El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una condición neuro-siquiátrica causada principalmente por factores genéticos, aunque también influyen en su desarrollo aspectos como la educación y las experiencias traumatizantes.
Puede manifestarse en dos etapas de la vida: en la primera, en la niñez, de los 10 a los 15 años; y en la segunda, en la adultez, de los 20 a los 25 años, explicó el jefe de Siquiatría Comunitaria del Hospital Siquiátrico Fray Bernardino Álvarez, Alberto López Díaz.
El especialista resaltó que en México entre 1.5 y 5% de la población padece el Trastorno Obsesivo Compulsivo. Sin embargo, 99.9% puede recuperarse de manera total mediante la aplicación correcta de los tratamientos farmacológicos y siquiátrico, afirmó.
López Díaz argumentó que resulta fundamental detectar de manera oportuna el TOC para que el tratamiento produzca efectos positivos en la salud del paciente. Por ello es necesario mantenerse alerta sobre las señales de alarma que indican su presencia.
La sintomatología se caracteriza por presentar preocupaciones, miedos excesivos y conductas compulsivas en respuesta a ello, así como incapacidad para realizar actividades cotidianas.
Sin el tratamiento oportuno, agregó, la vida social y las labores diarias del paciente pueden resultar afectadas e incluso poner en riesgo su vida, porque este trastorno se asocia con depresión, lo que en múltiples ocasiones provoca el suicidio.
El especialista puntualizó que el tratamiento varía de acuerdo a la gravedad del trastorno, pero generalmente se utilizan fármacos que disminuyen la ansiedad y depresión del enfermo. También recibe terapia cognitivo conductual mediante la cual se le induce a enfrentar sus miedos.
López Díaz recalcó que el TOC puede prevenirse si las personas buscan ayuda de manera oportuna, llevan un estilo de vida sano y evitan relaciones sociales y familiares disfuncionales, violencia y presiones.