YUCATÁN: UN VERDADERO PARAÍSO

Martha Mejía
Nacional
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YUCATÁN

Su historia comenzó a escribirse hace 65 millones de años, pero desde que cayó el meteorito se han sumado una infinidad de atractivos que van desde su herencia colonial hasta su cultura maya viva.

Hablar de Yucatán es hablar de un verdadero paraíso. Su historia es tan vasta, que se remonta a aquel meteorito (Chicxulub) que impactó y extinguió a los dinosaurios.

Por supuesto, es también uno de los pocos lugares en el mundo donde se puede encontrar y convivir con una cultura viva: la maya.

Y es que Yucatán ofrece atractivos tan variados, que van desde arqueología, pasando por cenotes, ciudades y haciendas coloniales, hasta sus maravillosas costas.

Mundo maya

A lo largo de miles de años los mayas de Yucatán pasaron de ser grupos nómadas a establecerse como una compleja civilización constructora de grandes ciudades. En la entidad existen al menos 17 zonas arqueológicas, siendo las más populares Chichén Itzá y Uxmal.

No obstante, vale la pena visitar también zonas más pequeñas como Kabah, Xcambó, Chacmultún, Acanceh y Dzibilchaltún, todas de inigualable belleza.

Chichén Itzá fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 por la UNESCO y Maravilla del Mundo desde 2007.

El sitio constituye uno de los testimonios mejor preservados de la civilización maya y fue uno de los asentamientos más extensos del centro-norte de la península de Yucatán.

Sin duda, esta zona arqueológica rodeada de misticismo e historia te asombrará con sus increíbles edificaciones: la Explanada Principal, el Observatorio, el Juego de Pelota (el más grande de Mesoamérica), el Patio de las Mil Columnas, el Templo de los Guerreros y el Cenote Sagrado, así como la espectacular Pirámide de Kukulkán.

Por su parte, Uxmal es reconocida por su impresionante arquitectura y artística ornamentación, así como su innegable valor histórico, los cuales le han valido el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad.

Uxmal aloja la Pirámide del Adivino, también llamada del Hechicero o del Enano; es el edificio más espectacular de todo el sitio arqueológico. Se trata de una pirámide de base circular que concuerda con la leyenda del enano, hijo de una hechicera, que nació de un huevo y construyó la ciudad en una noche.

Otro sitio emblemático es el Palacio del Gobernador, considerado uno de los más bellos e interesantes edificios de la arquitectura maya y de toda Mesoamérica. Tiene casi 100 metros de largo por nueve de altura; sobre una gran plataforma se levantan tres edificios, unidos por galerías de bóvedas.

Coloniales

Yucatán también ofrece tres joyas coloniales que cautivan a los viajeros con su arquitectura, tradiciones y vibrante energía: Mérida, Valladolid e Izamal.

Mérida es la mayor ciudad y la capital del estado; también es el principal centro cultural y financiero de la región. Se trata de una ciudad moderna y cosmopolita, con museos, galerías de arte, restaurantes, tiendas y boutiques.

Fue fundada en 1542 por Francisco de Montejo, El Mozo, y construida en el emplazamiento de la antigua ciudad maya de T’ho, que significa “ciudad de las cinco colinas”.

T’ho era el centro de la cultura y la actividad maya en la región. Después de la llegada de los españoles, las cinco pirámides de la antigua ciudad fueron destruidas y sus ruinas utilizadas para la construcción de la catedral de Mérida, así como de otros edificios importantes.

Hoy la ciudad es un lujo para cualquier viajero, pues se puede dar un recorrido a pie por el famoso Paseo Montejo, la avenida más larga y hermosa de Mérida, para admirar sus viejas casonas, que datan de la época colonial y del Porfiriato.

También se puede visitar el Palacio Cantón, espectacular edificio de estilo neoclásico que en nuestros días aloja al Museo Regional, con su fantástica colección de piezas de la cultura maya.

Además de Mérida hay otras bellas ciudades coloniales a visitar. Por ejemplo, Valladolid es la segunda ciudad más importante de Yucatán y la más antigua del estado.

Conocida como “La capital del oriente maya”, fue fundada en 1543 por Francisco de Montejo, El Sobrino, y antiguamente estaba habitada por los cupules en un sitio conocido como Chauac Há, que era parte de un cacicazgo maya.

Sus calles apacibles y llenas de vida tienen recintos históricos, casonas, museos, cómodos hotelitos, mercados, fuentes, hermosas tiendas de artesanías, puestos de helados y antojitos, parques y muchos rincones por explorar.

Mención aparte merece Izamal, Pueblo Mágico desde 2002. Este destino tiene un legado cultural importante. Todas las casas, las tiendas y las iglesias están pintadas de amarillo dorado y al pueblo se le conoce como La Ciudad Amarilla.

También se le conoce como la “Ciudad de las tres culturas”, pues en ella están presentes el pasado prehispánico y colonial, así como el México contemporáneo.

Izamal fue un importante centro religioso maya, donde hoy en día se pueden visitar los sitios arqueológicos con cuatro grandes pirámides que dominan el centro del pueblo.

Maravillas naturales

Yucatán se distingue por tener extensas formaciones de piedra caliza gracias a su pasado de arrecifes de coral. La caída del meteorito Chicxulub en el golfo hace 65 millones de años, causante de la extinción de muchas especies, entre ellas los dinosaurios, provocó que parte de la roca caliza se cristalizase, mientras otra, la caliza alcalina, se disolvió con la erosión creando cuevas, estalactitas y estalagmitas, lo que derivó en las formaciones de cenotes cuando el techo de las cuevas colapsó.

De hecho, fueron los mayas quienes bautizaron los cenotes con el nombre de Dz’onot, que significa “caverna con agua”, vocablo que derivó con los españoles al actual “cenotes”.

Para los mayas estos sitios eran una fuente de agua dulce en la selva, pero al mismo tiempo los consideraban sagrados, interpretándolos como la entrada a su inframundo, el Xibalbá. Es por esto que en ellos llevaban a cabo diversos rituales simbólicos.

Algunos cenotes que se pueden disfrutar en Yucatán son Ik Kil (Chichen Itzá), Zací (Valladolid), Chihuán (Izamal), Xbatun (Mérida) y Santa Bárbara (Homún), entre muchos otros.

No obstante, debido a que se trata de ecosistemas delicados y de gran importancia ecológica se deben valorar las siguientes recomendaciones para disfrutar de una mejor estancia: visitar los cenotes a primera hora de la mañana, ya que así se evita una mayor concentración de personas; evitar cualquier crema solar, maquillaje o productos químicos, ya que los cenotes son entornos sensibles; respetar a los animales (peces), lianas o raíces de los árboles; finalmente, es recomendable llevar dinero en efectivo, ya que en la mayoría de los cenotes no aceptan tarjetas.

Ahora sí, ¡feliz viaje!