La Agencia Estadunidense Antidrogas (DEA) vigiló miles de millones de llamadas que se realizaron los 161 países relacionados con el narcotráfico, entre ellos México .
El monitoreo fue parte de un programa conocido como USTO, que comenzó a partir del gobierno de George H. Bush a inicios de los 90.
La vigilancia comenzó casi una década previa al ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, como parte del espionaje electrónico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Las autoridades estadunidenses, mediante este programa, logró detectar redes de lavado de dinero a nivel mundial.
La noticia, difundida en Estados Unidos por la publicación USA Today, ya causó polémica al cuestionarse la legalidad de estos programas de vigilancia.
Con información de
USA Today.