Advierte ACNUR sobre riesgos en la lucha contra la apatridia

Las expresiones de nacionalismo son tendencias poderosas a nivel internacional

Redacción
Política
ACNUR LOGO
Foto: Especial

Ginebra, Suiza, 7 de octubre de 2019.- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, advirtió hoy que los recientes avances en la lucha para acabar con la apatridia, una de las principales causas de privación de derechos humanos para millones de personas en todo el mundo, se veían amenazados por el aumento de expresiones nocivas de nacionalismo.

En su discurso de apertura de la reunión anual del Comité Ejecutivo del ACNUR, en Ginebra, Grandi destacó que el creciente número de países que están tomando medidas contra la apatridia muestra que la comunidad internacional se está acercando a un punto de inflexión en sus esfuerzos por acabar con la apatridia para siempre.

“Hace tan solo cinco años, la concienciación pública sobre la apatridia y los daños que produce aún era insignificante. Eso está cambiando, y la posibilidad de acabar con la apatridia nunca ha estado tan cerca como ahora”, dijo Grandi.

“Y, sin embargo, el éxito está lejos de estar garantizado: las expresiones nocivas de nacionalismo y la manipulación del sentimiento anti refugiados y migrantes son tendencias poderosas a nivel internacional que corren el riesgo de revertir los avances. Se necesitan urgentemente soluciones para millones de personas apátridas o en riesgo de apatridia en todo el mundo.

ACNUR lanzó la campaña mundial #IBelong (#YoPertenezco) en 2014 con el objetivo de acabar con la apatridia para 2024. Desde entonces, 15 países se han adherido a las dos principales convenciones sobre apatridia, la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961. Con las nuevas adhesiones y los otros compromisos que se esperan en esta semana, las adhesiones totales a la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954, podrían superar el notable umbral de 100 países.

En los primeros cinco años de la campaña, más de 220 mil personas apátridas han adquirido una nacionalidad, incluso como resultado de esfuerzos nacionales coordinados que han sido impulsados por la campaña, en lugares tan diversos como Kirguistán, Kenia, Tayikistán y Tailandia. En julio de este año, Kirguistán se convirtió en el primer país del mundo en anunciar la resolución completa de todos los casos conocidos de apatridia.

Además, desde que se lanzó la Campaña, dos países, Madagascar y Sierra Leona, reformaron sus leyes de nacionalidad para permitir a las madres conferir la ciudadanía a sus hijos en igualdad de condiciones que los padres. Sin embargo, veinticinco países continúan haciendo que sea difícil o imposible para las madres conferir la ciudadanía a sus hijos, una de las principales causas de apatridia a nivel mundial. Como no todas las leyes de nacionalidad contienen salvaguardas para asegurar que ningún niño nazca apátrida, la apatridia también puede transmitirse de generación en generación.

Poner fin a todas las formas de discriminación en las leyes de nacionalidad ayudaría a la comunidad internacional a cumplir con el compromiso asumido por todos los Estados al adoptar la Agenda de Desarrollo Sostenible de “no dejar a nadie atrás”.