México, 15 de octubre. México tiene una enorme biodiversidad de especies y es el más rico en alacranes. Resultado del trabajo por casi 45 años de investigación de Lourival Domingos Possani Postay, biofísico ganador en dos ocasiones del Premio Nacional de Ciencias en 1995 y en 2016, se han contado ya 281 especies distintas a lo largo de 16 estados de la República, de las más de dos mil 500 especies en el mundo. De los artrópodos estudiados, se han logrado elaborar potentes antibióticos, insecticidas y agentes antipalúdicos ocultos en el veneno del arácnido.
Al término de Charlas con Premios Nacionales que organiza el Consejo Consultivo de Ciencias, en el Centro Nacional de las Artes, el científico compartió que “cuando llegué a México de Brasil, en 1970, me percaté que el país tenía un grave problema de salud pública que es el alacranismo. Cada año los piquetes de alacrán causan la muerte de entre 700 a 800 personas. Y aunque actualmente se cuenta con faboterápicos, mucha gente recurre a remedios caseros que complican la condición del paciente poniéndolo en mayor riesgo de morir”, expuso el investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y del Instituto de Biotecnología de la UNAM.
“Desde la infancia me apasionó vivir en contacto con la naturaleza en el sur de Brasil. Siempre fui muy curioso y me interesó primero conocer todo sobre el veneno de las víboras, pues me interesaba los receptores colinérgicos, los cuales actúan en la comunicación entre los nervios y los músculos. De ahí que he dedicado toda mi vida a la ciencia”, señaló el investigador que desde 1976 es mexicano.
Más de la tercera parte de todas las toxinas que se conocen del veneno de alacranes en el mundo, son resultado del trabajo del grupo de investigación de Lourival D. Possani, doctor en biofísica molecular por la Universidad de París. Sus primeros pasos estuvieron dirigidos en la búsqueda de especies peligrosas para el estudio de su veneno, pero en la actualidad sus investigaciones están enfocadas al desarrollo biotecnológico para los sectores de salud y agricultura.
Alacranismo
En el país, las entidades más afectadas son Jalisco, Morelos, Guerrero y Michoacán y el número de casos fatales disminuyó de manera drástica en más del 90 por ciento gracias al uso sistemático de antivenenos. “Los alacranes color amarillo claro suelen ser los más peligrosos, pero hay otros factores que determinan su peligrosidad, tales como la distribución geográfica y su morfología; por ejemplo, los más venenosos tienen manchas oscuras en el cuerpo y un aspecto rayado, las pinzas son delgadas, los segmentos de la cola son globosos y cuentan con un aguijón grande”, explicó el también docente de posgrado en el programa de Ciencias Bioquímicas, en la Facultad de Química de la UNAM.
El antiveneno es el único recurso terapéutico contra la picadura de estos animales, Alacramyn es el fabuterápico con el que se ha logrado reducir el número de muertes por picadura de alacrán, y el pronóstico de vida es de 100 por ciento si la persona afectada es tratada de forma inmediata, es decir, antes de cumplir dos horas de haber sido picada.
Antibiótico contra Tuberculosis
Uno de los hallazgos más recientes de Possani Postay, su equipo de investigadores del IBt, del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) y de la Universidad de Stanford, es un antibiótico contra bacterias resistentes de tuberculosis e infecciones causadas por estafilococos, cuyo origen se encuentra en el veneno de especímenes del alacrán Diplocentrus melici, que se encuentra en casi todo el país y que no es mortal para el ser humano.
“Este hallazgo es un trabajo multidisciplinario que requirió un poco más de dos años. Mi grupo trabajó con la parte bioquímica y toda la parte biológica preliminar, es decir, el aislamiento y caracterización del componente. La parte química fue hecha en la Universidad de Stanford, así como la determinación de la estructura y el desarrollo de una estrategia que permitió hacer químicamente el producto. Un antibiótico que hoy ya sabemos cómo sintetizarlo, cómo hacerlo”, expuso el investigador.
El también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), agregó que “la recolección de esta especie de escorpión es difícil porque durante el invierno y las estaciones secas, el escorpión está enterrado. Sólo podemos encontrarlo en la temporada de lluvias. Cuando ordeñamos el veneno de D. melici, un proceso que consiste en estimular la cola con leves pulsos eléctricos, notamos que el veneno cambiaba de color, de claro a marrón, cuando se exponía al aire, eso nos dio curiosidad. Cuando investigamos este cambio de color inusual, encontramos dos compuestos químicos que creímos eran los responsables. Uno de los compuestos se volvió rojo cuando se expuso al aire, mientras que el otro se volvió azul”, compartió emocionado.
El científico detalló que “estos hallazgos son resultado del que es probablemente uno de los trabajos más importantes que mi grupo ha podido hacer en estos 45 años de investigación sobre el veneno de los alacranes. Yo creo que la parte más importante del hallazgo es que puede ser utilizado para el tratamiento de la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más letal del mundo”. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren que cada día mueren casi cuatro mil 500 personas a causa de esta enfermedad.
“Nosotros esperamos que los compuestos, sintetizados y reportados, se puedan mezclar con los antibióticos con los que se trata la tuberculosis, tratar de acortar el tiempo de tratamiento y con ello los pacientes no desistan. Para esto necesitamos que alguna compañía farmacéutica se interese en hacer las pruebas clínicas y recorra el camino necesario para beneficio de la salud humana”, concluyó.