Con el cierre de los cómputos distritales del Instituto Nacional Electoral (INE) se confirmó el triunfo de Claudia Sheinbaum en la elección presidencial con un total de 35 millones 923 mil 969 votos, lo que se traduce en 59.75% de la votación total.
Luego de ratificarse su victoria Sheinbaum agradeció a los mexicanos e hizo énfasis en señalar que dichos votos son “el reconocimiento del pueblo de México a que vamos por buen rumbo y de la confianza en que seguiremos avanzando con la Cuarta Transformación”.
Asimismo, expresó que su convicción siempre será “la apertura al diálogo, el fortalecimiento de las libertades, la democracia y, por supuesto, la cercanía con el pueblo de México. Vamos a seguir construyendo prosperidad compartida. No les voy a fallar: vamos por el segundo piso de la Cuarta Transformación”.
De igual forma, la morenista señaló que formará un gabinete “con personas honestas, trabajadoras, conocedoras de los temas y con mucha convicción en nuestro proyecto”. Además, adelantó algunas de sus prioridades en temas de política exterior, como el apoyo a migrantes, la relación con Estados Unidos y la presencia de México en el mundo.
“Vamos a apoyar a los migrantes, pero vamos a seguir insistiendo en que la solución de fondo es que se evite la migración. Vamos a insistir, sea quien llegue, Trump o Biden; nos vamos a acercar y vamos a trabajar en lo que pensamos que es la solución integral del problema general de la migración, que es la cooperación para el desarrollo”, puntualizó.
Respecto de las políticas internas, la ventaja de Morena en el Congreso de la Unión puso bajo los reflectores el llamado Plan C, una serie de reformas que incluyen cambios en el Poder Judicial y que futuros legisladores oficialistas comenzaron a barajar en sus mensajes
En este sentido, Sheinbaum señaló que es un tema que “se tratará en su momento”, pero “no se va a afectar a nadie” con él.
De hecho, la ganadora de la elección presidencial detalló que junto con el exministro Arturo Zaldívar evaluaría la reforma que propone que jueces y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sean elegidos a través del voto popular.
Aunado a ello, destacó que el resto de iniciativas formuladas por el presidente Andrés Manuel López Obrador no tiene “una ruta definida y mi posición es que debe abrirse un diálogo: tiene que evaluarse la propuesta y en su momento, pues ya aprobarse”.
Por otro lado, el jueves 6 de junio la futura presidenta recibió la visita de los directivos regionales de BlackRock, una de las operadoras de fondos de inversión más grandes e importantes del mundo. Con ello Sheinbaum se comprometió a incrementar los proyectos de inversión en México, pues forma parte de su estrategia económica.
Sin confrontación
El martes 4 de junio Sheinbaum designó a Juan Ramón de la Fuente como coordinador del equipo de transición.
El exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajó con la morenista cuando lideró los Diálogos por la Transformación, con los que se dialogaría con la sociedad civil para construir un plan de gobierno en diciembre del año pasado.
Poco después De la Fuente aseveró que habrá continuidad respecto a la administración de López Obrador, sin que haya sometimiento: “Queremos avanzar sin ruptura y sin sumisión. Hay afinidad ideológica, por supuesto: ambos vienen del mismo movimiento. Pero hay diferencias fundamentales en la personalidad, en el estilo, incluso en las prioridades. Lo que sí está claro es que no queremos entrar en una confrontación”.
Además, puntualizó que Sheinbaum espera “voluntad política” por parte de la oposición: “Hay un compromiso de respetar los derechos de unos y otros; y de mantener los canales de diálogo abiertos: eso es lo que estamos ofreciendo. ¿Qué esperamos a cambio? Voluntad política para transitar civilizadamente hacia la siguiente etapa, hacia el siguiente episodio de la vida nacional”.
En este sentido, reiteró que siempre habrá un diálogo abierto con la sociedad civil para tratar los temas más complicados, aunque ejercerán su derecho de mayoría: “Queremos hacerlo con respeto, con diálogo, con la participación de las fuerzas minoritarias que tienen un lugar en la democracia. Pero también queremos hacerlo ejerciendo nuestro derecho de mayoría, ganado legítimamente en las urnas. Así funcionan las democracias, hay que asumirlo, hay que acatarlo con madurez y hay que llevarlo a la práctica con la mayor sensatez y responsabilidad de que seamos capaces”.
Luego del triunfo de la morenista circuló un documento falso en el que se revelaba el supuesto gabinete de la próxima administración. Por ello, como coordinador del equipo de transición de Sheinbaum, el exrector De la Fuente insistió en que hasta el cierre de esta edición el único miembro anunciado y ratificado es Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda y Crédito Público.
De hecho, el economista emitió un breve comunicado para apaciguar el nerviosismo y la volatilidad de los mercados financieros. En él se compromete a reducir “el endeudamiento generado cada año de cara a 2025, hasta niveles compatibles con un rango de deuda/PIB sostenible en el mediano plazo, con 3% del Producto Interno Bruto”.
Además, señala que las prioridades de la nueva administración serán “la estabilidad macroeconómica, la prudencia fiscal y la viabilidad de nuestros objetivos fiscales”. Concluye el comunicado afirmando que el proyecto “se basa en la disciplina financiera, acatando la autonomía del Banco de México, el apego al Estado de Derecho y facilitando la inversión privada nacional y extranjera”.
Con todo, los expertos señalan que el primer gran reto para la próxima administración será conseguir una estabilidad financiera que cumpla con los objetivos de crecimiento de la deuda.
El lunes 10 de junio se reunirán el presidente López Obrador y Claudia Sheinbaum, con lo que se espera un mensaje transparente y abierto sobre la transición que pueda apagar la volatilidad económica.