Tradiciones de antaño en México

La comida también es una tradición de antaño con sus ricos platillos y variados postres. Conozca y valores las tradiciones de antaño.

Yolanda Trejo
Política
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Tradiciones de Mexico
Foto: NTX

Cuando viajamos con fines turísticos encontramos costumbres muy diferentes a las nuestras, sobre todo si visitamos zonas rurales o poblaciones pequeñas alejadas de las grandes capitales.

En los pueblos las personas de mayor edad poseen conocimientos extraordinarios y experiencias acumuladas a través de sus años de vida, conservando usos y costumbres que les permiten identificarse como grupo y diferenciarse de otras personas o comunidades. Mediante la transmisión oral y el ejemplo heredan su saber a las nuevas generaciones.

Su método de enseñanza incluye la observación cuidadosa y la repetición constante hasta que el educando domina uno o varios conocimientos, técnicas y oficio. Además de las actividades productivas, niños y jóvenes aprenden una filosofía de vida y comparten ciertas creencias y actitudes.

Las celebraciones cívicas y religiosas resultan ocasiones especiales que permiten introducir a los menores en la ejecución de danzas antiguas o el aprendizaje de bailables típicos, dependiendo de la región. También permiten heredar conocimientos sobre técnicas de fabricación de ciertos objetos y adornos de uso ritual: imágenes, velas, portadas, trajes y adornos florales.

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Algunas personas son especialmente creativas y destacan por su habilidad manual especial para confeccionar determinados objetos artesanales empleando las materias primas que existen en su lugar de residencia: ramas, fibras, hilos, barro, metales, etcétera. En algunos lugares los tintes se elaboran con elementos naturales para posteriormente aplicarse a ciertos objetos, conservando así una técnica que proviene de la época prehispánica. La capacidad de observación de los artesanos provoca soluciones creativas y diseños novedosos.

El trabajo conjunto de artesanos y artistas ha dado lugar a la creación de obras de arte donde se combinan las técnicas y conocimientos de antaño con diseños vanguardistas.

Las costumbres de épocas pasadas han sido rescatadas por literatos, cronistas e historiadores. Sus relatos se han publicado en varias casas editoriales. Algunos libros se han reeditado o pueden adquirirse en librerías de viejo. Entre las lecturas más recomendables están México pintoresco, artístico y monumental, de Manuel Rivera Cambas; El libro de mis recuerdos, de Antonio García Cubas, y Las calles de México y México viejo, ambos de Luis González Obregón.

Muchas costumbres del México de ayer han sido reproducidas por pintores, grabadores y poetas: los paseos en trajinera sobre el Canal de la Viga, el montaje espectacular de nacimientos o belenes en algunos conventos de monjas, los remedios de los merolicos, el paso del sereno anunciando la calma nocturna, el uso de faroles, los espectáculos de las carpas, las serenatas, etcétera.

La riqueza cultural y étnica de México, así como el contraste de sus paisajes, han atraído poderosamente la atención de viajeros de otras latitudes. Sus dibujos, estudios y bitácoras han plasmado muchos detalles de la riqueza del país. Se ha ponderado la diversidad de especies animales y vegetales, la belleza de cimas montañosas y barrancas, la majestuosidad de las zonas arqueológicas, el misterio que envuelve las selvas del área maya, el caudal de los ríos, la fuerza de los mares y, de manera muy especial, la forma de vida de los pueblos originarios.

Se han rescatado costumbres interesantes de los tarahumaras que viven en las montañas de Chihuahua y los lacandones de la selva chiapaneca, los trabajos de chaquira realizados por huicholes, la decoración que adorna las capillas otomíes de Hidalgo, Querétaro y Guanajuato, así como los elementos decorativos de la indumentaria de los mazahuas, por mencionar algunos.

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Ofrenda de flores

En varias poblaciones de México la religiosidad de los habitantes se expresa con rezos, cantos, danzas y flores. Prevalece la costumbre de colocar portadas florales sobre las de piedra en los templos católicos, especialmente durante las fiestas patronales. Se confeccionan arcos de gran altura y se cubren de flores de diferentes colores. En Tecozautla, Hidalgo, las ofrendas al santo patrón combinan flores con frutas.

El poblado de Huamantla, Tlaxcala, ha ganado fama a nivel internacional por el diseño y confección de tapetes de flores y aserrín que se colocan en las calles para la fiesta en honor de la Virgen de la Candelaria (15 de agosto). La hechura de estas piezas artísticas congrega a miles de personas y obliga a velar toda una noche para apreciar su colocación en más de seis kilómetros.

En Xochimilco, DF, también prevalece la costumbre de colocar portadas de flores en templos y capillas, así como adornos de papel picado en la calle donde se localiza la casa del Niñopan (el Niño del Pueblo). Se trata de una de las esculturas más veneradas de la delegación política, su antigüedad se remonta a los primeros tiempos del virreinato.

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Ritmo y zapateado

La riqueza étnica y cultural de México se expresa ampliamente en la fiesta de La Guelaguetza, donde las mujeres oaxaqueñas portan con orgullo el atuendo representativo de cada una de las diferentes regiones de la entidad.

En otros lugares abundan las danzas donde los ejecutantes portan máscaras que les permiten adquirir los atributos del personaje al que representan, sea una figura fantástica, un animal o la encarnación de alguna virtud o vicio.

Entre los adornos más vistosos están los de los quetzalines de la Sierra de Puebla y entre las máscaras de mayor popularidad los viejitos (en Pátzcuaro, Michoacán) y los parachicos (en Chiapa de Corzo, Chiapas). Entre los pasos más contagiosos, el del brinco que ejecutan los chinelos, en Tepoztlán, Morelos.

En algunos lugares resultan muy atractivos los trajes regionales que portan las mujeres que ejecutan un son o jarabe (el Son de la Negra, el Jarabe tapatío), un huapango en Veracruz o los sonidos de la marimba, en Chiapas.

Cada región tiene un baile y un traje típico. Listones, canastos, charolas y plumas son parte del atuendo de hombres y mujeres. El traje de charro es muy apreciado en las fiestas mexicanas, los palenques y las ferias regionales.

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Tejido y empuntado

Tejer es todo un arte, especialmente si se lleva a cabo en telares de cintura o en maquinaria rústica. Es una actividad que requiere de mucha concentración para no perder la cuenta de los hilos y colocar en orden los colores, a fin de lograr uno o varios diseños.

En Tenancingo, Edomex, hay talleres familiares dedicados a la confección de rebozos de diferentes estilos y calidades. Puede comparar precios y técnicas de elaboración. Cada rebozo implica muchas horas de trabajo y un esfuerzo especial en el empuntado o rapacejo. Tiene gran aceptación entre mujeres de comunidades rurales y en las ciudades.

En lugares como Pátzcuaro, Michoacán, se aprecian muchos trabajos artesanales, y en materia de textiles se tejen —en telares de cintura y en telares mecánicos— diferentes tipos de cinturones y fajas. Dominar la urdimbre y la trama hasta combinar colores e incluso formar palabras, es un arte que requiere de mucha paciencia y precisión.

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De barro y talavera

Hay pueblos que han alcanzado un importante desarrollo económico debido a su producción de objetos de barro con diferentes técnicas. En Metepec, Edomex, se diseñan y fabrican hermosos árboles de la vida o árboles con la historia familiar. En Tlayacapan, Morelos, varias familias se dedican a la producción de objetos de barro tanto con carácter ornamental (especialmente soles y lunas), como de uso cotidiano, y en Izúcar de Matamoros, Puebla, se realizan hermosos candeleros y calacas de vivos colores. Hay otros sitios especializados en el trabajo de barro en Michoacán: Capula y Ocumicho.

El estado de Puebla y la ciudad de Dolores Hidalgo, Guanajuato, han alcanzado fama por su exquisita producción de objetos de talavera.

Especialmente Puebla cuenta con una tradición que viene desde el siglo XVI con los primeros loceros establecidos en la ciudad capital, para fabricar una loza fina como la que se hacía en Talavera de la Reyna, España.

Dependiendo del cocimiento y el acabado se manejan distintas calidades. El color tradicional es azul cadmio y la figura más representativa el ave fénix. La hechura de cada pieza requiere de un trabajo muy cuidadoso y de un control riguroso de calidad.

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Algo más

La comida también es una tradición de antaño con sus ricos platillos y variados postres. Desde las salsas molcajeteadas hasta las tortillas hechas a mano y las nieves artesanales de diferentes sabores.

Conozca y valores las tradiciones de antaño.

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