Hasta hace unos meses la relación entre México y Bolivia era de bajo perfil, pero la situación cambió a partir del 12 de noviembre pasado, cuando el gobierno mexicano le otorgó asilo político al ex presidente de esa nación, Evo Morales, y a nueve funcionarios que se encuentran aún en la embajada mexicana en la capital de ese país sudamericano.
La reacción —según analistas, desmedida— de la presidenta interina, Jeanine Áñez, no se hizo esperar: ante la impotencia de no poder detener a Morales expulsó a la embajadora de México, María Teresa Mercado, así como a la encargada de Negocios y al cónsul de España.
Ante ello, sin embargo, la Secretaría de Gobernación informó que no se romperán las relaciones diplomáticas.
Este escenario lleva a pensar en tres hipótesis: primera, el cobro de facturas al gobierno de México por otorgarle asilo político a Evo Morales; segunda, la búsqueda de legitimidad del gobierno en funciones que encabeza Jeanine Áñez en Bolivia; y, tercera, una estrategia electoral, es decir: al crear un conflicto a nivel internacional no solo contra México sino también contra Argentina y España, se podrían evitar las elecciones y el gobierno actual aseguraría el poder.
Y es que la crisis estalla en el momento en que Bolivia se encuentra en pleno proceso de convocatoria a elecciones, previstas para el próximo mes de junio.
El gobierno boliviano trabaja contra reloj para que las instalaciones, los padrones (muchos fueron pasto de las llamas durante las revueltas de octubre y noviembre) y el material informático estén listos y se garanticen comicios libres y transparentes. Justo lo contrario de lo que sucedió en las últimas elecciones del 20 de octubre, donde Evo Morales se proclamó vencedor por cuarta vez consecutiva, en medio de lo que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) calificaron como un monumental fraude.
Derecho internacional y diálogo diplomático
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no se entregará a las nueve personas que recibieron refugio en la embajada de México en Bolivia puesto que para nuestro país “el derecho de asilo es sagrado”.
Y añadió: “No podemos flaquear en este asunto de darle protección a perseguidos políticos que recibieron en nuestra embajada un asilo y luego se produjeron órdenes de aprehensión” en su contra.
En su primera conferencia matutina de 2020 AMLO expuso que “si entregamos a estas personas estaríamos acabando con el derecho de asilo, que para México es sagrado. Es parte del derecho internacional. Pero en el caso de nuestro país siempre, hasta en las circunstancias más difíciles, se ha hecho valer. Es un asunto de principios: no vamos a caer en ninguna provocación”.
Agregó López Obrador sentirse satisfecho con el trabajo que realizó María Teresa Mercado como embajadora en Bolivia, de donde tuvo que retirarse en medio de la tensión existente con el gobierno interino de ese país.
Insistió en que el gobierno mexicano defenderá el derecho de asilo y abrirá las puertas a los perseguidos políticos. “Es defender nuestros principios de política exterior”, puntualizó.
En el mismo sentido el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Héctor Vasconcelos, apuntó: “Independientemente de los juicios que se puedan tener sobre el desempeño de Evo Morales como presidente, creo que se trata de defender la vigencia del asilo… México otorgó este asilo y yo diría que en represalia hemos sufrido una serie de actos agresivos por parte del actual gobierno de facto de Bolivia”.
Por su parte el coordinador de la bancada de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, señaló que “la falta de argumentos y el aislamiento internacional de ese gobierno de facto le llevó a cometer excesos diplomáticos”.
No se romperán relaciones
La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, informó que México no tiene la intención de romper relaciones diplomáticas con Bolivia luego de la expulsión de la ex embajadora Mercado, por lo que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mantendrá su embajada en Bolivia.
La funcionaria admitió que la relación con el país sudamericano es tensa, pero reafirmó que por ahora la SRE solo tomó nota de la declaratoria de persona non grata. A pesar de considerar que la presidenta interina de Bolivia encabeza un gobierno de facto, subrayó, la relación entre ambas naciones se mantiene.
Sánchez Cordero explicó que “continúa la embajada de nuestro país en Bolivia; seguiremos trabajando dentro de la embajada; habrá personas encargadas de negocios en la embajada en Bolivia”.
Por otra parte, en caso de ser necesario, el gobierno de México ya tiene preparado un operativo para la salida de entre ocho mil y diez mil mexicanos que viven en Bolivia, informó el subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga.
Confirmó que hasta el momento la gran mayoría de mexicanos en Bolivia realiza sus actividades con regularidad, sin que existan reportes de agresiones o abusos laborales hacia connacionales. Sin embargo, adelantó que se tiene preparado un dispositivo “por si es necesaria una salida masiva”.
Incluso, explicó, “tenemos la oferta de países amigos, de países vecinos a Bolivia, que han ofrecido aeronaves nacionales para realizar un dispositivo de evacuación en caso de ser necesario”.
Ante la expulsión de la embajadora Mercado, también Reyes Zúñiga afirmó que la sede diplomática continuará trabajando con normalidad a cargo de Ana Luisa Vallejo, actual jefa de Cancillería de la misión diplomática en aquel país. Aseguró que México buscará mantener el diálogo con el gobierno de Bolivia.
Unidad nacional
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, hizo un llamado a la unidad nacional y a la serenidad luego de las declaraciones e insultos del ex presidente y actual delegado del gobierno interino de Bolivia, Jorge Quiroga, hacia el presidente López Obrador.
Las declaraciones de Quiroga se produjerondespués de la demanda que interpuso el gobierno de México ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el incumplimiento de obligaciones diplomáticas por parte de Bolivia.
El canciller mexicano declaró que ante los adjetivos e insultos hacia el presidente se impone principalmente la “serenidad que dan la conciencia tranquila y la solidez de la posición mexicana en defensa del derecho internacional y el respeto entre los pueblos”.
Asimismo, Ebrard remarcó que la postura de México siempre ha sido diplomática e íntegra hacia Bolivia o cualquier otro país.
Medida extrema e inamistosa
Para la Unión Europea (UE) la expulsión de funcionarios diplomáticos españoles de Bolivia “es una medida extrema e inamistosa que debe reservarse a situaciones de gravedad”.
Por ello la representación del organismo en La Paz convocó a una reunión extraordinaria para analizar una situación “confusa y desconcertante” que le genera “profunda preocupación”.
La misión de la Unión Europea decidió tomar cartas en el asunto y pidió explicaciones al gobierno interino de Jeanine Áñez, después de escuchar la versión de España.
En un comunicado la delegación deplora que la escalada de tensión diplomática se haya saldado con la declaración de personan non grata a la encargada de negocios y el encargado de la sección consular de la embajada de España, medida que rechaza de manera tajante.
Tras aclarar que en la reunión de jefes de Misión de Estados Miembros y de la UE se conoció por parte de España lo sucedido, añadió que “también agradecería recibir a la mayor brevedad una explicación de parte del gobierno interino de Bolivia”.
En este contexto la UE consideró que “la expulsión de funcionarios diplomáticos es una medida extrema e inamistosa que debe reservarse a situaciones de gravedad”. Agregó el organismo su confianza en “el respeto a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y el diálogo” como elementos “fundamentales para reducir la tensión”.
En Madrid el gobierno de Pedro Sánchez, en reciprocidad, dio el mismo plazo para que tres diplomáticos bolivianos abandonen España.
Asimismo el gobierno español aseguró que ambos expulsados de Bolivia hicieron solo una visita de “cortesía” a la embajada de México y negó que pretendieran facilitar la salida de los antiguos altos cargos del gobierno del ex presidente Morales.
Crisis
La presidenta interina boliviana, Jeanine Áñez, declaró a su vez que la decisión de declarar como persona non grata a la embajadora de México fue tomada por “daño a la soberanía del Estado boliviano” e incluyó a la encargada de negocios de España, Cristina Borreguero; al cónsul de España en Bolivia, Álvaro Hernández; así como al grupo de elementos de guardias de seguridad de la sede diplomática del país europeo.
Áñez consideró que todos ellos lesionaron gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo boliviano. “Hemos aplicado la Convención de Viena ante los hechos sucedidos en días pasados en la embajada de México”, afirmó.
La respuesta inmediata del gobierno mexicano fue “tomar nota” de las declaraciones del gobierno interino y solicitarle a quien fuera embajadora regresar a la Ciudad de México con el objetivo de “resguardar su integridad”.
Al fundamentar su decisión, Áñez expuso que “la conducta hostil, intentando ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia de México en Bolivia, son hechos que no podemos dejar pasar y han generado consecuencias”.
Según la versión boliviana policías españoles en traje de faena intentaron ingresar a la residencia mexicana encapuchados, lo que fue impedido por los agentes que desde hace mes y medio presuntamente dan seguridad a la residencia mexicana.
Además, la canciller boliviana, Karen Longaric, aclaró que no se trata de una ruptura de relaciones diplomáticas con España o México sino de una sugerencia para que ambos gobiernos acrediten a nuevos diplomáticos en reemplazo de “quienes irrespetaron la soberanía de Bolivia”.
Cronología
El 12 de noviembre las relaciones entre ambos países se tensan luego de que México recibe como asilado a Evo Morales, quien dos días antes renunció a la Presidencia de su país tras varios días de conflictos en las calles entre oficialistas y opositores por su cuarta reelección.
Desde entonces, policías bolivianos rodean y acosan a la embajada de México en La Paz, pese a las quejas mexicanas por incumplimiento de acuerdos diplomáticos internacionales.
El 6 de diciembre se informa que Morales abandonó México para dirigirse a Cuba y luego a Argentina.
El 27 de diciembre diplomáticos españoles se ven involucrados en la situación de tensión entre México y Bolivia: el gobierno boliviano acusa que encapuchados de la sede española entraron en la residencia de la embajadora de México, Teresa Mercado.
El 23 de diciembre se da a conocer que nueve ex funcionarios de la administración de Evo Morales, entre ellos cinco ex ministros, se encuentran refugiados en la embajada de México.
El Ministerio Público y la policía de Bolivia acusan a varios de estos ex servidores públicos de fraude electoral tras los polémicos comicios generales realizados en ese país el 20 de octubre.
Áñez acusa a México de encubrir a los ex funcionarios, algunos con orden de aprehensión, y a España de tratar de ayudar a salir a algunos (cuando fueron los encapuchados a la embajada nacional en Bolivia).
La Secretaría de Relaciones Exteriores reporta que desde el 23 de diciembre se registran actos de intimidación a la embajada mexicana en Bolivia, por la intensificación del cerco policial.
La canciller de Bolivia, Karen Longaric, acusa que hubo un abuso de privilegios y atropellos a la soberanía del país luego de que funcionarios de la embajada de España ingresaron “de forma clandestina” a la residencia mexicana.
El 25 de diciembre la embajada de México en Bolivia denuncia mediante una carta diplomática que ha identificado la presencia de aparatos electrónicos o drones que sobrevuelan el lugar, lo que supondría una intromisión indebida.
El 27 de diciembre el subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga, propone a Longaric una reunión en un país intermedio para dialogar y poner fin al conflicto diplomático. Ella acepta, siempre y cuando el diálogo sea con el secretario Marcelo Ebrard.
El 28 de diciembre el ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, dice que los actuales funcionarios diplomáticos de la embajada de España en Bolivia deben salir de inmediato del país por haber maltratado la “sensibilidad” del pueblo boliviano.
El 30 de diciembre la presidenta interina Jeanine Áñez declara persona non grata a la embajadora de México, María Teresa Mercado, y a dos diplomáticos españoles.