Extremar los cuidados en la piel de quienes padecen diabetes recomendaron especialistas de la Fundación Mexicana para la Dermatología pues las complicaciones que causa la enfermedad –cuyo día se conmemora el 14 de noviembre– pueden llevar a la pérdida de alguna extremidad.
Ma. Guadalupe Ortiz Pedroza, integrante de la FMD, aseguró que “la diabetes tiene manifestaciones en la piel que pueden ser importantes, debido al aumento de azúcar (glucosa) en la sangre de manera crónica, ocasiona cambios en los vasos sanguíneos (arterias y venas)”.
La especialista abundó: “También afecta los nervios que se encuentran en la parte media y profunda de la piel. Esto puede ocasionar desde cambios en la coloración hasta la ulceración de la misma, además la alteración de la glucosa fomenta propensión a infecciones de la piel”.
“Los pacientes deben poner especial cuidado con sus pies al cortar las uñas –el corte debe ser en forma cuadrada y un poco más largo del borde– pues cuando éstas se ‘entierran’ pueden provocar heridas que permiten la entrada de microorganismos como hongos y/o bacterias”, advirtió.
“Si además tienen alteración de la glucosa se fomenta la propensión a infecciones de la piel, el daño puede degenerar a una úlcera que no sane y si se infecta hasta nivel de hueso, terminará en la amputación”.
La especialista recomendó poner mucha atención en los cuidados de la piel: “Durante el baño es necesario no tallar con estropajos; secar muy bien todos los pliegues –axilas, debajo del área mamaria, en abdomen y la región inguinal; así como entre los dedos de los pies y colocar crema humectante para mantenerla hidratada, con lo cual será más resistente”.
De igual forma, Linda García Hidalgo, Presidenta de la FMD, advirtió que “el sobrepeso, la obesidad, alteraciones en el metabolismo –como la resistencia a la insulina, diabetes, e hiper-androgenismo– están asociados a diversas alteraciones en la piel, como la xerosis (o piel seca por alteración en la barrera cutánea), acné, alopecia androgenética y acantosis nigricans obscurecimiento de la piel sobre todo en cuello, axilas, dorso de manos, codos y rodillas, con el aspecto de piel de elefante”.
“El aumento de los pliegues –zonas difíciles de mantener secas, más proclives a guardar calor y humedad–, favorece la infección por hongos y bacterias; úlceras derivadas de la presión ejercida por barandales de las camas; así como las sillas de ruedas, que no están diseñadas para soportar el peso y ejercen presión sobre la piel, y disminuyen la circulación de la misma”.
“Los cuidados generales de la piel que debemos tomar en cuenta consisten en baños rápidos con agua tibia, no friccionar la piel, utilizar cremas blancas para mantenerla lubricada, secar bien todos los pliegues, cortar las uñas de los pies con cuidado, usar calzado –no descubierto y suave– de acuerdo con su talla y por ningún motivo auto-medicarse ni considerar los productos milagro”, aconsejó.
“Las manifestaciones asociadas a la obesidad dependen del grado de la misma, por ello es primordial consultar al especialista en dermatología, quien diagnosticará y definirá el tratamiento más adecuado para cada caso”, concluyó la Presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología.