Excalibur, el perro de la enfermera que contrajo ébola, fue sacrificado este 8 de octubre en España.
Pese a las protestas de asociaciones civiles e incluso la negativa del dueño, el departamento de Sanidad de la Comunidad de Madrid se llevó al perro para aplicarle una inyección letal y después lo incineró.
El consejeros de sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, dijo que no había otra opción más que sacrificar al perro, debido a que España no cuenta con la infraestructura necesaria para mantener al animal en cuarentena.
Respecto a sí se tomaron muestras a Excalibur para analizarlas, Javier Rodríguez dijo que la orden sólo indicaba el sacrificio y no estudios