La Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) desarrolla sistemas de lombricultura para que se utilicen como fuentes de biofertilizantes orgánicos en las zonas áridas de la entidad.
El estado se caracteriza por tener poca vegetación y lluvia, y tiene menos de 1% de materia orgánica en los suelos, lo que significa que la actividad agrícola es baja, dijo el jefe Campo Agrícola de la UABCS, Raúl Murillo Marcial.
“Si utilizamos el humus de lombriz estamos adhiriendo parte de la materia orgánica que ocupan los cultivos y generamos una alternativa para la agricultura orgánica”, explicó el investigador.
El nuevo sistema biotecnológico que se desarrolla se constituye por una amplia comunidad de organismos, sobre todo lombrices rojas californianas, las cuales son agentes biológicos que a través de la ingesta reciclan residuos orgánicos biodegradables.
El investigador dijo que tales residuos, como el excremento de ganado, dan como fruto de su ingestión biofertilizantes orgánicos.
De esta forma, las lombrices rojas californianas participan en la fertilización, aireación, formación del suelo y es posible obtener materia orgánica muy estable en un tiempo corto para su uso inmediato en la agricultura.
El investigador comentó que la UABCS opera una posta zootécnica en donde se genera materia orgánica, como el estiércol en las unidades pecuarias de bovinos, porcinos y caprinos; estos desechos serán usados para la lombricultura y de esta forma se busca erradicar un foco de contaminación.
Precisó que según datos proporcionados por la UABCS estos organismos utilizan 40% de lo que comen para nutrirse y 60% lo convierten en composta.
“La técnica para el reciclado de excrementos requiere un precomposteo que consiste en el movimiento de la materia orgánica durante siete días, proceso que tiene por objetivo enfriar dicha materia”, sostuvo.
El investigador puntualizó que en la actualidad expanden el lombricario, que tendrá una dimensión de mil 200 metros cuadrados y alojará 16 piletas de lombrices, donde se depositará una tonelada y media de estiércol de la que se obtendrá una tonelada de humus.
Además, se obtendrán de forma semanal diez mil litros de lixiviado, mismo que cumple con los requisitos de microelementos indispensables para cultivar plantas.