Washington, Estados Unidos, 25 de marzo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) solicitaron a los países acreedores de deuda congelar los pagos correspondientes durante la crisis del COVID-19, para que las naciones deudoras puedan hacer frente a la grave situación sanitaria.
Aunque las problemáticas económicas y sociales podrían afectar a todos los países, aquellos con mayores condiciones de pobreza, donde un cuarto de la población habita, podrán tener las peores consecuencias, aseguraron los organismos, informó Europa Press.
De esta manera el FMI y el BM se han pronunciado sobre todo en favor de los países que forman parte del bloque de la Asociación Internacional de Desarrollo (IDA, por sus siglas en inglés), que se conforma por 76 naciones, sobre todo africanas.
Los organismos aseguraron que atrasar el pago de deuda también podrá beneficiar a la elaboración de un balance de las condiciones de la crisis que sufran estas naciones después de los pico más altos de contagio por COVID-19.
Además, el FMI y el BM aseguran que esta es una oportunidad para mostrar confianza y buenas señales frente a los mercados financieros globales, al igual que solidaridad con los países.