En 394 mil dólares adquirió un comprador anónimo la silla que J. K. Rowling utilizó para escribir los dos primeros libros de la saga de Harry Potter, la cual formaba parte de un comedor que ella utilizaba siendo madre soltera, cuando intentaba ganarse la vida en Escocia.
La subasta de la silla tuvo lugar en Nueva York a cargo de Heritage Auctions y era propiedad del empresario Gerald Gray, quien la había adquirido en 2009.
La escritora británica dejó constancia del uso del mueble al estampar sobre el mismo la leyenda: “Escribí Harry Potter sentada en esta silla”.
La subasta finalizó cuando el adquiriente puso sobre la mesa más de ocho veces el precio inicial del remate.
Con más de 450 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, los siete libros sobre un niño mago y sus amigos se convirtieron en un fenómeno.
También se hicieron ocho exitosas películas y parques de atracciones en Florida y California con base en la saga creada por J. K. Rowling.