México, 7 de mayo. Las relaciones tóxicas entre madres e hijos pueden generar enfermedades emocionales severas desde la temprana niñez. “Se trata de mujeres sumamente controladoras (no dejan que sus hijos tengan autonomía); pueden concentrarse en subrayar los roles de género entre sus hijos (por ejemplo, sumisión de las niñas), también proyectan sus carencias de vida en sus hijos (emplean en este caso mucho las redes sociales para destacar los supuestos logros de sus hijos), explicó Susana Salazar Gómora, coordinadora general del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
Y añadió que éste tipo de madres desconfían de las amistades de sus hijos, pueden ser agresivas y cuando no logran ejercer el control de sus hijos, se tornan indiferentes y chantajistas con ellos.
La especialista sostuvo que estas mujeres poseen una personalidad altamente narcisista. “Porque conciben a sus hijos como una propia extensión de ellas y sienten que son de su propiedad. Por ello quieren gobernar todas sus decisiones desde la temprana infancia, incluso pueden tener un diseño de vida de sus hijos sin tomar en cuenta las habilidades, los gustos y preferencias o la personalidad de los niños: son dictadoras de su hogar”, explicó.
Este tipo de relaciones entre madre e hijos, explicó Salazar Gómora, se ha comenzado a propagar en las redes sociales: “Muchas veces sin darse cuenta, explotan y exponen a sus hijos pequeños en estos medios. Publican su día a día, magnifican sus logros. A pesar de ello, ellas siempre están en primer plano”, dijo.
Otras características de las madres tóxicas:
- Control: Quieren ejercer el control en todas las actividades de sus hijos. No los escuchan, rara vez los toman en cuenta.
- Manipulación y agresión. Si el niño se contrapone a las decisiones de la madre, suelen echarles en cara el sacrificio que hacen por ellos. Incluso pueden hasta hacer literalmente berrinches o rabietas para lograr lo que quieren con sus hijos
- Subrayar roles. Como la vida de sus hijos ya está diseñada, los roles están establecidos desde el inicio: niñas, sumisas; niños, protectores de su madre.
- Proyección. Las madres tóxicas son mujeres altamente frustradas que incluso perciben a sus hijos como la razón que minó su carrera profesional. Por ello se tornan manipuladoras y sienten que tienen el derecho de vivir la vida a través de sus hijos.
- Exponen a sus hijos en redes sociales de forma indiscriminada, incluso los ponen en riesgo.
“Generalmente se presenta este tipo de relación en madres solteras. También se da en familias en donde el padre tiene una personalidad muy débil o que se somete a las decisiones de sus esposas” sostuvo.
La especialista explicó que las madres que tienen estas características de personalidad difícilmente se dan cuenta del daño que hacen a sus hijos, por su propio narcisismo: “los niños que acuden a terapia es porque los abuelos, el padre o los maestros se están dando cuenta de la problemática”, dijo.
Entre las secuelas que sufren los niños se encuentran: se vuelven niños inseguros, con autoestima muy baja, incapaces de tomar decisiones, le tienen miedo a su madre y en la adolescencia pueden tener mucho resentimiento a ella. Son menores solitarios: los otros niños suelen alejarse de ellos.