Al norte de México, dentro del desierto de Coahuila, los cerros se abren y dan paso al agua para formar una de las reservas de manantiales y lagunas más extraordinarias del planeta: Cuatro Ciénegas.
Se trata de un humedal que en 1994 fue declarado Área Natural Protegida y se considera uno de los más importantes del país y del mundo debido a que en sus acuíferos se encuentra agua fósil de casi 220 millones de años, donde habitan microorganismos que han existido a lo largo de importantes cambios en la Tierra.
Es un lugar único, porque guarda en los genes de los microorganismos que allí habitan la historia de cómo cambió el planeta, no una sino varias veces.
Maravilla
La reserva cuenta con un sistema hidrológico actualmente conformado por casi 300 pozas naturales, en una extensión de 80 kilómetros, que abastecen de agua a los habitantes de la región.
Sin embargo, hoy este sistema se ve amenazado por la sobreexplotación para usos principalmente agrícolas.
“De los cuatro humedales que existían en ese valle, ya no queda ninguno sin perturbar, porque desde hace 60 años se perforó el manantial principal para la captación de agua empleada en sistemas de riego”, señala Valeria Souza Saldívar, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, durante un recorrido por la zona.
Souza Saldívar advierte que la desertificación amenaza a Cuatro Ciénegas porque la región —que de por sí presenta una tendencia natural a la degradación por sus características áridas— está secándose rápidamente debido a las actividades humanas, lo que rompe el equilibrio del ecosistema.
Explica que ello obedece a que el agua no se utiliza de forma sustentable y si bien en Cuatro Ciénegas está protegido cada pez, nadie defiende el agua; y lo que es peor: en México no existe ninguna ley que proteja este valioso recurso.
Alfalfa vs. nopal
Al respecto, Juan Carlos Ibarra, subdirector de Protección de Flora y Fauna en Cuatro Ciénegas, señala que las estrategias relacionadas a la gestión del agua deben estar encaminadas a un uso mucho más eficiente del vital líquido: mejor conducción, sistemas de riego óptimos, además de utilizar cultivos menos demandantes de agua, como lo es la alfalfa, que actualmente predomina en la región, de tal manera que el humedal pueda seguir teniendo esta humedad y nivel de agua.
“El cultivo del nopal es una buena opción para sustituir la siembra de forrajes altamente demandantes de agua; es una de las alternativas por la que algunos productores locales han apostado, además de la implementación de sistemas de riego por goteo, que reducen hasta diez veces el consumo de agua”, subraya.
Sin embargo, ejidatarios como Juan Ramón Navarro Villegas, comisionado ejidal del Cuatro Ciénegas, manifiestan que otro tipo de alimento para el ganado, que requiere menos agua, como el nopal u otra clase de follaje, es diez veces más caro para invertir.
“Con la alfalfa no somos ricos, pero vivimos cómodos. La siembra es nuestra vida, pero nos quieren quitar el agua; nos están quitando media vida”, afirma Navarro.
El conflicto
De acuerdo con ejidatarios de la región, el conflicto surge “porque desde hace varios meses se había estado realizando una obra hidráulica que lamentablemente había tenido problemas en su ejecución; y, por otra parte, la dirección local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) había hecho algunos compromisos desde el año antepasado con los productores, que lamentablemente no se han cumplido”.
Al respecto, el titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Luis Fueyo MacDonald, reconoce que el Valle de Cuatro Ciénegas se encuentra en estado serio de deterioro y deberán revisarse las obras que realizó Conagua el año pasado para entubar y distribuir el agua.
En entrevista luego de un recorrido por el ejido para conmemorar el Día Mundial de los Humedales, Fueyo MacDonald señala que “las obras ya están en camino, pero habrá que evaluarlas; y aquello que se haya hecho mal, corregirlo”.
Explica que desde hace más de 40 años los ejidatarios que producen follaje para alimentar ganado obtenían agua a través de canales a cielo abierto, por lo que entubar el líquido significaría una mejor opción para evitar pérdidas por evaporación. No obstante, el sistema ha impactado al ecosistema por manejarse de manera combinada.
La Conanp también reconoce que deberán revisar la obra de Conagua para establecer si realmente se está extrayendo una cantidad de litros que no afecte la capacidad de recuperación de todo el humedal.
El valle, de acuerdo con Fueyo, tiene potencial turístico, pero se requiere que sea conservado para mantener la atención.
Alternativas
Ante la situación, el director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en México, Omar Vidal Pinzón, considera que para mantener viva esta zona se requiere regular los flujos de agua y trabajar con las comunidades de la región en alternativas económicas.
“El líquido que se ahorre tiene que mantenerse en el ecosistema para permitir esa recarga; y, por otro lado, se tiene que trabajar con las comunidades en alternativas económicas”, señala Vidal.
Agrega que la mejor manera de apoyar a los pobladores de la región sin afectar el medio ambiente es dándoles alternativas económicas, como con los cultivos que consumen menor cantidad de agua, a la par de apoyar la conservación de la región con educación ambiental.
Las sierras que rodean Cuatro Ciénegas también dan oportunidad para que actividades relacionadas con prácticas deportivas, como el ciclismo, puedan desarrollarse en el lugar.
El director del WWF México subraya la importancia de los humedales, pues son áreas donde por su aislamiento y su riqueza se produce una cantidad de especies que no hay en ninguna otra parte del planeta. “Si los perdemos será un desastre para toda la humanidad. Desde ese punto de vista, Cuatro Ciénegas, de los dos mil 150 humedales que hay en el planeta, es sin duda uno de los más importantes”.