EN ESPONJAS MARINAS, POTENCIALES FÁRMACOS CONTRA COVID Y ALZHEIMER

“Hasta la fecha se han descrito cerca de nueve mil especies de esponjas en el mundo”.

J. Alberto Castro
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Hoy la ciencia de vanguardia mira a los océanos del planeta cuyas profundidades atesoran miles y miles de moléculas contenidas en especies marinas que en un futuro próximo se podrían convertir en nuevos e innovadores medicamentos o tratamientos contra males tan diversos como cáncer, epilepsia, Parkinson, Covid-19 o Alzheimer.

La gran mayoría de los fármacos comerciales son de origen terrestre. Por ejemplo, la penicilina procede de un hongo y la famosa aspirina de la corteza de un sauce blanco.

Esta vía sobrexplotada solo supone 30% del planeta: el otro 70% por descubrir lo tenemos en los fondos marinos, donde de acuerdo con los expertos hay 100 millones de veces más células que estrellas en el Universo.

Hasta ahora, de la inmensidad marina repleta de diversidad biológica aún no se investiga ni 1%. De ahí que las probabilidades de encontrar nuevos medicamentos en la vastedad de los océanos son más altas que en la tierra continental. Esto último representa una seria esperanza en un mundo necesitado de nuevos fármacos, sobre todo antibióticos y contra inesperadas patologías como la viruela del mono.

En la actualidad los fármacos de origen marino que han llegado al mercado farmacéutico de la Unión Europea y Estados Unidos, además de otros países como Australia y China, son 17. De ellos, seis han sido aprobados en los últimos tres años. En su mayoría son agentes anticancerígenos, aunque el abordaje del dolor crónico, la hipertrigliceridemia y las infecciones víricas también representan patologías con usos aprobados.

Los profesores de Farmacología Francisco López Muñoz y José Antonio Guerra sostienen que en la actual cartera de proyectos clínicos existen más de 30 candidatos a fármacos que proceden del entorno marino.

Entre los anticancerígenos y un supresor de dolor destaca la plitidepsina, que es un depsipéptido cíclico descubierto en un tunicado marino, la ascidia o Aplidium albicans, ya comercializado con la marca comercial Aplidin en Australia por la compañía española PharmaMar para el tratamiento del mieloma múltiple. Sin embargo, en la actualidad se investiga en Fase 3 como agente antiviral para el tratamiento de Covid-19 por su capacidad inhibitoria de la replicación del virus.

En este panorama sorprende el investigador Dawrin Pech Puch, un biólogo marino que ha descubierto que moléculas de esponjas marinas halladas en las costas de la Península de Yucatán son potenciales fármacos para abatir enfermedades como Alzheimer y Covid-19.

Auspiciado por universidades de España, Reino Unido, Alemania, Portugal y México, afirma que “las moléculas que aislamos de varios tipos de esponjas tienen poderes antiinflamatorios para tratar el Alzheimer y otras dos resultaron con potencia antivírica capaces de neutralizar al virus SARS-CoV-2”.

El científico, quien estudia un posdoctorado en la Universidad Autónoma de Yucatán, asegura que su investigación se centra en la exploración y búsqueda de fármacos en especies marinas y resultó que las moléculas también pueden ayudar a combatir células cancerígenas y bacterias multirresistentes que hay en hospitales.

De 30 años, el experto recuerda que México es un país rico en biodiversidad y su investigación trata de aprovechar las adaptaciones de los organismos y darles un uso.

Moléculas

Pech Puch considera necesario ahora diseñar un catálogo para conocer y cuantificar las esponjas, que a veces “usan sus moléculas para alimentarse, defenderse de depredadores, competir entre ellas y poner su espacio en el ecosistema marino, que es rico en la producción de fármacos”.

Dice que los resultados son óptimos. “De 40 moléculas, diez registran una actividad antibacteriana frente a cuatro bacterias multirresistentes, cuatro sobre adenovirus, cinco activas contra cinco tipos de cáncer y dos potentes fármacos contra el coronavirus”. Ahora está en la fase de sintetizar la molécula del producto natural y lo que sigue es evaluar la actividad del fármaco frente al virus.

En Yucatán y Quintana Roo otros investigadores estudian grupos de moluscos, cónidos y algas marinas, pero las esponjas son poco exploradas. Por ello Pech Puch decidió investigar sobre ellas en la zona del Caribe y el Golfo de México, el Arrecife Alacranes, Cozumel y playas cercanas a Belice.

Sobre las esponjas marinas, fuente principal de su trabajo, explica que son organismos acuáticos primitivos “que habitan desde hace millones de años en el ambiente marino y las hay también en ambientes dulceacuícolas. Estos animales, que no tienen tejido, se forman de conjuntos de células y habitan en diversas profundidades que van de cero a miles de metros”.

Añade que “a veces usan sus moléculas para alimentarse, defenderse de los depredadores, competir entre ellas y poner su espacio en el ecosistema marino, que es rico en la producción de fármacos”, detalla.

Las esponjas (Phylum porifera) se distinguen por tener un cuerpo lleno de poros y canales. De ahí su nombre científico, derivado del latín porus (poros) y ferre (llevar), “por donde circula una corriente continua de agua”. Son de colores sorprendentemente diversos y tienen tamaños muy variados, desde pocos milímetros hasta más de dos metros de altura.

Una vez que se recolectan las esponjas se sigue un proceso químico que consiste en obtener los productos naturales que están dentro de las células de la especie marina.

Entusiasta, desvela que a partir de una mezcla de disolventes se logra romper las células y extraer los compuestos de interés de las esponjas para seguir con un proceso de aislamiento utilizando herramientas cromatológicas que básicamente son estrategias de separación para aislar cada molécula.

Hasta la fecha se han descrito cerca de nueve mil especies de esponjas en el mundo, de las que la mayor parte habita en aguas marinas y solo 150 viven en agua dulce (Bergquist, 2001). Actualmente se incluye un catálogo que contiene información de las tres clases, 19 órdenes, 58 familias, 122 géneros y 268 nombres de especies válidas, así como 153 sinónimos de especies.

Originario de Tixkokob, Yucatán, el estudioso considera prioritario levantar un catálogo para cuantificar a las especies de esponjas que se encuentran en las costas del Caribe mexicano y de Belice, ya que él al menos trabajó con 65 pero estima que hay cientos de ellas en este rincón del planeta.

Comprometido con el descubrimiento de fármacos a partir de productos naturales del mar, promete dar a conocer muy pronto los resultados de la nueva fase de investigación referente al Alzheimer y el Covid-19.

Entretanto, este hombre de ciencia por cuyas venas circula sangre maya ha demostrado con sus prometedores hallazgos que el desarrollo de nuevos y mejorados métodos de síntesis orgánica hace posible la obtención de compuestos marinos activos y prometedores en las cantidades necesarias para realizar estudios preclínicos y los posteriores ensayos clínicos.

Igualmente muestra cómo la enorme biodiversidad marina de los océanos nos depara muchas sorpresas terapéuticas, que en la actualidad apenas podemos intuir.