El municipio de Valle de Bravo, en el Estado de México, ofrece una variedad de sitios para estar en contacto con la naturaleza, practicar deportes acuáticos, conocer edificios coloniales y disfrutar de un agradable paseo en sus mercados de artesanías.
En este Pueblo Mágico mexiquense puedes recorrer la Plaza de la Independencia, donde ya es tradición probar las nieves de zarzamora o los esquites con camarón y chile.
Sin duda, es imperdible la Presa de Valle de Bravo, que es el atractivo más apreciado por los visitantes. En su embarcadero se pueden rentar lanchas para pasear o pescar.
Disfrutar el Parque Estatal Monte Alto, que cuenta con cabañas, área de acampado y una superficie de 677 hectáreas con bosque y veredas propicias para recorrerlas caminando o en bicicleta, es también obligado.
Cascadas y ríos
Este Pueblo Mágico es famoso además por sus cascadas y ríos. El Molino, por ejemplo, es un bello atractivo natural, perfecto para disfrutar del sonido que produce la caída del agua sobre las rocas. Es ideal para caminar por senderos y escalinatas.
También está la cascada Refugio del Salto, que es una de las bellezas naturales más visitadas en Valle de Bravo. Tiene una espectacular caída de agua de aproximadamente 15 metros de altura. Para conocerla debe hacerse un recorrido a pie de 20 minutos a través del sendero y sobre el río El Molino.
Y por supuesto está el Parque Velo de Novia, una hermosa reserva natural que aloja una cascada (Cascada Velo de Novia) de 35 metros de altura.
Si se recorre el sendero cuesta abajo es posible llegar hasta su desembocadura en el lago.
Edificios coloniales
En cuanto a edificios coloniales está la capilla edificada en honor a la virgen de Guadalupe, remodelada a mediados del siglo pasado. El recinto se ubica frente a la Parroquia de San Francisco de Asís.
Esta parroquia, por su parte, se encuentra registrada en el inventario de monumentos históricos inmuebles del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Sus orígenes nos remontan al siglo XVI, pese a que ha sido modificada en distintas ocasiones.
Otro importante lugar es el Templo del Señor de Santa María Ahuacatlán, que fue inicialmente la capilla del Calvario. Comenzó a reconstruirse en 1864. En su interior resguarda un “cristo negro”, imagen muy venerada por los vallesanos y cuya fama milagrosa con el paso de los años ha llegado a muchos rincones de la República. Se tejen en torno del cristo negro diversas leyendas.
A los turistas nacionales y extranjeros también se les recomienda conocer el Museo Arqueológico de Valle de Bravo, que exhibe cerca de 500 piezas de las culturas prehispánicas que habitaron en territorio mexiquense, rescatadas de 18 sitios arqueológicos ubicados en el Estado de México.
Entre las piezas más sobresalientes se encuentran varias cabezas de piedra recuperadas en Valle de Bravo, así como figurillas, alfarería, collares confeccionados con distintos materiales, desfibradores de plantas vegetales utilizadas en cestería y tejidos, utensilios indígenas para hilar y otros objetos.
Asimismo, se cuenta con el Museo de Arte Popular, que exhibe piezas de arte de los grupos étnicos de Valle de Bravo.
De compras
En Valle de Bravo se recomienda visitar el Mercado de Artesanías, construido en 1984 con el objetivo de proteger, fomentar y difundir los artículos de los artesanos vallesanos.
Ahí se pueden encontrar artesanías típicas de la región, como cerámica de barro vidriado, hierro forjado, tejidos, bordados, deshilados, cerámica de alta temperatura y cestería de Ocoxal.
También se sugiere ir al mercado municipal, donde hay todo tipo de productos tradicionales de la región, además de contar con un espacio donde se pueden degustar platillos típicos preparados por manos expertas y elaborados con estos productos.
La presa
Sin duda, uno de los principales atractivos turísticos de Valle de Bravo es la Presa Miguel Alemán, más conocida como Presa de Valle de Bravo y la cual fue construida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en 1947 como parte del Sistema Hidroeléctrico Miguel Alemán.
Tiene una capacidad de 400 millones de metros cúbicos, con una superficie de 21.1 kilómetros cuadrados y una profundidad aproximada de 35 metros. Es un sitio idóneo para practicar deportes acuáticos, como navegación en velero, esquí, kayak, stand up paddle, pesca deportiva, paseos en yates y lanchas.
Finalmente, se recomienda visitar La Peña, que es un hermoso mirador cuyos orígenes se remontan a la época prehispánica. Se piensa que los antiguos habitantes acudían a este sitio para efectuar rituales terapéuticos en los temazcales que se han encontrado en el peñasco. Hoy en día es un espectacular mirador. Tiene una altura de tres mil metros sobre el nivel del mar y divide al pueblo del lago.
No se pierda las maravillas que ofrece Valle de Bravo.