Fin de año sobre (dos) ruedas

A pesar de los avances en incentivar el uso de motocicletas en el país, falta mucho camino por recorrer para que se consolide su presencia y sea determinante en la solución del caos vial.

Redacción
Política
Compartir
Caravana de la felicidad en Tijuana
Foto: Internet

Por: Enrique León
eleonv@revistavertigo.com

Actualmente hablar de motociclismo en México no significa solamente abordar el aspecto deportivo de las competencias de carreras y motocross, o de la figura emblemática del renegado rebelde sin causa: al contrario, el motociclismo en nuestro país, y específicamente en las grandes ciudades, es ahora un tema de sustentabilidad, protección al medio ambiente, ahorro económico y mejor calidad de vida.

Lo anterior se debe a que, según expertos en temas de urbanidad, la motocicleta es la solución a los problemas de tráfico vehicular, contaminación ambiental, estrés, así como de economía familiar, debido a que está comprobado que cambiando sólo 10% del parque vehicular por motocicletas se reduce el tráfico vial hasta en 40%.

Además, no hay que olvidar todos los beneficios que conlleva el uso de la motocicleta como medio de transporte en las grandes ciudades: reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI), ahorro económico para las familias, disminución de tiempos de traslado, así como mejora en la calidad de vida de los motociclistas.

Avances

El año que está por concluir ha sido benéfico para muchos motociclistas: autoridades de los tres órdenes de gobierno ya han volteado a ver a este vehículo como una solución plausible para reducir los problemas derivados del tráfico vial en las ciudades mexicanas.

Se han realizado foros; se han llevado a cabo reformas a leyes federales, se implementaron programas estatales y municipales en beneficio de los motociclistas…

Ahí está como ejemplo el foro La motocicleta y el desarrollo en México, realizado en la Cámara de Diputados, donde se reunieron autoridades federales y de la Ciudad de México, así como asociaciones y ciudadanos, para formar un frente común y propiciar acciones a favor de los motociclistas.

También, la reforma a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal para reducir el costo del peaje para motocicletas en las carreteras de cuota del país; o el programa Un casco, una vida, que se desarrolla en el municipio de Guasave, Sinaloa, enfocado a crear conciencia de seguridad vial entre todos los habitantes del municipio, por mencionar algunas acciones llevadas a cabo durante 2012.

Asimismo, diversas asociaciones de motociclistas en varios puntos del país se dieron a la tarea de realizar actos de apoyo a los más necesitados, como sucedió en Tijuana, Baja California, donde la agrupación de motociclistas Sólo Ángeles entregó en días pasados miles de juguetes a niños de escasos recursos.

Retos

Aún falta mucho para lanzar las campanas al vuelo, pues la motocicleta no se ha colocado en el lugar que le pertenece como solución de los problemas viales, ya que a pesar de que actualmente muchos ciudadanos de escasos recursos pueden adquirir estos vehículos de dos ruedas a muy bajo costo y con facilidades (lo cual no sucede con ningún tipo de vehículo de cuatro ruedas), no se han logrado los programas de educación vial que México necesita con urgencia para garantizar la seguridad tanto de motociclistas como de conductores de autos y ciudadanos en general, por ejemplo.

Aunado a lo anterior, en algunas ciudades como el DF el registro de estos vehículos de dos ruedas es deficiente y, de acuerdo con los propios motociclistas, el trámite de emplacamiento es deficiente, lo cual hace inviable la circulación de las motocicletas según el Reglamento de Tránsito.

Asimismo, es necesario avanzar en materia de infraestructura vial, como carriles de cortesía para motocicletas (probado con éxito en diversas partes del mundo desde la década de los setenta); estacionamientos para este tipo de vehículos en la vía pública; respeto a los espacios en estacionamientos privados y de comercios; o incluir a las motos en la posibilidad de compartir carriles exclusivos de transporte público (esto ya se aplica en el caso de las bicicletas).

En materia medioambiental, la motocicleta ofrece múltiples beneficios: bajos niveles de emisión de GEI y un reducido deterioro a la carpeta asfáltica.

Además, como es un vehículo con una mayor movilidad en los embotellamientos de las horas pico en las ciudades, no genera grandes cantidades de calor, contribuyendo de esta forma a paliar el calentamiento global.

Por mencionar un ejemplo de cómo la motocicleta contribuye a disminuir la contaminación en las ciudades, veamos el caso de Tokio, ciudad que en los años setenta tenía los índices de contaminación más altos de todo el planeta, pero que debido a las políticas para incentivar el uso de transporte público y sustitución de gran parte del parque vehicular por motocicletas, en la actualidad se encuentra muy por debajo de los niveles de contaminación que presenta el DF.

Esperamos que este año que pronto inicia sea productivo y benéfico no sólo para los motociclistas, sino para todos en general.