Impulso a la producción del cacao

A través del programa “Por amor al cacao” se logró que productores de Chiapas triplicaran la producción de cacao. 

Georgianna Meza
Política
Cacao
Foto: NTX

En la última década la producción de cacao en el país bajó más de 50%, principalmente por la enfermedad conocida como moniliasis, hongo que provoca la descomposición total del fruto, aunado al envejecimiento y descuido de las plantaciones.

De acuerdo con cifras oficiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en 2014 México produjo casi 27 mil toneladas de cacao, lo que nos ubica en la posición 24 en el ranking mundial.

Costa de Marfil aportó 41.7% de las cuatro mil 168 millones de toneladas que se generaron mundialmente el año pasado , según informa la Organización Internacional del Cacao.

Actualmente existen alrededor de seis millones de agricultores dedicados a la producción de cacao para atender la demanda global. Este fruto se cultiva principalmente en África del Oeste, América Central, Sudamérica y Asia, especifica el organismo.

Respecto de la producción nacional de cacao, son 3 los principales estados del país que producen la mayor parte:


  • Tabasco: 16, 269.56 toneladas.
  • Chiapas: 10,480.21 toneladas.
  • Guerrero: 219.59 kilogramos.
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Programa

En un intento por revertir la situación de la producción del cacao en nuestro país, la empresa Mars, por medio de su unidad de negocio Mars Chocolate México, creó el programa Por amor al cacao, “que forma parte de su continuo trabajo para estimular la sustentabilidad del fruto alrededor del mundo, fundamentado en su principio de reciprocidad con la sociedad”, explica en entrevista Yelile Habib, gerente de asuntos corporativos de esa compañía.

El programa referido, especifica, cuenta con el apoyo de Agroindustrias Unidas del Cacao, Fundación Cacao México, así como del gobierno federal a través de la Secretaría de Economía, y se trata de transferencia tecnológica a agricultores de una localidad de Chiapas, quienes después de haber puesto en práctica el conocimiento adquirido lograron pasar de 200 kilos de cacao usando una hectárea a 700 kilos en solo media hectárea.

Por amor al cacao, inició operaciones en el municipio chiapaneco de Pichucalco en abril de 2013 con el objetivo de apoyar y dar seguimiento a más de 800 agricultores. El programa es a diez años y durante ese lapso la empresa que representa invertirá más de 20 millones de pesos en proyectos de capacitación, fertilizantes y seguimiento de las cosechas de los productores participantes.

La inversión programada, no es un financiamiento, sino una donación; aunque el dinero no se otorga a los agricultores en efectivo, sino en especie, por medio de la enseñanza de mejores prácticas agroindustriales.

La meta es que su producción alcance 1.2 toneladas en los siguientes años y lograr la certificación UTZ de cacao orgánico producido en el país, que es un programa orientado a la sustentabilidad del mercado que mejora la agricultura y tiene un impacto positivo en la productividad, la calidad y la eficiencia.

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Sustentabilidad

La empresa a la que pertenece, señala Habib, cuenta con una cultura de cinco principios con los que opera a nivel global: calidad, responsabilidad, reciprocidad, eficiencia y libertad. “Nos enfocamos en desarrollar y ofrecer productos innovadores, además de fortalecer sus procesos para de esta forma corresponder a las necesidades del mercado”.

“La sustentabilidad es una prioridad en todas las facetas del negocio en el que participamos, al ser una de las compañías más grandes de chocolate en el mundo. Nuestro  compromiso se traduce en contribuir para que exista una industria cada día más sustentable del campo a los procesos de manufactura”.

Por otro lado, la empresa, en colaboración con el Servicio de Investigación de Estados Unidos, realizó en 2010 el mapeo del genoma del cacao y lo hicieron público, con el único propósito de compartir su conocimiento y hacer que las propiedades del cacao mejoren.

“Lo anterior requirió una inversión de ocho millones de dólares”.

En 2009, añade, se establecieron centros de desarrollo de cacao en Asia, particularmente en Indonesia. “Estos centros son proveedores de herramientas y técnicas de cultivo para mejorar la calidad del cacao y la calidad de vida de los productores”, afirma.

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Primeros pasos

Previo al inicio del programa en Chiapas, se realizaron visitas continuas y pláticas con los agricultores de Pichucalco que decidieron ser parte del mismo.

En la primera etapa,el apoyo se enfocó en la poda, mantenimiento y remoción de frutos enfermos; análisis de suelo para saber qué minerales les hacía falta, así como aplicar el fertilizante correspondiente en los siguientes tres o cuatro años, según resultados del análisis previamente realizado.

Posteriormente se injertaron árboles con variedades escogidas que fueran de mayor tolerancia a enfermedades como la moniliasis.

Todos estos elementos, afirma, hicieron posible que en diciembre de 2014 la primera cosecha de los productores participantes en Por amor al cacao se duplicara y en otros casos se triplicara.

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Responsabilidad social

Una de las características del proyecto, precisa, es que resulta 100% de responsabilidad social y que además de impactar positivamente en el aspecto ambiental busca tener efecto en tres áreas clave: productividad, desarrollo económico y desarrollo social.

En el caso de la productividad, abunda, “ayudamos a los productores de esa localidad a mejorar sus prácticas agrícolas, brindarles fertilizantes y proveerles de materiales de plantación de mayor calidad, así como entrenamiento para aumentar sus niveles de producción”.

El desarrollo económico, agrega, se da a partir de mejores ingresos como resultado justamente del incremento de la producción de cada agricultor, en tanto como parte del desarrollo social cada trimestre asociados (empleados) de Mars se inscriben en el programa de voluntarios y viajan a Pichucalco para realizar labores sociales.

El resultado, manifiesta, es que “se han mejorado las instalaciones de dos escuelas, donde la colaboración de más de 120 asociados de Mars México y padres de familia de la zona ha sido fundamental para que sus hijos tengan acceso a centros educativos dignos”.

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Finalmente, la parte ecológica se da por medio de la renovación de árboles. “Cada uno de ellos tarda tres años en rendir sus primeros frutos, pero nos encontramos árboles con 40 años de antigüedad, cuando lo recomendable es renovarlos cada 15 años, así que para reforzar la producción de cacao en Pichucalco en agosto pasado se puso en operación un vivero que dará en el primer año 75 mil plantas de cacao”.

Se estima que en los siguientes siete años, abunda, el vivero produzca 500 mil plantas y se restauren 400 hectáreas, con lo que más de 800 productores se verán beneficiados para renovar sus parcelas con variedades de cacao de mejor calidad. “Se espera que la producción ascienda a 480 toneladas de cacao anuales, lo que incentivará a las nuevas generaciones a continuar con esta tradición milenaria”, señala.

El objetivo principal del programa, precisa, es que los participantes pongan en práctica lo aprendido en sus demás hectáreas, pero sobre todo generar una onda expansiva de conocimiento compartido con más productores de la zona para obtener un bienestar común con acciones como las que trajo a colación.

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