Eje central de la movilidad en la Ciudad de México, la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro sufrirá una transformación integral con la modernización de 100% de todos sus componentes: vías, durmientes, barras guías, balastro (las piedras que dan estabilidad al tren), sistemas de comunicación, cámaras en trenes, estaciones y túneles, menores tiempos de espera y un traslado de usuarios más rápido, confortable y seguro con la adquisición de 29 trenes equipados con tecnología de última generación.
Con un avance de más de 95% de la obra civil en las estaciones que van de Pantitlán a Isabel La Católica —doce estaciones en la primera etapa de renovación—, esta magna obra emprendida por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, tendrá un costo de 37 mil millones de pesos.
A esa inversión se suman los cuatro mil 500 millones de pesos de la construcción del proyecto Metro Energía, una moderna instalación eléctrica, única en su tipo en el país, que dotará de energía eléctrica a las líneas 1, 2 y 3 de manera permanente y confiable.
Y otros 400 millones para la instalación de un moderno sistema de comunicación y control de trenes, lo que hace un total de 42 mil millones de pesos de inversión para el sistema de transporte más importante del país con cuatro millones de usuarios cada día.
Inaugurada el 4 de septiembre de 1969, la Línea 1 del Metro con sus 18 estaciones y dos terminales (Pantitlán y Observatorio) entró en un proceso de obsolescencia tecnológica y falta de mantenimiento después de 53 años de servicio ininterrumpido, periodo en el que se acumularon problemas que fueron resueltos cada vez con mayores dificultades debido a que gran cantidad de sus refacciones y componentes ya no se encuentran en el mercado internacional.
La importancia de la Línea 1 radica en que es una de las que más pasajeros transporta al día dentro de las doce que componen el STC, con 500 mil usuarios en promedio y que llegó hasta 750 mil antes de la pandemia.
En su recorrido de Oriente a Poniente, a lo largo de 20 kilómetros, cruza por el corazón de la Ciudad de México, hace correspondencia con nueve líneas del STC, tiene conectividad con cuatro líneas del Metrobús (MB), otras cuatro del transporte terrestre eléctrico y está conectada a varias rutas de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).
Ante la opción de construir una nueva línea del Metro o renovar la que dio origen a este sistema de transporte masivo en la capital del país, Sheinbaum eligió una renovación total por tratarse de un asunto de responsabilidad: su modernización requería una inversión muy grande debido a las graves condiciones de obsolescencia en que se encontraba, por lo que emprender un proyecto distinto en lugar de intervenirla de manera profunda era algo que su gobierno no podía hacer.
“No es lo mismo que hacer una línea nueva; (pero) era un asunto de responsabilidad”, afirma Sheinbaum al recorrer el avance de las obras en la estación Pino Suárez. Resalta que será una de las líneas más modernas del Metro y del mundo, que permitirá a la ciudad contar con un transporte seguro y eficiente para las próximas generaciones.
Agrega que la renovación integral permitirá que la Línea 1 siga funcionando otros 50 años “porque si no hubiéramos hecho esta intervención hubiera venido un deterioro cada vez mayor: mal funcionamiento, problemas e inclusive muchos mayores riesgos. Entonces, la decisión que tomamos fue no hacer una mejora mínima sino una mejora profunda”.
—¿Qué Metro busca dejar después de esta renovación total en la Línea 1?
—Estamos dejando un nuevo Metro en la Línea 1, una base muy importante de todo el sistema eléctrico para las líneas 1, 2 y 3; también un nuevo sistema de operación para las líneas de la 1 a la 6; un nuevo Puesto Central de Control 1 (PCC-1; “cerebro” del Metro) para las líneas 1, 2 y 3; y el sistema eléctrico es completamente moderno. Entonces le estamos dejando a la ciudadanía, a las familias, un nuevo Metro en las líneas más antiguas.
Modernización integral
Son poco antes de las ocho de una mañana fría de principios de febrero. Estamos en la entrada norte de la estación Zaragoza, punto de partida del proyecto de transporte masivo para el entonces Distrito Federal, inaugurada en septiembre de 1969 para atender la creciente demanda de transporte público para la población capitalina, que alcanzaba casi siete millones de habitantes de acuerdo con el Censo de 1970.
Desde hace un año y medio el acceso a esta estación y al resto de las que componen las primeras doce de Oriente a Poniente (Pantitlán, Zaragoza, Gómez Farías, Boulevard Puerto Aéreo, Balbuena, Moctezuma, San Lázaro, Candelaria, Merced, Pino Suárez, Salto del Agua e Isabel La Católica) se encuentra cerrado por los trabajos de intervención total en los que participan más de mil trabajadores, quienes durante el día y la noche, desde el 11 de julio de 2021, laboran en tres turnos para reactivar el servicio, lo que se estima pueda lograrse a finales de marzo.
Como en las otras once estaciones intervenidas, en la de Zaragoza se ha dado un proceso de modernización total: fachada, pisos, techos, pasamanos, paredes, taquillas y todos los sistemas de señalización y comunicación renovados: el mobiliario luce reluciente y moderno, como uno se imagina su inauguración hace 53 años.
El golpeteo de los martillos, el zumbar de los taladros y el funcionamiento de otras herramientas y máquinas hacen el ambiente ensordecedor. Pero no todo es el machacón sonar de las herramientas de trabajo: la música norteña que brota de altavoces se abre paso para hacer más llevaderas las horas bajo la superficie a los trabajadores.
Durante el recorrido que realiza Vértigo la mañana del viernes 3 de febrero se constata un avance de 95% de la obra civil y que ha empezado la instalación de los sistemas de comunicación.
“Mejores condiciones de operación”.
En el espacio por donde transitan los trenes ya están las vías nuevas, las barras guías, los “durmientes”, es decir, piezas que se colocan de manera transversal para proporcionar a los rieles un soporte adecuado; el material pétreo o balastro nuevo también ya luce a su nivel. Todos estos materiales son modernos, elaborados con tecnologías de última generación que los hacen mucho más durables y sustituyen los viejos materiales, como los “durmientes” que eran de madera.
En el túnel que conduce a la estación Pantitlán se alcanza a percibir en medio de la oscuridad a trabajadores con lámparas de mano, quienes se afanan en el retiro de cables, instalaciones eléctricas y otros componentes.
Otro grupo de trabajadores se encarga de retirar las vías viejas, cortarlas y con máquinas especiales proceder a la colocación de las nuevas, procedimiento que han realizado a lo largo de 20 kilómetros.
Más al fondo del túnel se escucha el forcejeo del motor y la pala de una máquina niveladora que una y otra vez rastrilla miles de piedras de balastro para acomodarlas y dejarlas al nivel indicado para la posterior colocación de las vías.
Se trata de una labor paciente del operador, quien en la semioscuridad que lo rodea y en medio del humo que produce su máquina maniobra con maestría para dejar una alfombra rocosa nivelada que soportará y dará estabilidad a los 29 nuevos trenes que pasarán por el lugar durante muchos años.
Nuevo sistema de comunicación
“Este es un Metro nuevo”, afirma David Escalante Sánchez, uno de los ingenieros responsables de supervisar la modernización de la Línea 1, quien explica que la obra consiste en el cambio de todos los componentes de doce estaciones (las ocho restantes de un total de 20 serán intervenidas en una segunda etapa), de los sistemas de comunicación de los túneles y la rehabilitación de la red de drenaje, entre los principales trabajos.
“Esta obra implica retirar casi 80 mil toneladas de materiales y colocar nuevos, con los estándares más modernos. Lo que se quitó eran materiales de hace más de 50 años y algunos ya no se usan, como la madera en los durmientes”, agrega.
Expone que son varias capas de sistemas que conviven en la línea: componentes eléctricos y los cables que alimentan la barra guía y los trenes, sistemas electrónicos, señalización, iluminación y otros instrumentos, así como la red que permitirá comunicarse con los trenes, que ahora se controlarán mediante un nuevo sistema de pilotaje automático llamado CBTC.
Indica que la nueva red de comunicación tendrá un “cable radiante” a lo largo del cielo raso de los túneles y estaciones que funcionará como una antena para mantener la comunicación con los trenes en todo momento.
Escalante equipara la nueva red con el 5G de los teléfonos celulares, ya que es necesaria una capacidad de telecomunicación muy grande, por lo que la Línea 1 será la primera en contar con este tipo de red en México y América Latina.
Recuerda que la comunicación en la Línea 1 fue durante muchos años con sistemas de control a través de cables de cobre que registraban el paso de un tren, información que era llevada a un tablero de control.
El ingeniero destaca que la Línea 1 contará con un nuevo sistema de telecomunicaciones llamado LTE (Long Term Evolution), mucho más eficiente y potente.
Diseño de conducción
Escalante explica que el tren del Metro se conduce de forma automática y el sistema anterior le daba un lapso de dos minutos más o menos entre un tren y el que venía atrás. Ahora el sistema CBTC acortará casi 30% ese intervalo, por lo que le dará 30% más capacidad para el transporte de pasajeros.
Agrega que se colocarán tres mil cámaras en los trenes, estaciones y túneles, así como bocinas y pantallas que formarán parte del nuevo modelo de comunicación de la Línea 1.
—¿Con esta red aumentará la seguridad y la eficiencia de los trenes?
—Totalmente. La conducción del tren se realiza siempre de forma automática. Siempre que el tren vaya en pilotaje automático todas las decisiones las toma el sistema y lo que se hace es seguir ese programa de operación de manera rigurosa. El conductor solo deberá actuar bajo procedimientos en caso de que haya algún tipo de eventualidad, no necesariamente una falla, como frenar porque hay un pasajero con algún problema o necesita el tren quedarse más tiempo en la estación. El conductor que conoce sus protocolos detiene el tren, lo cual se informa al sistema y este detiene al resto de los trenes al mismo tiempo.
Asevera que el conductor de trenes del Metro está capacitado para operar una unidad en todo momento y destaca que lo importante es que el diseño de la conducción automática y manual del Metro es seguro, porque se prepara a la gente para ello. “Es muy importante decir a nuestros usuarios: el diseño es seguro, los incidentes y accidentes deben ser la excepción”, subraya.
El avance de los trabajos, asegura, es muy bueno y se entrará a un momento crítico con el inicio de las pruebas de todos los sistemas, lo que lleva varias semanas. Por ello hay grupos verificando cada aspecto: dimensiones, geometría y funcionamiento.
Confía que en marzo podrían comenzar a circular los primeros trenes nuevos en su fase de prueba.
“Decisión valiente”
El director del Metro, Guillermo Calderón Aguilera, resalta que la modernización de la Línea 1 consistirá en sustituir 100% de todos sus componentes con tecnologías modernas.
Recuerda que después de 53 años de operación la Línea 1 había entrado en un proceso de obsolescencia de componentes y destaca las excelentes condiciones estructurales en que se encontraban los túneles, que solo requirieron reparaciones menores.
Luego del retiro del viejo, empezó la colocación del balastro nuevo, que es de mejor dureza; después, los “durmientes”, que son más durables; el riel de seguridad; la pista de rodamiento; y la barra guía, que es la parte metálica que alimenta de electricidad a los trenes.
Calderón añade que el pilotaje automático tenía más de 50 años de estar en operación, por lo que habrá una renovación total de los sistemas de telecomunicaciones, internet, video, telefonía inalámbrica y, lo que es más importante: el nuevo sistema de seguimiento de trenes CBTC que permitirá un mejor y más seguro control de los trenes, así como alcanzar mejores condiciones de operación, mayor velocidad, reducir los tiempos de espera en las estaciones y bajar los tiempos de traslado de pasajeros.
Sobre la compra de 29 nuevos trenes puntualiza que ya llegaron dos llamados “trenes cabeza”, hechos en China, que se probarán para verificar que cumplen con todos los requerimientos solicitados. Para los restantes 27 se instaló una planta en Querétaro a fin de realizar el ensamble, ya que una de las condiciones impuestas en la adquisición fue que en su elaboración tuvieran por lo menos 35% de composición mexicana.
Una vez ensamblados, los trenes se trasladarán en partes a los talleres de Zaragoza para realizar las pruebas que se requieren antes de entrar en circulación.
“Estamos en un momento de concluir todo lo que son los trabajos de obra, de vía, de instalación de señalizaciones. Concluidos estos, comenzarán las pruebas de verificación de los sistemas. Luego ingresará un tren también para probarlo. Y así sucesivamente hasta que se alcance la plenitud de la seguridad”, añade.
Calderón destaca que la modernización de la Línea 1 “fue una decisión difícil pero valiente por parte de la jefa de Gobierno”, como es realizar una intervención de esta magnitud, porque “la Línea 1 es el eje central de la movilidad en la ciudad”.
El director del Metro dice confiar en que con la modernización se dará un aumento de viajes porque será una línea muy segura, confiable, rápida, con los mejores sistemas y con trenes confortables, puesto que tienen un sistema de ventilación más integrado y circula mejor el aire.
—¿Qué encontrará el usuario de la Línea 1 después de esta intervención?
—Una línea totalmente renovada. El usuario no verá todo lo que hay detrás, pero cambiamos todos los sistemas y contaremos con un control de trenes que está a la altura de los Metros de París, Londres, Nueva York y los mejores sistemas en el mundo.
Supervisión permanente
Desde el inicio de los trabajos de renovación de la Línea 1 la jefa de Gobierno de la CDMX ha mantenido una supervisión permanente de los avances.
Son poco después de las siete de la mañana del sábado 4 de febrero cuando Claudia Sheinbaum visita como cada semana alguna estación intervenida de la Línea 1 para verificar los trabajos de modernización. Esta vez lo hace por la entrada de la estación Pino Suárez, ubicada en la plaza frente a la parroquia de San Miguel Arcángel.
Escucha atenta los informes que le dan los ingenieros encargados de las obras y ante la explicación de que se avanza según lo planeado responde: “¿De verdad?” Como para poner a prueba las palabras con los hechos, les hace la observación de que el director del Metro le habló de contratiempos en la instalación de algunos sistemas.
Sheinbaum recorre las áreas donde se colocarán nuevos equipos de comunicación, atraviesa los pasillos de la estación y saluda a los trabajadores a su paso. Baja a las vías para recibir información de los trabajos realizados en el área.
Camina con seguridad entre las vías y los durmientes, iluminados por lámparas de luz que sostienen algunos de sus colaboradores. Seguirle el paso resulta complicado para quienes por primera vez ingresan a las vías del Metro, puesto que deben esquivar restos de materiales removidos y máquinas que siguen trabajando.
La jefa de Gobierno se desplaza sobre la nueva vía acompañada por algunos funcionarios y reporteros. “Vengo cada semana a ver cómo va la obra, si hay algún retraso”, comenta mientras observa las labores que se realizan en el interior del túnel.
Añade que el robo de cables es mucho más grave de lo que se tenía conocimiento y cuenta haber leído una nota que hablaba del robo de cable en el Metro de París, acto que calificaban de sabotaje.
“El robo de cable es un problema que se tiene que atender a otro nivel porque es delincuencia organizada, porque un Metro de cable de alta tensión pesa ocho kilos y si te vas a robar 100 metros no es que una persona vaya cargando 800 kilos de cable: debes tener todo un sistema de vehículos, saber a qué hora lo haces y además es para venta, toda una organización que está asociada a ello”, comenta.
Agrega que también se han dado muchos más incidentes de los que normalmente había, por lo que se decidió establecer un sistema de supervisión de mucho mayor alcance, como acción preventiva.
Sheinbaum asevera que la Guardia Nacional (GN) está para cuidar una situación que no se sabía hacia dónde iba a llegar y rechaza que el Metro se esté militarizando, ya que sus elementos van desarmados y están solo para vigilar y apoyar.
“La gente está contenta con la GN en el Metro, se siente más segura”, resalta la jefa de Gobierno.
Sobre si se descuidó el mantenimiento del sistema señala que antes de 1997 era una instalación federal que contaba con recursos del gobierno federal; y si bien hoy los recursos son menores, ello no quiere decir que no se haya invertido en el Metro.
“Es una inversión de 37 mil millones de pesos. A quienes afirman que no hay inversión en el Metro, les digo que sí la hay: esta quedará como una nueva línea. Estamos ahora en la primera fase. En febrero se termina la mayor parte de las obras para que en marzo comiencen los trenes a funcionar”, resalta.
“La nueva Línea 1”
De la renovación de la Línea 1, Sheinbaum dice que se requería un cambio completo porque muchos de sus componentes se encontraban totalmente desgastados y también era necesario resolver el problema del desagüe del agua de lluvia, porque había filtraciones en los túneles, que ya se corrigieron.
Confirma que otra parte de la renovación se realizó en las estaciones y se adquirieron 29 trenes nuevos, por lo que una vez que concluya la obra civil se empezará con el cableado para los sistemas de comunicación y se instalará una nueva red que permitirá un acercamiento más seguro entre los trenes.
“Es como hacer una nueva línea del Metro; de eso se trata, de ese tamaño es el reto. Lo único que no hicimos fue la perforación del túnel, aunque se revisó la estructura y se hicieron todas las correcciones. Pero es prácticamente una nueva línea del Metro. Por eso la llamamos ‘la nueva Línea 1’”, dice con orgullo.
La jefa de Gobierno de la CDMX insiste en que será una línea del Metro de las más modernas del mundo, contará con trenes de mayor velocidad y será mucho más segura.
—¿Dará confort, seguridad y eficiencia?
—Y 50 años más de servicio, porque si no hubiéramos hecho esta intervención habría venido un deterioro cada vez mayor, mal funcionamiento, problemas e inclusive muchos riesgos. La decisión que tomamos fue no hacer una mejora mínima, sino realmente hacer una mejora profunda de la Línea 1. Hay empresas chinas, alemanas, inglesas y españolas que trabajan día y noche para poder terminar pronto y poder dejar este legado para el Metro de la ciudad.
—¿Cómo visualiza el traslado de los usuarios cuando funcione la Línea 1?
—La gente estará muy contenta. Así nos pasó con el proyecto del trolebús elevado que hicimos en Iztapalapa, que son ocho kilómetros de un segundo piso y que les cambió la vida a las personas. O como el Cablebús o el Teleférico, los dos teleféricos urbanos más grandes. Imagínense: de ir dos horas apachurrados en un microbús, a estar en menos de 40 minutos en el Metro de la ciudad. ¡Y cuando vean la Línea 1, la gente quedará muy contenta!
Objetivos
de la inversión
• Modernización.
• Nuevas tecnologías.
• Transferencia tecnológica.
• Mejora en desempeño.
• Menor tiempo de espera.
• Traslados más rápidos.
• Mayor seguridad para el usuario.
Inversiones
• 37 mil millones de pesos para modernizar la Línea 1.
• 4 mil 500 millones de pesos para Metro Energía.
• 500 millones de pesos para el nuevo sistema de comunicación y control de trenes.
Ejes de la modernización
• Rehabilitación
de túneles.
• Sustitución de vías.
• 29 nuevos trenes.
• Nuevo Puesto Central de Control 1.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
Metro Energía
Es otro proyecto de gran importancia en la modernización del Metro. Con una inversión de cuatro mil 500 millones de pesos, la obra está totalmente terminada y se encuentra en fase de pruebas. Se trata de un concepto nuevo que va más allá de una subestación eléctrica, ya que es un proyecto de dotación de energía para las líneas 1, 2 y 3, instalación que asegurará energía para el STC por varias décadas y varias generaciones de usuarios. Metro Energía incluye una subestación de 240 KVA (Kilo Watt Ampere) con cuatro transformadores de 60 KVA. La planta generará energía sustentable, eficiente y segura que recibirá de la CFE. El director del Metro, Guillermo Calderón Aguilera, afirma que la subestación eléctrica es la más moderna y más grande que existe en el país en su tipo. Construida en un tiempo récord de 18 meses, cuenta con todas las medidas de seguridad contra incendios, fugas y temblores. Su capacidad le permitiría dotar de energía eléctrica a ciudades de población media como Villahermosa, Celaya o Hermosillo.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
Nuevos trenes
• Diseño con base en la necesidad del usuario.
• Inteligencia avanzada.
• Seguridad y confiabilidad.
• Mejor rendimiento energético.
• Mejor confort y mejor ventilación.
• Alto valor en acabados y apariencia.
• Nueve vagones.
• Equipamiento tecnológico de punta.
• Más seguro y confiable.
…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
Voz de los usuarios
Luis Argüello “Hacían falta trenes y por lo que veo los trabajos van bien. Que haya internet en el Metro es una maravilla. La ciudad requiere de un sistema de transportación masiva que funcione bien y con seguridad”.
María Fernanda “Soy estudiante y utilizo el Metro todos los días. Era importante renovarlo para que funcione bien, para que pueda trasladarme más rápido y de manera más eficiente”.
Víctor Diosdado “Ahora tardo más de una hora y media de traslado y con el Metro hacía menos de 30 minutos. Espero que con la remodelación sea más eficiente, haya más trenes, mayor seguridad, que se agilice”.
Cristina Cervantes “Urge que ya reinauguren el servicio en la Línea 1. Espero que a todos nos vaya muy bien con la nueva tecnología que se va a instalar en los trenes y las estaciones”.
Karla “Está superbien que vayan a instalar cámaras, tecnología en los trenes y muchas mejoras en las estaciones, son cambios necesarios. También que sea más seguro, sobre todo en el área de mujeres”.