El sonido de las cacerolas, cornetas y fuegos artificiales, como lo convocó la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), irrumpió en la noche del jueves en Caracas y otras ciudades venezolanas para cerrar una jornada de protesta llevada a cabo por la oposición contra el presidente Nicolás Maduro.
La dirigencia de la MUD festejó la respuesta de la gente al “cacerolazo” convocado al final de una multitudinaria marcha en Caracas, que reunió a más de un millón de personas, según la alianza.
Las ollas empezaron a sonar con timidez a las 20:00 horas (tiempo local) en La California, en el este de la capital venezolana, pero el volumen fue subiendo con el paso de los minutos. Diversas zonas de la ciudad se plegaron al llamado por una media hora aproximadamente.
En la avenida Fuerzas Armadas, Antímano, Propatria y La Candelaria, zonas que anteriormente eran de tendencia chavista, se escucharon fuertes cacerolazos. Del mismo modo en los municipios Chacao, Sucre, El Hatillo y Baruta.
“Extraordinario cacerolazo en el 23 de enero”, escribió en Twitter Jesús Chuo Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD.
El 23 de enero, una de las mayores barriadas populares de la capital venezolana, es considerado uno de los bastiones del chavismo.
“NO es Altamira, es (el) 23 de enero”, escribió también en su cuenta en Twitter el ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles, acompañando su mensaje con un video en el que se escuchan ollas resonando en esa localidad.