encontrado sobre la superficie seca de lo que fue un lago con evidencia de lo que al parecer fue un arrollo por donde fluyó agua, posiblemente apta para el consumo humano”, relata.

De acuerdo con el asesor científico de la NASA el Curiosity ha aportado pruebas de la existencia de agua líquida en el pasado de Marte, así como de todos los ingredientes para la vida: hidrógeno, carbono, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre.

Hace unos días el doctor Navarro reportó la presencia en suelo marciano de altos niveles de nitrógeno en forma de nitratos, que pudo servir de alimento para seres vivos del pasado.

Ahora se sabe que este fenómeno se originó por una atmósfera rica en hidrógeno que por procesos como colisiones de asteroides, relámpagos volcánicos y rayos ultravioleta convirtieron el nitrógeno molecular en nitrato o amoniaco.

“Conforme pasó el tiempo hubo menos hidrógeno y esto podría haber creado la extinción de vida en Marte”, dedujo el especialista.

“Todo apunta a que las condiciones fueron favorables al florecimiento de la vida. Sin embargo todavía no encontramos ninguna evidencia de un organismo vivo”, compartió.

El hallazgo de nitratos en el suelo marciano hace factible la posibilidad de que puedan ser usados de alimento para humanos que viajen a Marte en un futuro.

El doctor en Química por la Universidad de Maryland, Estados Unidos, abundó: “Para colonizar Marte se requerirá que se produzcan sembradíos y se cosechen frutos y vegetales; y para eso se necesita fertilizante. El nitrato es una forma de fertilizante que podría servir a los futuros pobladores del planeta rojo”.

El robot Curiosity se lanzó el 26 de noviembre del 2011 en un cohete Saturno V desde Cabo Cañaveral, Florida, y después de una travesía de ocho meses y medio descendió exitosamente, el 5 de agosto de 2012, en el cráter Gale, en el ecuador marciano. Desde esa fecha ha analizado la atmósfera y la superficie (suelo y piedras) y ha recorrido doce kilómetros durante seis años, en los que ha perforado 17 rocas, que examina mediante el Analizador de Muestras en Marte (SAM, por sus siglas en inglés) que lleva en su interior.

SAM logra calentar las rocas a una temperatura superior a 800 grados centígrados para así liberar gases que permitan identificar minerales presentes en ellas.

Precisamente ahora, desde su laboratorio en la UNAM, el doctor Navarro efectúa experimentos que permiten entender los resultados arrojados por Curiosity.

Entre otras búsquedas el investigador ha recreado distintas atmósferas de Marte en el pasado. Con ello se descifra el mecanismo de producción de los nitratos en el planeta rojo, a qué temperatura se descomponen y de qué tipos de nitratos o nitritos se trata. Entre los 17 peñascos pulverizados se observó que la concentración de este compuesto nitrogenado fue mayor en las rocas más antiguas.

Entusiasmado por sus hallazgos el científico de 60 años subraya la importancia del nitrógeno y del hidrógeno para la vida: “Si soñamos alguna vez con tener vida sustentable en Marte necesitamos que existan estos componentes”.

En una comparación entre la Tierra y su vecino más cercano Navarro indica que probablemente la vida surgió más o menos al mismo tiempo en ambos planetas, hace entre tres mil 250 y tres mil 800 millones de años.

Si bien en el planeta Tierra la vida microscópica evolucionó, en el caso de Marte sigue existiendo la gran incógnita de qué ocurrió con aquellos seres vivos.

Una de las respuestas podría ser que estos se adentraron en el subsuelo marciano “cuando la atmósfera de Marte se perdió por completo y se enfrió”.

Vida en el Universo

Curiosity seguirá en lenta marcha sobre lo que fue un lago hace tres mil 200 millones de años y ascenderá por la montaña Sharp: se detendrá en un paraje de arcillas ricas en silicio que tiene la propiedad de absorber materia orgánica.

“En esa zona tenemos la mayor probabilidad de detectar compuestos orgánicos; el robot se quedará ahí de manera permanente ya que obtendremos una mayor cantidad de información y resultados más impactantes”, anticipa el especialista en ciencias planetarias.

De los motivos que animan su labor científica el doctor Navarro recuerda cuando era niño y estaba loco de alegría por el viaje del hombre a la Luna: el alunizaje del Apolo 11 “me hizo pensar si podría haber vida fuera de la Tierra”.

Hoy, cinco décadas después, considera “un error pensar que la vida en la Tierra es un ejemplo único. Creemos que la biología debe ser universal: lo único que necesitamos es encontrar ese ejemplo de vida. Puede haber vida microbiana en Marte y en Europa, una luna de Júpiter. Fuera del sistema solar hay posibilidades muy altas de vida microbiana, superior e inteligente en otros planetas que rodean otras estrellas. Es tan probable la vida en otros cuerpos celestes, que incluso no dudo de la existencia de otros seres inteligentes con tecnología avanzada haciéndose la misma pregunta en los confines del Universo”, remata.

Vida en exoplanetas

La vida florece en nuestro planeta por la distancia de la Tierra al Sol, lo cual permite que el agua se encuentre en estado líquido y además sin demasiada radiación solar.

Gracias a nuevos telescopios se han encontrado 47 exoplanetas que se ajustan a este perfil y son potencialmente habitables.

Exoplanetas conocidos: más de tres mil 800.

Exoplanetas por descubrir: se calculan cuatro mil 400.

Fuentes: Laboratorios de Habitabilidad Planetaria, Abel Méndez, NASA y Universidad de Puerto Rico en Arecibo.