Motociclistas: a salvo

La obligación de garantizar la seguridad de los motociclistas por parte de los tres órdenes de gobierno se sustenta en el artículo cuarto de la Constitución: toda persona tiene derecho a la protección de la salud.

Redacción
Política
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El concepto Calle Completa se refiere a la convivencia de todos en el rubro específico de su capacidad de movilidad
Foto: Creative Commons

Por: Enrique León
eleonv@revistavertigo.com

Para todos los motociclistas el tema de la seguridad a la hora de conducir es una cuestión clave de vida, por lo que extremar precauciones cuando se maneja por calles y avenidas debe ser una prioridad.

Sin embargo, aun cuando un motociclista sea diestro en el manejo de su vehículo, existen factores de riesgo a la hora de transportarse, como calles y avenidas en mal estado; topes, boyas y demás obstáculos reductores de velocidad sin señalización adecuada; deficiente cultura vial por parte de otros conductores; placas de acero en curvas...

Por supuesto que no se excluye a motociclistas que incurren en irresponsabilidades, por lo cual es necesario reforzar la cultura vial en toda la población, ya que el concepto denominado como Calle Completa lo integran peatones, bicicletas, motocicletas, transporte público y automóviles; es decir, todos.

El concepto Calle Completa se refiere a la convivencia de todos en el rubro específico de su capacidad de movilidad y del impacto con el entorno, pero diversas autoridades insisten en discriminar a la motocicleta, incluyéndola en el mismo rubro que los vehículos de cuatro o más ruedas y excluyéndola, de esta forma, de políticas gubernamentales que garanticen su circulación, además de la seguridad de los motociclistas a la hora de conducir.

Esta resistencia por parte de diversos gobiernos estatales (incluido el DF) a reconocer los derechos de los motociclistas resulta incomprensible, pues está demostrado —no solo por expertos, sino además por estudios de diversas instituciones de reconocida calidad académica— que las motos desgastan hasta 100 veces menos la carpeta asfáltica que, por ejemplo, una camioneta de lujo; generan cantidades menores de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que cualquier vehículo de cuatro o más ruedas; contribuyen a reducir el tráfico vehicular por su tamaño y agilidad de conducción...

Debido a esta discriminación es que las acciones de algunos gobiernos no garantizan la seguridad física o de salud de los motociclistas, pese a que es un derecho constitucional.

Reflectores

Por fortuna, existen acciones por parte de algunas autoridades que se preocupan también por la seguridad de los motociclistas, como el caso de la Comisión Nacional para la Prevención de Accidentes, que ha generado el documento Modelo de intervenciones para la prevención de lesiones en motocicleta, 2012-2020, en el que se dan recomendaciones para que autoridades gubernamentales implementen acciones específicas encaminadas a garantizar la seguridad vial de los motociclistas.

Mención importante va para el ayuntamiento de Toluca, Estado de México, que a través de la Comisaría de Seguridad Vial no solo se preocupa por los motociclistas al implementar campañas de educación vial y concientización de acciones de seguridad, sino que además sustituye boyas tradicionales, que fungen como topes reductores de velocidad, por boyas de material plástico de alta resistencia con reflejantes grado diamante, tecnología que permite a cualquier conductor, pero en especial a los motociclistas, observar el reflejo que se genera en la boya y prevenir su paso a través de ellas con anticipación, lo cual no ocurre con las boyas metálicas pintadas.

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