Destaca Playa Miramar, con diez kilómetros de litoral de arenas doradas y aguas tranquilas, considerada una de las más bellas del Golfo de México.
Tamaulipas es un estado donde convergen un pasado histórico y un presente moderno. Sus hermosas playas son el lugar donde viajeros y visitantes se reúnen para relajarse y disfrutar de la naturaleza.
El nombre de Tamaulipas se deriva de la palabra huasteca Tamaholipa, que quiere decir “lugar donde se reza mucho”.
Cuenta con los Pueblos Mágicos de Tula y Mier, además de la Reserva de la Biosfera El Cielo, considerada como Patrimonio de la Humanidad.
Ciudad Victoria
Su capital se fundó en 1750 con el nombre de Villa de Aguayo. En 1825 pasó de ser villa a ciudad y además se cambió el nombre a Victoria en honor al primer presidente de México: Guadalupe Victoria.
Ofrece numerosos atractivos, que incluyen el Museo de Historia Natural, el Museo Regional de Historia, la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, la Basílica de Nuestra Señora del Refugio, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y el Centro Cultural Tamaulipas, entre otros.
Ciudad Victoria también es conocida como “La capital de las aves”, pues en los alrededores se encuentran el Cañón de Altas Cumbres y el Cañón de la Peregrina, ambos idóneos para la observación de aves.
Otros atractivos naturales son el Cañón del Novillo, el Cañón del Huizachal y el Zoológico Tamatán, el primero del estado.
Otras ciudades
Tampico es un importante puerto con atractivos como el Edificio Histórico de la Aduana Marítima, que también aloja al Museo de la Victoria; la Casa de Cultura, situada en un antiguo rastro; el Edificio de Correos; el Edificio de la Luz; el ExPalacio Penal de Andonegui y el Centro de Convenciones y Exposiciones.
Otros puntos de interés son la Catedral de la Inmaculada Concepción; el METRO, Espacio Cultural Metropolitano que aloja al Museo de las Huastecas y el Kiosko de la Plaza de Armas.
Además, tiene bellezas naturales como el Parque Metropolitano Laguna del Carpintero, el Parque Fray Andrés de Olmos, la Laguna del Chairel y se
puede disfrutar de un paseo por el río Pánuco.
Otro punto importante es Ciudad Madero, donde se ubica el centro turístico más importante del estado: Playa Miramar, con diez kilómetros de litoral de arenas doradas y aguas tranquilas, considerada una de las más bellas del Golfo de México.
También son imperdibles en Ciudad Madero el Monumento a los Marinos Caídos, en honor a los tripulantes de los buques petroleros hundidos en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial; el Faro de la Barra, inaugurado en 1883; la Iglesia de San Juan Bosco, y el Monumento a la Virgen del Carmen.
Por su lado, Matamoros, ciudad conocida por ser cuna del cantante mexicano Rigo Tovar, aloja al Museo del Agrarismo Mexicano, único de su tipo en el país; el Museo de Arte Contemporáneo de Tamaulipas y el Museo Casamata, de historia regional; el Parque Cultural Olímpico, el Mercado Juárez y la Galería Albertina.
Además, pueden visitarse la Laguna Madre y la Playa Bagdad.
Reynosa es una ciudad fronteriza con gran actividad industrial. Entre sus sitios de interés están la Catedral de Guadalupe; la Calle Peatonal Miguel Hidalgo; la Plaza Principal; el Museo Histórico Reynosa, y el Parque Cultural Reynosa, donde se ubican el Museo de Frontera y el Parque Recreativo La Playita.
Pueblos Mágicos
El Pueblo Mágico de Tula se fundó en 1617, siendo la ciudad más antigua de Tamaulipas. Conserva su trazo urbano original y cuenta con 498 monumentos históricos.
Ahí pueden visitarse el Templo de San Antonio de Padua, la iglesia más antigua del estado, con un reloj de más de 112 años; la Casa de la Cultura, conocida también como Casa Minerva; la Plaza de Armas; la Casa de don Emiliano Ledezma Ruiz, creador de las cueras tultecas; el Casino Tulteco; el ExColegio Militar, hoy Escuela Primaria Miguel Hidalgo, y el Monumento a Fray Juan Bautista Mollinedo, evangelizador de Tula.
También las cascadas La Parida y Los Ahogados, así como las Lagunas de Sal o el Cerro de la Cruz.
Por su parte, Mier, fundada en 1753, tiene puntos de gran interés como la Capilla de San Juan Bautista; la Iglesia de la Inmaculada Concepción; la Casa de las Columnas; la Casa Consistorial, hoy DIF municipal, y la Plaza Juárez o Plaza Principal.
Otros lugares a visitar son las Casas de la Batalla de Mier (Casa de Los Frijoles Pintos y Casa de los Texanos); la Casa Guerra, hoy Museo Guerra; la Casa de la Cultura y la Escuela Primaria Francisco Ramírez Canales.
El Cielo
La Reserva de la Biósfera El Cielo, en Gómez Farías, es un sitio que supera todas las expectativas, pues además de ofrecer una vista increíble, cuando la niebla baja y cubre el inmenso bosque causa una postal natural con un toque único por dicho fenómeno meteorológico.
De ahí que resulte una maravilla natural de México reconocida en 1987 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad, como reserva de la biosfera en el marco del programa El hombre y la biosfera, en reconocimiento de sus zonas climáticas y su biodiversidad.
El Cielo conjuga las dos grandes ecoregiones más importantes del continente americano: la neotropical y la neártica; es decir, que dentro de la reserva se encuentra vegetación y fauna tanto de clima cálido como frío.
Aquí se pueden admirar desde la selva tropical hasta el desierto, pasando por bosques templados húmedos (bosque de niebla) y hasta bosques templados secos (bosque de pinos).
Su formación se remonta a 65 millones de años, cuando se encontraba cubierta de agua y fue emergiendo para dar forma a una región con una gran variedad de sótanos, grietas, galerías subterráneas, cuevas y paredes de montaña. En ella se han localizado vestigios fósiles de vida marina.
El sitio también posee una rica diversidad de flora y fauna silvestre que incluye 92 especies de mamíferos, 430 de aves, 25 de anfibios, 60 de reptiles, mil 128 de plantas (entre las que destacan robles y pinos), 72 de orquídeas, 924 de insectos y 481 de hongos.
Dentro de la reserva se pueden encontrar áreas para la instalación de tiendas de campaña o se puede pasar la noche en cabañas sencillas y en confortables hoteles ecológicos.
Sus paisajes extraordinarios y los elementos que conforman la Reserva de la Biósfera hacen que sea el lugar ideal para ecoturismo, práctica del kayakismo, tirolesa, escalada de montaña, descenso a rapel y paseos a caballo o una simple caminata al aire libre entre sus diversos tipos de bosque.