Urgencias médicas y motos: pasiones unidas (i/ii)

Motocicletas ayudan a dar atención prehospitalaria más rápida en el Distrito Federal. 

Ricardo Pérez Valencia
Política
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Urgencias médicas y motos
Foto: Creative Commons/Keoni Cabral

En una situación de emergencia médica unos cuantos minutos pueden ser la diferencia entre la vida o la muerte: en urbes de tráfico vehicular tan complicado como el de la Ciudad de México es imprescindible tomar en cuenta este precepto y que una alternativa para solucionarlo es la motocicleta.

El doctor Rodrigo López de la Cerda, junto con cinco paramédicos, atienden en la actualidad un programa para la Secretaría de Salud del Distrito Federal que tiene el objetivo de brindar atención médica prehospitalaria y de urgencia, para lo cual se trasladan en motocicleta y logran disminuir de manera notoria los tiempos de respuesta.

“Actualmente en ambulancia, en promedio, se requieren más de 20 minutos para atender una urgencia, mientras que en las motos estamos haciendo debajo de siete minutos, y esto nos ayuda a dar un mejor servicio”, dice López de la Cerda a Vértigo.

Agrega que el proyecto tiene cuatro años aplicándose, pero en lo personal él cuenta con una amplia trayectoria en el servicio de atención de urgencias. “Fui primero paramédico y después médico; por otro lado, luego de cumplir los 18 años me subí a la motocicleta y, por el tráfico en esta ciudad, nunca más me bajé. Siempre he sido un apasionado de las motos, de las ambulancias y de las urgencias médicas. Siempre me apasionaron ambas cosas. En algún momento pensé que era una locura combinarlas, que era algo descabellado, pero lo empecé a probar y realmente funcionó como una buena herramienta para esta labor”.

Logro

Rodrigo López de la Cerda señala que la idea existe en el mundo desde los años setentas y actualmente se tiene muy probado este modelo. Añade que sus motocicletas están configuradas con equipo para dar soporte avanzado de vida, incluyendo un monitor, desfibrilador y botiquín de soporte avanzado, mientras que los paramédicos, tanto intermedios como avanzados, cuentan con la capacitación necesaria para atender las emergencias.

“Básicamente se hace en el lugar lo que se estaría haciendo en una sala de urgencias: si es un paciente grave se le empiezan a poner soluciones, a pasar medicamentos; si se requiere, se realiza un control avanzado de la vía aérea, se entuba al paciente en el lugar y una vez que está estable, si es necesario, se traslada en ambulancia a una unidad hospitalaria”.

Sin embargo, el especialista dice que la mayoría de los pacientes, casi 70%, no amerita ser trasladado por lo que se atiende y se quedan en el lugar de los servicios básicos. “Solo 30% requiere traslado a algún hospital, por lo que nos apoyamos con ambulancias para hacerlo; pero mientras llegan se va atendiendo al paciente, buscando en qué unidad hospitalaria será recibido y se le van dando medicamentos, tratamiento… La ambulancia solo llega para realizar el traslado”.

—¿Se logra una mejor atención al paciente?

—Sí, claro: mientras que se le traslada en ambulancia es muy importante que reciba ayuda lo más pronto posible, pues son pacientes graves, y hemos logrado hacer una diferencia de vida o muerte.