Por: Enrique León
eleonv@revistavertigo.com
La necesidad de transporte eficiente es una prioridad en las grandes ciudades, por lo que en la capital del país se busca incentivar a los habitantes para que adopten medios de transporte alternativo, como la motocicleta y la bicicleta.
Diariamente se ve a miles de automóviles particulares formados en las interminables filas del tráfico vehicular, todos con una característica en común: transportan a un solo pasajero, el conductor.
Es por ello que tanto gobierno como iniciativa privada se han dado a la tarea de promover el uso de vehículos ligeros que aminoren los problemas que se derivan del tráfico que a diario aqueja a la Ciudad de México y otras urbes del país.
Sin embargo, promover el uso de motocicletas y bicicletas no es suficiente si no se acompaña de políticas de protección a los usuarios de este tipo de vehículos de dos ruedas, no solo por la parte de vulnerabilidad al estar más expuestos que dentro de un automóvil, sino también por la falta de un reglamento adecuado a las necesidades de este tipo de vehículos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, actualmente “peatones, automovilistas, motociclistas, ciclistas, autobuses, camiones de carga y hasta vehículos de tracción animal que circulan por los complejos sistemas de transporte compiten por el uso del espacio en las vías de comunicación. Las fallas en el diseño de los sistemas de tránsito y de la infraestructura aumentan el conflicto entre los usuarios de las vías públicas y generan numerosos traumatismos, fatales y no fatales”.
Salir a la calle es una verdadera aventura, ya que no solo los automóviles representan peligro sino también la infraestructura urbana: falta de coladeras, letreros a punto de caer, puentes en mal estado y sin iluminación, calles sin señalamientos, escasa iluminación en pasos peatonales, etcétera.
Por eso, dice la dependencia, “los países tienen que atender el problema de accidentes a peatones con la convicción de que los sistemas de transporte pueden seguir siendo eficientes, al tiempo que ofrecen más seguridad para los peatones. Los ambientes seguros deben tener en cuenta la equidad en materia de espacio para los peatones en relación con otros modos de transporte. Este tipo de enfoque permite hacer ahorros de costos que serán no solo considerables, sino también duraderos. Para poner en práctica medidas que protejan a los peatones es necesario que las condiciones individuales, sociales, legales y ambientales sean entendidas y valuadas desde una perspectiva intersectorial”.
Seguridad vial
En este sentido es que el pasado 12 de mayo se celebró la Segunda Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, con la participación de la Organización Mundial de la Salud, la Secretaría de Salud federal, el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, las secretarías de Salud y Seguridad Pública del Distrito Federal, Italika SA de CV, Fundación Pro-Moto, así como diversas organizaciones de la sociedad civil que ofrecieron charlas y actividades encaminadas a “crear conciencia entre peatones, ciclistas y motociclistas sobre las acciones que están en sus manos para proteger y protegerse como usuarios vulnerables, informando al usuario de su responsabilidad en la movilidad y el uso adecuado de la vía pública”.
Si quieres leer el texto completo, descarga aquí la versión impresa en formato PDF.