Gastronomía veracruzana: sin igual

Redacción
Política
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Veracruz
Foto: Especial

Dicen que al hombre se le conquista por el estómago. Cierto o no, muchas personas usan la cocina como herramienta para enamorar y Veracruz cumple con este dicho de manera cabal ofreciendo a propios y extraños una amplia variedad de platillos únicos que sin duda te seducirán.

Veracruz lo tiene todo: brinda emocionantes aventuras, paisajes majestuosos, playas y zonas arqueológicas.

Pero además cuenta con una particularidad especial: su gastronomía, que se caracteriza por la mezcla de sabores y la presencia constante de ingredientes marinos.

Los productos del mar dan a la comida de Veracruz un sello distintivo. Existen evidencias de que los primeros habitantes de esta región tenían en la pesca uno de sus principales recursos y con el tiempo la experiencia del mestizaje dio lugar a una de las comidas más variadas y sabrosas de nuestro país.

Así, encontramos desde los antojitos típicos hasta los más exquisitos platillos de mariscos y pescados frescos en infinita variedad y, por supuesto, aquellos que tienen como base el maíz.

Uno de los elementos culinarios más famosos y emblemáticos del estado es la salsa veracruzana, delicia tradicional que acompaña innumerables guisos que lo mismo pueden prepararse con carne de puerco que de aves, mariscos o pescados.

La preparación varía según la localidad, pero en general se combinan elementos de la Europa mediterránea, como aceitunas y alcaparras, con ingredientes americanos, como el tomate y el chile.

Imperdibles

Cuando visites Veracruz no puedes irte sin probar el famoso pescado a la veracruzana, las tortitas de hueva de lisa, las cazuelas de mariscos, los pulpos a la marinera, el arroz a la tumbada, las empanadas de camarón, así como los tamales costeños y de anís.

El pescado a la veracruzana es un platillo regional por excelencia y destaca cuando se habla de la comida de la entidad. Está hecho con base en pimientos verdes y rojos, aceituna, alcaparras, cebolla, tomate y hierbas de olor y, normalmente, róbalo o huachinango. Se recomienda acompañarlo con un plato de arroz o una porción de frijoles.

El arroz a la tumbada es originario de Alvarado y cuyo nombre tiene origen en una peculiar historia que cuenta que los pescadores “se tumbaban” en la arena mientras preparaban el platillo. Su principal característica es que, a diferencia de otros arroces, tiene una consistencia caldosa y se prepara con tomate, cebolla y mariscos como camarón, pulpo y almejas.

El zacahuil huasteco es un “tamal gigante” originario del norte de Veracruz, específicamente de un poblado llamado Tepetzintla, y consiste en cocer una gran porción de masa hecha a mano, a la que se agregan piezas enteras de cerdo. Todo se envuelve en hoja de plátano y se pone a cocer en un horno de piedra.

Los pulpos encebollados consisten en cocer en agua el pulpo, para posteriormente ser freído en aceite de oliva, salteado con cebolla y acompañado de pimienta, laurel y sal.

El chiltepín más que un platillo es un ingrediente originario de Tantoyuca. Se trata de un chile pequeño de color rojo y con el que se preparan diferentes guisados: adobos, salsas para carnes de res e incluso moles.

Uno de los manjares especiales de Veracruz es el filete de pescado relleno de pulpo, camarones y almejas, así como con una emulsión preparada con mayonesa y chile chipotle. Ya preparado, el pez se hornea con queso encima y tiras de pimiento, hasta que se gratina.

Otra delicia son los camarones enchilpayados. Como su nombre indica, se preparan con chilpayo, una especie de chile verde que se distingue por crecer hacia arriba a diferencia de los otros que crecen hacia abajo. Para este platillo se prepara una mezcla de mayonesa, chiles y ajo que se incorpora mientras los camarones son salteados en una sartén.

Veracruz es, pues, uno de los estados con mayor tradición culinaria de México, resultado de esa fusión de ingredientes prehispánicos y los llegados de Europa y África traídos principalmente por los españoles.

La mezcla de esos ingredientes ha creado platillos con un sabor inigualable y ha hecho que ciudades como Orizaba, Córdoba, Tuxpan, Nautla o Tecolutla cobren fama internacional.

Coatzacoalcos no se queda atrás en lo que a gastronomía se refiere: ahí pueden degustarse exquisitos guisos con carne de armadillo, tortuga, pejelagarto ahumado, venado, tejón y mejillones, entre otros.

No hay mejor lugar para probar tamales de chipile y coyol, o bien guisados de tortuga, que Minatitlán, ciudad que además de ofrecer grandes atractivos turísticos permite saborear los más deliciosos platillos además del atole de coyol o el té de hoja de zacate.

Para rematar

Para refrescarse es recomendable probar los toritos, las glorias, los diablitos y el popo (bebida hecha con cacao y arroz). ¿Y qué decir del exquisito café veracruzano, que podrá saborear en lugares como Los Portales o La Parroquia?

Para complementar estas delicias no podemos olvidarnos de las tradicionales nieves, deliciosas y sobre todo refrescantes. Pero lo mejor es no resistir la tentación de probar el exótico helado de pétalos de rosa, un alivio en época de calor.

Si se trata de postres también destacan el dulce de camote con piña, que se puede comer caliente o frío, así como los dulces de pepita con forma de frutas y de algunos animales, los garbanzos enmielados, el camote endulzado o las gollorías, un dulce hecho con nuez y azúcar.

Es importante señalar que el 11 de julio de 2009 la gastronomía veracruzana fue declarada Patrimonio Cultural del estado, una razón y garantía más para que disfrutes tu estancia en Veracruz.