PARTIDOS POLÍTICOS: ¿HAMBRE DE PODER SIN PROYECTO DE NACIÓN?

Actores, futbolistas, luchadores, misses y chapulines en la oferta electoral del año.

Antonio Caporal
Nacional
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“Gobernar una nación no es un espectáculo. Por favor, no voten por artistas, cómicos, futbolistas, cantantes, etcétera. Necesitamos gente pensante para sacar al país adelante”: esta es la leyenda que comienza a hacerse viral en las redes sociales como una crítica al hecho de que los partidos políticos están decididos a postular a personajes de la farándula y el deporte profesional como candidatos a diversos cargos de elección.

Por su lado, en entrevistas con Vértigo, las especialistas Itzel Checa e Ivonne Acuña coinciden al señalar que postular a deportistas o actores con nula experiencia y sin un perfil adecuado para el servicio público es una estrategia de las fuerzas políticas ante el descrédito que tienen frente a la sociedad.

Ambas aseguran que al final de cuentas a los partidos no les importan los resultados que puedan ofrecer dichos personajes ya que solo quieren conseguir votos.

Pragmatismo

Ivonne Acuña Murillo, profesora del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, sostiene que postular a famosos es una “postura muy pragmática” por parte de los partidos, en cuanto a que “eligen a quienes puedan arrastrar votos sin importar que tengan la preparación y sin saber lo que van a hacer”.

Añade: “Lo que importa es ganar votos. Y luego observamos cómo tenemos en Morelos a un exfutbolista como gobernador, con una actuación muy cuestionable”.

La académica refiere que también se debe tomar en cuenta que a la ciudadanía le hace falta más información a la hora de emitir su voto: “Definitivamente hay falta de información. Cuando se le pregunta a la gente sobre política la respuesta inmediata, por lo general, es que no sabe. Con esta falta de información la gente asume que si alguien juega bien al futbol o actúa bien o son populares puede hacer buen trabajo. Creen que mejorarán las cosas solo porque la gente los siente cercanos y eso es justo lo que saben y aprovechan los partidos”.

A su juicio sería deseable que hubiera requisitos como la experiencia o el perfil profesional para quienes aspiran a un cargo público. Sin embargo, dice, “en términos democráticos la Constitución solo fija requisitos de edad y que tengan un modo honesto de vivir, pero no se establece la obligatoriedad de experiencia o de preparación académica. Aunque sabemos que esto tampoco es garantía de que serán buenos legisladores o gobernantes”.

Por lo pronto, indica, “podríamos pensar en que quien aspire a un cargo de elección popular deba cumplir con un curso para saber lo que va a hacer; y si ya ganó, para que sepa lo que está haciendo”.

Asimismo Acuña asevera que la ciudadanía tiene responsabilidades al momento de elegir a sus legisladores o gobernantes: “Sabemos que los partidos van a postular a quien les dé más votos. Ya no tenemos partidos con ideales, con compromisos con el pueblo; lo que hay es pragmatismo y buscan famosos, así como buscan a quienes les garanticen contar con una clientela electoral en determinada localidad. Entonces lo que la ciudadanía necesita o quiere pasa a segundo plano”.

Añade que “de por sí estamos en una democracia en la que los ciudadanos no eligen: los ciudadanos votan, porque son los partidos los que presentan a los candidatos y no los ciudadanos los que decimos quién debe ser candidato”.

Precisamente “ahí está la responsabilidad de la ciudadanía: todos los electores deben estar bien informados al momento de elegir. Si le vamos a dejar solo a los políticos la designación de gobernantes y legisladores este país nunca va a salir adelante”.

Responsabilidades

Itzel Checa, coordinadora del Observatorio de Designaciones Públicas, comenta en tanto que lo primero es reconocer que la Constitución establece que “todas las personas tenemos derecho a acceder a cargos públicos”.

Sin embargo, señala, es evidente que determinados cargos públicos “requieren cierto perfil de conocimientos y una trayectoria para que cuando las personas estén al frente de tan altas responsabilidades den mejores resultados”.

Abunda: “Nosotros en el Observatorio vigilamos que, por ejemplo, a los organismos autónomos o instituciones con funciones específicas lleguen personas que cumplan con los requisitos de experiencia, conocimiento y formación profesional para los cargos que desempeñarán. Los perfiles importan porque tomarán decisiones sobre recursos públicos y sobre la operación de ciertas políticas”.

Aclara que en el ámbito legislativo es entendible que su esencia “busca una representación de la pluralidad de la sociedad mexicana y los partidos se aprovechan de esto y proponen perfiles con visibilidad pública por su trayectoria, sin observar si cumplen con los conocimientos del proceso legislativo”.

Puntualiza que “observamos que ante su crisis de credibilidad los partidos buscan ese tipo de personajes y no les importa centrarse en propuestas: solo aplican estas estrategias para tener votos”.

Checa sostiene que si los partidos en verdad quisieran llevar al Congreso a personas que representen la pluralidad de la sociedad entonces veríamos que postulan a integrantes de grupos minoritarios: “Debemos mirar al otro lado, al de los grupos que han estado discriminados y marginados. Y ahí a los partidos no los vemos haciendo algo por impulsarlos, por dar voz a estos sectores, como las comunidades indígenas, la comunidad LGBT, migrantes, grupos que han sido invisibilizados”.

Al final, expresa, “los partidos no están considerando a las personas sino más bien están viendo cómo pueden obtener un beneficio o más votos”.

Para Itzel Checa el problema de fondo es que “tenemos un sistema de representación en crisis y las opciones son limitadas. Los ciudadanos muchas veces debemos elegir entre el menos malo de los candidatos”.

Afirma que en este tema los partidos son los principales responsables, porque no procuran vigilar el perfil de sus candidatos.

Pero además son responsables los propios candidatos que, a pesar de saber de sus limitaciones en cuanto a experiencia, conocimientos y formación profesional, aceptan ser postulados para cargos públicos.

“Ahí también comienza la corrupción: cuando alguien acepta una responsabilidad para la que no está preparado”, advierte.

Y concluye: “Demandamos mayor integridad y responsabilidad de los partidos y de quienes aceptan competir sin tener los conocimientos para el cargo al que podrían acceder”.

Los candidatos y sus trayectorias

En los actuales procesos electorales —federal y locales— los partidos políticos que recién obtuvieron el registro despliegan un particular activismo reclutando a personalidades de la farándula y el deporte como sus futuros candidatos.

Redes Sociales Progresistas, por ejemplo, tiene como precandidato a diputado federal por la Ciudad de México al actor Alfredo Adame, quien participó en las telenovelas La mujer del vendaval y Yo no creo en los hombres.

Asimismo tiene como precandidato a la alcaldía Iztapalapa a Héctor Hernández, exvocalista de Los Ángeles Azules, quien interpretó canciones como Lo que siento por ti y El listón de tu pelo.

El luchador de peso semicompleto Blue Demon Jr, quien se enfrentó a La Parka, Dr. Wagner y Pagano, contenderá por la alcaldía Gustavo A. Madero, en tanto que el también luchador Carístico, quien peleó contra Forastero Dinamita, va por la alcaldía Cuauhtémoc.

La actriz Malillany Marín, quien participó en las telenovelas Hasta que el dinero nos separe y Un gancho al corazón, va por la alcaldía Miguel Hidalgo.

Además la boxeadora La Barbie Juárez, quien busca la revancha contra Cobrita Luna, va como candidata a diputada federal.

El Partido Encuentro Solidario impulsa al exfutbolista Bofo Bautista como candidato a una diputación local en Jalisco. Este personaje fue criticado por ser el jugador de la selección mexicana que menos corrió (después del portero) en el partido contra Argentina en el Mundial de Sudáfrica.

También impulsa al exfutbolista Javier el Abuelo Cruz a una diputación local en Nuevo León. Él fue detenido en 2008 por la policía de Texas, acusado de fraude.

Al cantante Ernesto D’Alessio, intérprete de Con el alma en un cajón y El uno para el otro, lo impulsa como candidato a la gubernatura de Nuevo León, en tanto que al también cantante Vicente Fernández Jr., intérprete de Por capricho, lo impulsa como candidato a diputado local en Jalisco.

Los viejos partidos también reclutan a personalidades de la farándula y el deporte.

Morena impulsa a Gabriela Goldsmith a una diputación federal por el Estado de México. Ella participó en las películas El hijo de Pedro Navajas y Los hermanos Machorro.

A Marco Flores, de la Banda Jerez, que interpreta la canción Amor de la vida alegre, lo impulsa como candidato a diputado federal en Zacatecas.

Y a José Luis Sánchez Solá, El Chelis, le propuso participar en el proceso de selección de candidatos en Puebla. Él fue destituido como técnico de los Camoteros luego de que los Tuzos golearon a su equipo 4-0 en 2019.

El PRI impulsa al Pato Zambrano, exparticipante de un reality show, como candidato a una diputación local en Nuevo León; a Arturo Carmona, quien participó en la telenovela Mar de amor, lo impulsa para una diputación federal por el mismo estado.

Y al ciclista Raúl Alcalá lo impulsa para una diputación federal por Nuevo León.

El PAN impulsa al clavadista Rommel Pacheco para una diputación federal en Yucatán, mientras que busca que la ganadora de Miss Universo 1991, Lupita Jones, sea su candidata a la gubernatura de Baja California.

El PVEM impulsa al exfutbolista Adolfo Ríos como candidato a la presidencia municipal de Querétaro y a Sugey Ábrego, quien participó en el programa de televisión La vecina, la impulsa como candidata a la alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México.

El comediante Carlos Quico Villagrán es impulsado por el Partido Querétaro Independiente a la gubernatura de esa entidad.

Finalmente MC impulsa a Paquita la del Barrio a una diputación local en Veracruz. Ella interpreta canciones como Rata de dos patas y Piérdeme el respeto.

Al registrarse como precandidata la intérprete expresó: “Yo no sé a qué vengo aquí. ¿Me entendieron? Yo solo sé que hay personas detrás de mí que son las que me van a enseñar a manejar este asunto”.

Nada seguro

Ser famoso ayudó a muchos personajes de la farándula o el deporte a ganar comicios, pero no es garantía de triunfo.

En 2018 el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco ganó la gubernatura de Morelos postulado por el Partido Encuentro Social y Morena, en tanto que el exfutbolista Manuel Negrete ganó la alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México, postulado por el PRD.

El actor Sergio Meyer ganó una diputación federal postulado por Morena, al igual que el boxeador Éric el Terrible Morales.

Perdieron sus respectivas elecciones en aquellos comicios de 2018 el portero Adolfo Ríos, así como los actores María Elena Saldaña la Güereja, Eduardo Capetillo, María Rojo, Ernesto Laguardia, Alfredo Adame, Leticia Calderón, Gabriela Goldsmith y Ausencio Cruz, a quien al perder le dijeron: “Lás-ti-ma Margarito”.

Censura institucional

El Instituto Nacional Electoral (INE) emitió un acuerdo sobre un procedimiento especial sancionador en el que estableció los temas de los que no pueden hablar los gobernadores y el presidente de la República:

El ejercicio de las prerrogativas de los partidos políticos.

Vida interna de los partidos políticos nacionales y locales.

Candidaturas de partidos políticos e independientes.

Etapas del proceso electoral federal y locales.

Frentes, coaliciones electorales, fusiones, alianzas nacionales o locales.

Plataformas electorales.

Campañas electorales.

Estrategias electorales de cualquier fuerza política nacional o local.

Y encuestas de intención de voto o preferencias electorales.

Respuesta gubernamental

La Consejería Jurídica de la Presidencia de la República presentó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un recurso de revisión a efecto de que los magistrados resuelvan si el referido acuerdo del INE es legal o no.

Los argumentos de la Consejería son:

El acuerdo del INE causa agravio en la esfera jurídica del presidente de la República ya que dicha determinación no encuentra sustento en la legislación comicial invocada por el instituto, puesto que su resolución está indebidamente fundada.

Los efectos del acuerdo del INE por sí mismos constituyen un evidente mecanismo de censura previa.

El INE insiste en emitir medidas cautelares respecto de hechos consumados, inciertos y futuros, siendo que tiene impedido de emitir ese tipo de medidas tratándose de hechos futuros de realización incierta.

El acuerdo del INE pretende someter al presidente de la República a un novedoso mecanismo de censura previa, al calificar a priori como ilegal cualquier tipo de expresión relacionada con tópicos electorales.

El INE pretende constituirse en legislador al establecer nuevos parámetros taxativos y tipificación de conductas que no están expresamente prohibidas por la legislación comicial.