TEOTIHUACÁN Y SAN MARTÍN DE LAS PIRÁMIDES: MAGIA Y DIVERSIÓN

“Artesanos que trabajan alpaca, cuarzo, ónix, plata, barro y obsidiana”.

Antonio Caporal
Nacional
TEOTIHUACÁN

Aquí encontrará no uno, sino dos Pueblos Mágicos en el Estado de México, donde el repicar de las campanas se mezcla con el sonido del huéhuetl. Ambos lugares combinan las culturas prehispánica y colonial.

En su visita debe descubrir el Exconvento de San Juan Bautista, que destaca por su arquitectura; y el Templo de Nuestra Señora de la Purificación, con su imponente fachada e interior original; y ni qué decir de la visita obligada a la zona arqueológica.

Ciudad de dioses

El significado de Teotihuacán se compone de teolt: dios; hua: posesivo; y can: lugar, por lo que significa “Lugar donde están los dioses” o “Lugar que tiene a nuestros dioses”: según la mitología náhuatl representa el sitio donde fueron creados el Sol y la Luna.

Los teotihuacanos desarrollaron su cultura desde 500 a.C. y la zona se convirtió en la mayor ciudad de Mesoamérica, alcanzando unos 25 kilómetros cuadrados. Las pirámides de El Sol y de La Luna se alzaron en 300 a.C.; la urbe se fue extendiendo y hacia 650 d.C. Teotihuacán alcanzó su cúspide.

Sin embargo, para el año 800 de nuestra era Teotihuacán misteriosamente se quedó sin habitantes.

Después de la Conquista los españoles fundaron en 1594 San Martín Obispo y nombraron San Juan a la zona de Teotihuacán.

Para 1935 se da una separación de municipios y en 1945 la zona arqueológica se declara propiedad federal. Es en 1988 cuando la UNESCO declara Patrimonio de la Humanidad a la zona arqueológica.

Teotihuacán de Arista es el actual nombre para San Juan Teotihuacán. Ahí debe recorrer sus maravillosas construcciones que asombran, como la Pirámide de El Sol, que es la más alta y alza sus escalones hasta 64 metros, con cinco sobre posiciones.

Al norte aparece la plaza y Pirámide de La Luna; al sur, el templo de Quetzalcóatl, uno de los dioses teotihuacanos, decorado con cabezas de serpientes emplumadas.

Otro monumento impresionante es el Palacio de Quetzalpapálotl o dios mariposa, donde los símbolos del Cosmos aparecen en columnas labradas en su patio y otros edificios que rinden honor a los dioses encarnados en animales.

Para ver a detalle la delicadeza de las piezas que necesitan resguardo, nada mejor como los museos de Sitio y Pintura Mural, este último con 34 muestras de arte pictórico prehispánico.

Ahora bien, si es usted de espíritu aventurero debe realizar alguno de los viajes en globo que ofrece una manera inmejorable de observar las pirámides y la unión de dos culturas que formaron México.

Los atractivos en San Juan Teotihuacán son el Balneario Cuauhtémoc y la Fuente; la Catedral del Divino Redentor; el Exconvento de San Juan Bautista; el Jardín Botánico de Cactáceas; la Mansión del Alemán; el Mercado de San Juan; y el Templo de la Señora de la Purificación.

San Martín

En este Pueblo Mágico tiene que visitar la Parroquia de San Martín Obispo de Tours, construida en 1638 y ubicada en la Plaza 24 de Mayo, con un enorme jardín frontal que a veces sirve de atrio. El camino hacia el portón principal se encuentra alumbrado por bellos faroles, lo que en las noches le brinda una vista mágica. Ahí mismo puede ver la Capilla de Santiago Tepetitlán, de estilo barroco.

Otro sitio para visitar es la Iglesia de Ecce Homo, levantada en 1979 para incrementar el interés turístico del pueblo.

También están el Museo Manuel Gamio y el Museo Comunitario Quetzalpapalotl, recintos que contribuyen a la misión de ahondar en el estudio de la riqueza cultural y arqueológica de la zona.

Si quiere un poco de esparcimiento visite el Club Campestre Teotihuacán, que ofrece instalaciones deportivas y recreativas, jardines para eventos, zonas para campamentos, habitaciones y restaurante, además de albercas al aire libre y un bello y calmado lago.

Y no puede dejar de hacer una visita a Cerro Gordo, llamado en náhuatl por los antiguos pobladores como Tenan, que significa “Madre de alguien”, porque de él nacen otros muchos cerros pequeños.

El cerro aloja las grutas y el Parque Estatal, un terreno de gran belleza en el que se pueden hacer visitas guiadas, practicar senderismo, campismo, ciclismo de montaña, cabalgatas, carreras a campo traviesa y observación de flora y fauna.

Hermanados

Ambos municipios se ubican a dos mil 300 metros de altitud; poseen un clima templado y seco, con temperaturas medias de 15 grados Centígrados y de 10 grados en invierno; la temporada de lluvias es en verano; la vegetación principal es de cactáceas, magueyes, nopales y pirules.

La gastronomía local es amplia y ofrece barbacoa, carnitas, mixiotes de pollo, carnero con nopales, quesadillas, tlacoyos y sopes.

Para gustos más complejos hay chinicuiles, gusano de maguey, quesadillas con chapulines, tamales o tortas de escamoles.

Como bebidas hay pulques, además de licor de nopal, tuna y xoconostle.

Y en cada rincón de ambos pueblos encontrará artesanos que trabajan con base en piedras preciosas y semipreciosas: alpaca, cuarzo, ónix, plata, barro y obsidiana. También destacan sus piezas talladas en madera.