Manuel e Ingrid pasaron por Chihuahua. Los municipios más afectados fueron Chihuahua, Ciudad Juárez y Nuevo Casas Grandes, mismos que fueron declarados como zona de desastre por la Secretaría de Gobernación.
En la ciudad fronteriza, 800 familias de 18 colonias se vieron dañadas por las inundaciones.
El viernes 13 se suspendieron clases en los planteles de educación básica y el titular del Ejecutivo local cuantificó los daños en por lo menos mil millones de pesos. En la capital del estado el alcalde estimó los daños en 50 millones de pesos.
Las vialidades fueron las estructuras más perjudicadas, mientras que en Nuevo Casas Grandes se desbordó el arroyo El Gato, cuyas aguas provocaron daños en la ciudad.
A fin de prevenir mayores perjuicios ante la presencia de próximas lluvias, la Secretaría de Desarrollo Social implementó un mecanismo de seguridad para el resguardo de la integridad física de los damnificados en Chihuahua y Ciudad Juárez. La medida prevé la reubicación de familias en hogares seguros y albergues estatales, distribución de despensas, cobijas, láminas y hule negro.
En la frontera con Estados Unidos los albergues del Parque Central y el del Centro Comunitario Fray García de San Francisco atendieron a 349 personas y las trasladaron a lugares seguros.
La Dirección de Desarrollo Social Municipal y la Junta Municipal de Agua y Saneamiento atendieron a las colonias Felipe Ángeles, Ampliación Felipe Ángeles, Renovación 92 Siglo XXI, Anapra, Rancho Anapra, Lomas de Poleo y a zonas de riesgo del municipio de Casas Grandes con hule negro, despensas y cobijas.
En Chihuahua, la Dirección de Atención Ciudadana solicitó a la Coordinación Estatal de Protección Civil del Estado, Protección Civil y Atención Ciudadana municipales, se considere a la colonia CDP como zona de vigilancia permanente para respuesta inmediata en caso de precipitaciones pluviales.
Brigadas con personal de esta dirección realizan diariamente recorridos para determinar las condiciones de dichas zonas y alertar a la población a que no se acerque o ingrese a ríos y arroyos como el Sacramento y Los Arcos.
Estos operativos han contado con la participación de elementos del Ejército mexicano, quienes implementaron el Plan DN-III.
Para los sectores agrícola y ganadero el saldo no es del todo malo: gracias a los temporales repuntó la siembra de fríjol y se garantizó la de avena y sorgo.