A un par de meses de que inicie la organización del proceso federal y 32 procesos locales para las elecciones de 2021, así como a poco menos de un año de la jornada electoral, los partidos políticos, gobernantes y autoridades comienzan a definir estrategias y a emitir pronunciamientos para descalificar al adversario.
Para los expertos es de esperarse una intensa confrontación por el poder, dada la gran cantidad de cargos en disputa —más de 21 mil— y, sobre todo, por la importancia de estos: diputaciones federales, gubernaturas y Congresos locales.
A juicio de los analistas y dicho por los propios actores políticos, la de 2021 es una elección de vital importancia tanto para el presidente de la República y su partido como para la oposición.
Para el régimen porque le representa el desafío de mantener el control de la Cámara de Diputados y arrebatar gubernaturas a sus adversarios (Morena-PES solo tienen siete de 32 gobiernos estatales), para con ambas acciones “consolidar la Cuarta Transformación”.
Y para la oposición porque representa la oportunidad de recuperarse de su estrepitosa derrota en 2018, además de que busca afanosamente arrebatar el control de la Cámara de Diputados al régimen para convertirse en un verdadero “contrapeso” del Poder Ejecutivo federal.
Es un hecho que la clase política y otros sectores de la sociedad desde ahora tienen puesta la mira en los comicios del próximo año: legisladores, funcionarios y otros personajes comienzan a ser proyectados o bien autoproyectarse para diversos cargos de elección, así como también comienzan a hacerse notar los operadores de las estrategias político-electorales.
BOA
Prácticamente durante todo el primer semestre del año la agenda nacional estuvo marcada por la crisis económica y la inseguridad, pero sobre todo por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19. Y fue hasta el pasado 9 de junio cuando el tema electoral ocupó buena parte del interés público.
Aquel día, en su habitual conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó a su vocero que diera a conocer un supuesto “documento confidencial” que habría sido entregado en sus oficinas por alguien “del mismo pueblo”.
El documento, refirió el vocero Jesús Ramírez, “se llama Rescatemos a México y el proyecto es Bloque Opositor Amplio (BOA)”. Su objetivo, afirmó, “es promover el desplazamiento de Morena de la mayoría de la Cámara de Diputados en 2021, revocar el mandato presidencial en 2022”.
El funcionario indicó que el documento contiene un diagnóstico en el cual se expone:
“El gobierno ha logrado mitigar el impacto económico de la crisis sanitaria del coronavirus regalando grandes cantidades de dinero público entre los afectados, a través de los programas sociales. Es dinero sin ninguna utilidad efectiva contra la pobreza, pero con beneficios político-clientelares inmediatos. No obstante lo anterior, es posible desplazar a Morena en las próximas elecciones federales y locales si se aplica desde ahora una estrategia en dos frentes. Por un lado, potenciar las debilidades y limitaciones de Morena; y, por otro, integrar un Bloque Opositor Amplio a la 4T donde participen PAN, PRI, PRD, MC, gobernadores, alcaldes, grupos empresariales locales y organizaciones de la sociedad”.
Finalmente el vocero expresó que entre los promotores y actores del bloque opositor se encuentran, entre otros, empresarios, asociaciones civiles, gobernadores de oposición, los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón e incluso consejeros del Instituto Nacional Electoral y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Banderazo de salida
Prácticamente todos los personajes mencionados por el vocero presidencial rechazaron formar parte del bloque.
Sin embargo el 16 junio el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, anunció que planteó al PRD y MC formar una coalición parcial en los comicios del año próximo:
“Formalmente he planteado al PRD y MC que en algunos distritos en específico pudiéramos ir coaligados para la elección en la Cámara de Diputados, no una coalición total en 300 distritos federales electorales sino parcial. El objetivo es construir una nueva mayoría en San Lázaro para reconducir la política económica, social y de seguridad en nuestro país. Entonces, sí estamos por construir acuerdos con los partidos en aquellos lugares donde sea conveniente. Estamos hablando de 75 a 100 distritos electorales”.
El mismo día 16 de junio el presidente nacional de MC, Clemente Castañeda, respondió a los panistas: “Para Movimiento Ciudadano este no es el momento de hacer cálculos electorales sino el momento de trabajar unidos para salvar vidas y proteger la economía nacional y de las familias. Agradecemos la invitación, pero en MC no creemos, al día de hoy, que la alternativa para 2021 sea la formación de bloques, un escenario de polarización al que el presidente de la República quiere llevar al país”.
Días después Ángel Ávila, dirigente nacional del PRD, expuso: “El partido busca la más amplia alianza con todos los sectores de la sociedad para que en 2021 exista una recomposición de la Cámara de Diputados con una mayoría legislativa responsable”.
El 18 de junio Alberto Anaya Gutiérrez, coordinador nacional del PT, solicitó a las dirigencias de Morena y el Partido Verde “formar un gran frente amplio unitario para la elección de 2021 para que el presidente López Obrador obtenga el apoyo del Congreso de la Unión”.
Ante dicha propuesta el dirigente nacional de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, se comprometió a tratar el tema al interior de su partido: “Vamos a consultar y plantear en el próximo congreso el tema de la alianza, pero de entrada lo vemos factible”.
En tanto Carlos Puente, dirigente del Partido Verde, apoyó la solicitud y mencionó que ve “necesaria esta alianza para resolver las grandes problemáticas del país”.
Finalmente el mismo 18 de junio el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, afirmó que “es una falta de sensibilidad hablar de coaliciones partidarias cuando gran parte del país está pensando qué poner en la mesa”.
Panoramas
Sin duda la elección de 2021 contiene una serie de elementos inéditos, a decir de los expertos.
Uno, un régimen nuevo; dos, el primer mandatario tiene la mayoría en el Congreso de la Unión; tres, a los problemas tradicionales como inseguridad y crisis económica se agrega la emergencia sanitaria; cuatro, existe la percepción de que la oposición no tiene fuerza ni figuras importantes.
Para el coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Universidad Iberoamericana, Miguel Calderón Chelius, la futura elección se puede convertir en un proceso “necrófilo”, donde cada muerte a causa de este virus se usará en contra de Morena.
“La pandemia se ha vuelto centro del debate, centro de la disputa, y me temo que vamos a tener un proceso electoral realmente horrible, porque será totalmente necrófilo; la discusión estará en torno de los muertos; es decir, por cada muerto que inevitablemente haya habrá cientos de miles de tuits que van a lanzarse contra los gobiernos a nivel local o a nivel federal”, señala.
A su vez Claudia Ramón Pérez, catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Puebla, dice que a la pandemia se agregarán en los debates políticos los problemas de seguridad pública y de crecimiento económico: “Uno será el tema de cómo se esté manejando la pandemia; otro tiene que ver con la percepción que hay de la seguridad; e indiscutiblemente, el tema del desempleo”.
Ambos especialistas consideran que también pueden repercutir en las preferencias electorales los problemas internos de los partidos, de manera particular la confrontación interna en Morena.
En este sentido tanto Claudia Ramón como Miguel Calderón consideran que la oposición se encuentra debilitada y sus posibles triunfos dependerán más del daño que se cause Morena a sí mismo.
“La oposición ¿dónde está? Los nombres de los candidatos que suenan en los distintos partidos son los mismos que ya perdieron, son los que no lograron convencer al electorado. Ni el PRI ni el PAN han logrado revitalizarse; dependen total y exclusivamente del daño que se autoinflinge Morena”, puntualiza Calderón.
Por ello considera esencial que el PAN busque una alianza con el mayor número de partidos posibles “ya que cada partido que decida competir solo le estaría quitando más votos a la oposición que los que le pueda robar a Morena”.
Refirió que es importante seguir de cerca a MC: “Particularmente Movimiento Ciudadano me parece que puede tener interés en ir solo, porque busca constituir una alternativa que en algún momento dado pueda desplazar al PRI o al PAN”.
Claudia Ramón asevera: “No visualizo actor político en el PRI o el PAN que empiece a posicionarse de manera sistemática; podemos hablar de una, dos o tres personas, pero yo no visualizo a nadie”.
Por otro lado Manuel Quijano Torres, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, afirma que “el gobierno federal está decidido a mantener su mayoría absoluta en la Cámara de Diputados en las elecciones del próximo año, ya sea con un partido o con la articulación de otros aliados”.
Asimismo comenta que la actual situación económica “puede traer dificultades para el sistema político: la pandemia desacelera la economía y se calcula que de los 120 millones de mexicanos que viven en el país, 60 millones serán pobres a finales de año y de ellos alrededor de 15 millones estarán en pobreza extrema; y no solo por falta de dinero sino también por falta de accesos a los servicios públicos”.
Comenta que otro elemento a considerar es que el próximo año podríamos ver en la boleta electoral nuevos partidos y, en consecuencia, podría darse una dispersión del voto: “Nunca en la historia de nuestro país se habían registrado tantos partidos. Aunado a esto hay una sociedad dividida y hay muchos temores, por lo que se van a dar nuevas formas de comportamiento social”.
El catedrático de la UNAM también refiere que es probable que el PRD llegue a su fin como instituto político, porque no podrá conseguir resultados suficientes para conservar el registro. Y considera que “la tendencia nacional es hacia el bipartidismo, con Morena y el PAN, lo cual no es el escenario idóneo ya que a México le conviene más un tripartidismo”.
Luis Carlos Ugalde, director de la Consultoría Integralia, apunta en su más reciente reporte: “A más de tres meses de la llegada del Covid-19 a México la respuesta del gobierno federal se caracteriza por ser tardía, errática y contradictoria: ha fallado la estimación del pico de la pandemia; ha fallado la estimación de fallecimientos, la comunicación ha sido disonante”.
Agrega que a pesar de ciertas medidas de apoyo a la sociedad “el saldo final en materia social será negativo: el impacto del desempleo formal e informal sobre el bienestar será mucho mayor que la compensación mediante programas sociales y las implicaciones económicas de la crisis sanitaria serán severas”.
Señala que a lo anterior se debe agregar que el problema de la inseguridad sigue sin ser resuelto e incluso se percibe un incremento.
Para la Consultoría Integralia los problemas referidos tendrán como resultado la “disminución en la aprobación presidencial” y en consecuencia “menos votos para Morena en las elecciones de 2021, aunque lo más probable hoy es que obtenga —con sus aliados— la mayoría absoluta (no calificada) en la Cámara de Diputados. Pero ese escenario puede cambiar en los próximos meses”.
Pablo Xavier Becerra Chávez, investigador del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, apunta que el proceso electoral 2020-2021 inicia formalmente en los primeros días de septiembre, pero en los hechos ya comenzó: “El presidente López Obrador ha dado el banderazo”.
Recuerda que el pasado 31 de mayo el primer mandatario dijo en un video: “El año próximo vienen las elecciones para renovar el Congreso; ahí la gente va a votar si quiere que regrese el conservadurismo, que regrese la corrupción, que regresen los privilegios”.
De hecho, indica, el presidente ha insistido en que la votación para la revocación del mandato se lleve a cabo de manera concurrente con los comicios de 2021.
El investigador de la UAM comenta que otro tema eminentemente electoral que usa el presidente de la República es el relativo a la supuesta formación de un bloque opositor, lo que le proporciona un elemento más para el debate electoral en el marco de la polarización de la sociedad.
Plantea en este sentido: “¿Esta supuesta revelación anuncia un endurecimiento del gobierno frente a la oposición? Lo que sí sabemos es que la polarización es promovida todos los días por el propio presidente”.
“Guardianes”
Cada día nuevos elementos se suman al debate electoral. Por ejemplo, recién presenciamos una intensa polémica por la declaración del presidente: “Me voy a convertir en ‘guardián’ para que se respete la libertad de los ciudadanos a elegir”.
Lorenzo Córdova, presidente del INE, respondió al primer mandatario: “El presidente no tiene vela en el entierro. Ya existe un ‘guardián’ de las elecciones y es el INE. Nosotros no trabajamos para darle gusto a un gobernante”.
También expresó: “Quiero entender que el presidente le hablaba a sus subordinados, para que no vayan a intervenir en los procesos electorales”.
El jefe del Ejecutivo reviró: “Legalmente al INE le corresponde, pero el presidente puede opinar. Si yo me entero de que usan el presupuesto para favorecer a un partido o a un candidato, estoy obligado a denunciarlo. ¿O no puedo? No sé por qué se molesta el presidente del INE”.
Lo cierto es que funcionarios electorales, especialistas y legisladores expresan su desacuerdo con las declaraciones del presidente de la República.
Por ejemplo, el periodista Sergio Sarmiento asevera: “El presidente no puede ser ni guardián ni garante de las elecciones, como no lo fue en 1988 el entonces secretario de Gobernación, Manuel Bartlett, ya que sería juez y parte”.
A su vez el escritor Francisco Martín Moreno afirma: “Esto de que el presidente se erija como guardián de las elecciones tiene una connotación perversa y diabólica, porque él siempre ha dicho que si pierde las elecciones es porque hubo fraude. Solo reconoce la validez de las elecciones en la misma medida en que él gane. Entonces, si pierde las elecciones, como todo parece indicarlo, él va a decir que hubo fraude electoral”.
Agrega: “No perdamos de vista que México tiene un traumatismo severísimo de carácter electoral porque nunca se respetó la voluntad popular durante el siglo XX. Nuestra evolución democrática ha sido sangrienta y muy compleja. Y hoy estamos a tiempo de evitar, por ejemplo, que el nombramiento de los consejeros electorales del INE sea favorable a morenistas incondicionales al presidente de la República”.
María del Carmen Alanís, expresidenta del TEPJF, expresa: “La autonomía del sistema electoral mexicano es una lucha que desde hace más de 50 años comenzó por la oposición y los principios esenciales que se buscaban era lograr precisamente la autonomía del sistema electoral, es decir, sacar de las manos del gobierno la organización de las elecciones. Al final los mexicanos debemos reconocer dos aspectos fundamentales de nuestra democracia: hemos transitado a la alternancia de manera pacífica y hemos conformado un sistema de partidos plural”.
Personajes a seguir
Para los analistas es un hecho que el tema electoral será la constante en los siguientes meses y pronto veremos, por un lado, los nombres de aspirantes a cargos de elección popular, sobre todo a las gubernaturas, entre quienes resaltan los titulares de las Delegaciones de Programas para el Desarrollo, es decir, los delegados del gobierno federal en las entidades, también conocidos como “superdelegados”.
Y, por otro lado, iremos conociendo los nombres de los responsables —visibles o subrepticios— de las estrategias electorales, de manera particular los “operadores del régimen”.
De ello dan ya cuenta algunos columnistas, como Salvador García Soto, quien en su colaboración periodística habla de que el “enroque” entre Rabindranath Salazar y Diana Álvarez, del Banco del Bienestar a la Subsecretaría de Gobernación y viceversa, “es el inicio de los movimientos de ajedrez político en el gabinete con miras a las elecciones de 2021”.
Primera llamada, primera.
RECUADROS
Gubernaturas en juego
Entidad Gobierna
Baja California Morena
Baja California Sur PAN
Campeche PRI
Chihuahua PAN
Colima PRI
Guerrero PRI
Michoacán PRD
Nayarit PAN
Nuevo León Independiente
Querétaro PAN
San Luis Potosí PRI
Sinaloa PRI
Sonora PRI
Tlaxcala PRI
Zacatecas PRI
*Partido gobernante
PAN azul
PRI rojo
PRD amarillo
Independiente morado
Morena guinda
Congresos en juego
Entidad Mayoría
Aguascalientes PAN
Baja California Morena
Baja California Sur PAN
Ciudad de México Morena
Campeche PRI
Chihuahua PAN
Colima Morena
Chiapas Morena
Durango Morena
Estado de México Morena
Guanajuato PAN
Guerrero Morena
Hidalgo Morena
Jalisco MC
Michoacán Morena
Morelos Morena
Nayarit PAN
Nuevo León PAN
Oaxaca Morena
Puebla Morena
Querétaro PAN
San Luis Potosí PAN
Sinaloa Morena
Sonora Morena
Tabasco Morena
Tamaulipas PAN
Tlaxcala Morena
Veracruz Morena
Yucatán PRI
Zacatecas Morena
*Primera fuerza política
PAN azul
PRI rojo
MC Anaranjado
Morena guinda
Cámara de Diputados
Morena 50%
PAN 15.5%
PRI 9.2%
PT 8%
MC 5.4%
PES 5.2%
PVEM 2.6%
PRD 2.2%