Explosiones de Guadalajara, a 23 años de la tragedia

Gustavo Pérez
Política
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Guadalajara explosiones
Foto: Especial

La tragedia del 22 de abril que cambió el rostro de varias colonias céntricas de Guadalajara, Jalisco, y conmocionó a México, cumple 23 años.

El testimonio de las 10 explosiones en la capital jalisciense queda latente no sólo en las calles de colonias como Analco, sino también en la memoria de todos los que perdieron a algún ser querido o su patrimonio.

La muerte y la destrucción llegarían desde el sistema de drenaje debajo de las colonias afectadas y marcarían un antes y un después para la sociedad tapatía.

Antes de la tragedia

Aunque la catástrofe tomó por sorpresa a casi todos los afectados, la situación que desembocó en la tragedia tiene antecedentes ineludibles.

El 25 de marzo de 1983, en la calle Sierra Morena, colonia Independencia, de Guadalajara, se registró la primera explosión en el drenaje, que destruyó 800 metros de la vialidad. Hubo 48 lesionados, así como daños en 91 viviendas y 54 vehículos.

Casi 10 años después, el 17 de enero en 1992, vecinos de la colonia Valle del Alamo dieron aviso a las autoridades de un fuerte olor a gas que provenía del subsuelo, de manera específica del alcantarillado. La amenaza se vería consumada 3 meses después.

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Días antes de la explosión, el 20 de abril, los vecinos de la calle 20 de Noviembre, Gante y Francisco Silva Romero se quejaron de un fuerte olor a gas presente desde hacía una semana, pero que se intensificó en la madrugada. Para la noche de ese día, las autoridades locales informaron que la situación ya estaba controlada, pero aún se percibía el olor.

El 21 de abril, Bomberos de Guadalajara y personal de Pemex trabajan en el lugar e indican que la situación es crítica: miles de litros de combustible se esparcen por el colector que atraviesa el sector Reforma. Al desconocer el origen de la fuga, vacían el agua de 4 pipas para limpiar el drenaje. Una fuga más, en la avenida Lázaro Cárdenas, también es controlada con agua.

La puerta del infierno se abre…

Para la mañana del 22 de abril, la tensión y el miedo por el intenso olor a gas hacen que varios habitantes de la zona se vayan a casa de otros familiares. Por otro lado, Trinidad López Rivas, entonces director del Cuerpo de Bomberos de Guadalajara, afirmó en una entrevista que, de haber riesgo, se procedería a la evacuación, pero que “por el momento, no hay necesidad de ello”.

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primero de varios gatos

Durante la mañana, Pemex comprobó que el drenaje tenía 100% de explosividad debido a 200,000 litros de hidrocarburos que inundaban las tuberías.

Hacia las 10:05 de la mañana, comenzó una serie de 10 explosiones que recorrieron el Colector Intermedio Oriente en la capital jalisciense, y que devastaron 8 kilómetros de calles en las colonias:

-Analco

-Barragán y Hernández

-Las Conchas

-Del Periodista

-Quinta Velarde

-Ángel Guzmán

-García Cuadra

-Atlas

Las cifras oficiales de la catástrofe

-212 muertos

-69 desaparecidos

-1,470 lesionados

-8 kilómetros

-1,142 viviendas afectadas

-450 comercios

-100 escuelas

-600 vehículos

La cicatriz

La explicación oficial de las autoridades en torno al desastre fue que el poliducto Salamanca-Guadalajara derramó gasolina en el drenaje de la colonia Álamo Industrial que, en conjunto con hidrocarburos provenientes de plantas industriales y talleres -y el calor de la primavera-, generaron gases tóxicos que detonaron por la presión. Esta presión, a su vez, fue ocasionada por la construcción de un sifón bajo la Colonia Independencia.

El proceso de reconstrucción de las colonias afectadas tomaría varios años, así como la indemnización a los vecinos que perdieron su patrimonio.

En la plaza de San Sebastián de Analco, se erigió un monumento en honor de las víctimas, nombrado Estela.

La sociedad mexicana, así como con terribles desastres como el terremoto del 85 y la explosión de San Juanico, no olvida aquel desastre.

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un balon de futbol