Agricultores en Haití mantienen los cultivos pese a las catástrofes naturales

“Cuando nuestras tierras se inundan, perdemos todas nuestras cosechas”

Redacción
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ONU

Una gran mayoría de la población, principalmente rural, del norte del país se enfrenta a una crisis de hambre, según el último informe de la Fase de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria, que ofrece una visión general de la gravedad y la magnitud de la inseguridad alimentaria y la malnutrición.

El Gobierno de Haití, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otros socios, ayudan a los agricultores de la región a recuperarse de un ciclo de sequías e inundaciones. Muchos de ellos han recibido ayudas económicas para trabajar en proyectos que han aumentado la resiliencia de sus comunidades.

Al igual que los agricultores de todo el mundo, están muy orgullosos de su modo de vida y de los cultivos que cosechan, y solo desean poder ofrecer un futuro a sus familias. Estas son algunas de sus historias.

“Cuando nuestras tierras se inundan, perdemos todas nuestras cosechas. En enero, perdí todas mis judías, así como el maíz, los plátanos, las patatas, los ñames y la calabaza. Esta tierra alimenta a una familia de diez personas, pero no tenemos reservas de alimentos. He estado trabajando en la tierra de un vecino para poder compartir algunos sus productos agrícolas. Hoy solo han podido comer mis tres nietos; les he dado café y pan. Para el resto de la familia, estoy preparando unas judías que serán nuestra única comida del día.

He plantado para la próxima temporada y así volveremos a tener comida más adelante, pero hasta entonces pasaremos hambre.

Además, he trabajado para la comunidad aquí en Dubuisson entre julio y septiembre del año pasado. Construimos unas estructuras para que las repercusiones de las futuras inundaciones sean menos graves. Ese dinero me ha ayudado mucho”.

“La tierra de Limonade es fértil y tenemos muchas lluvias, pero siempre nos ha resultado difícil regar nuestros cultivos de forma constante. Trabajamos con el Programa Mundial de Alimentos para cavar canales de riego en las tierras de nuestra asociación de 200 agricultores y ahora podemos bombear agua para cultivar una amplia gama de nuevos productos, como berenjenas, coles, espinacas, cebolletas y remolachas. Ahora puedo volver a comer ensalada de remolacha los domingos, una costumbre local que me gusta mucho.

Antes de llevar a cabo la irrigación, durante la sequía solo podíamos comer una vez al día, pero ahora comemos tres veces al día y, además, podemos vender alimentos para cubrir las necesidades de nuestras familias.

Estoy orgulloso de ser agricultor, esta es mi vida; es una buena vida. Mis hijos continuarán la tradición de dedicarse a la agricultura, que es muy potente en esta región”.

“Mi vecino quería cortar un antiguo árbol de mango para hacer carbón, pero impedí que lo hiciera porque sé que la deforestación provoca la erosión del suelo, lo que perjudica a todas las personas y especialmente a los agricultores de Pilette, donde vivo.

Gracias al proyecto del Programa Mundial de Alimentos en el que participé, aprendí que la reforestación es muy importante para proteger el suelo y evitar las inundaciones; así que estoy deseando que se planten más árboles de mango, aguacate, cacao y café. Estos árboles protegerán nuestro medio ambiente y nos proporcionarán alimentos nutritivos.