DE SEQUÍAS A INUNDACIONES

“La escasez de agua obstaculiza el riego de cultivos y el exceso provoca su pérdida”.

Norberto Vázquez
Nacional
Sequías e inundaciones

La Comisión Nacional del Agua, Protección Civil y otras autoridades de los tres órdenes de gobierno afrontan retos ante las dos tragedias que hay en torno del tema: pocas precipitaciones en temporada árida y torrenciales en época de temporales.

Los contrastes climáticos en México son evidentes y en un corto lapso la población puede sufrir dos catástrofes distintas: al inicio de este año el territorio nacional enfrentó problemas severos por la falta de agua, que generó una terrible sequía; pero al poco tiempo la caída de lluvias torrenciales causó en cambio el desbordamiento de ríos y lagunas, además del colapso de las redes de drenaje en zonas pobladas, lo que ocasionó el ingreso de aguas negras a domicilios de cientos de familias, quienes ahora enfrentan la pérdida de sus pertenencias y condiciones insalubres.

En solo unos meses se pasó de estiajes extremos —que secaron presas, ríos y lagos, por lo que se tuvo que echar mano de pozos para satisfacer la demanda del líquido en urbes y municipios, además de que el calor mató a ganado y animales de crianza— a precipitaciones atípicas que causaron inundaciones, saturación de movilidad en zonas altamente habitadas y deslaves que cobraron la vida de personas.

De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) esta disminución de la lluvia a principios del año dio lugar a una sequía que no solamente impactó en la agricultura, sino que provocó además una escasa recuperación en el llenado de las presas, la reducción de los niveles de los lagos y el aumento de la extracción de aguas subterráneas.

De hecho, el llenado de presas tenía al 30 de octubre de 2023 un déficit de 31% respecto del promedio histórico, por lo que esta reducción de agua disponible en las presas tuvo un efecto en la disminución de la superficie sembrada de agricultura de riego.

No obstante, para septiembre de 2024 el organismo regulador del agua reportó que el nivel de las 210 principales presas de México alcanzaba casi el promedio histórico de 87 por ciento.

Factores complejos

Autoridades del gobierno federal estiman que tanto las sequías como las inundaciones son resultado de los fenómenos que alteran el ciclo hidrológico y por ende la humedad atmosférica, como El Niño, erupciones volcánicas, quema de combustibles fósiles, deforestación y la actividad industrial.

Diversos organismos públicos aseveran que todo el territorio nacional sufre la naturaleza de fenómenos cuyos factores son sumamente complejos debido a que mientras una parte del país sufre sequía, otra puede encontrarse inundada simultáneamente.

Al respecto, especialistas en el tema consideran que la sequía y las inundaciones son las manifestaciones más dramáticas del agua en la naturaleza, por lo que es de esperarse que estos fenómenos aumenten en intensidad, severidad, extensión y duración, incrementándose la frecuencia de su ocurrencia, así como la vulnerabilidad y el impacto en diversas poblaciones del país.

Los expertos ponen en claro que contar con mecanismos que permitan enfrentar el desequilibrio que provoca la falta de lluvias en algunos lugares y la cantidad excesiva de agua en otros, es el mayor reto para la población, por lo que alertan a los tomadores de decisiones y a los gobiernos que debe mejorarse sustancialmente la gestión en el manejo del agua y actuar con estrategias preventivas para atender estos dos fenómenos extremos: sequías e inundaciones.

Escenarios

En México, de acuerdo con instituciones federales, llevamos tres años con una sequía grave.

Al respecto, el Monitor de Sequía en México (MSM) del Servicio Meteorológico Nacional señala que hasta el 30 de abril de 2024 tenía el indicador de que el número de municipios con sequía era de mil 963, es decir, 79.4% de los dos mil 469 municipios y alcaldías de los 31 estados y la Ciudad de México.

Dos meses después, en junio del año en curso, el MSM reportó que se empezaron a presentar las denominadas anomalías positivas de precipitación en gran parte del país, lo que significó una disminución de la sequía en regiones de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Aguascalientes y Guanajuato.

En ese lapso comenzó así una reducción de áreas con sequía de severa a extrema en zonas del noroeste, el Pacífico norte y el occidente del país.

Los pronósticos de Conagua eran que una vez que comenzara la temporada de lluvias era muy probable que todas las presas se reabastecieran y los demás cuerpos de agua y mantos acuíferos recuperaran sus niveles óptimos.

Anunció por tanto que las lluvias iniciaron el 15 de mayo y finalizarán el 30 de noviembre, a la vez que previó que factores como El Niño y las condiciones oceánicas influyan en la cantidad y distribución de las precipitaciones, además de que se espera una temporada ciclónica 10% más intensa que en 2023, con hasta 45 tormentas tropicales, lo que prolongará las lluvias hasta noviembre.

De hecho, a partir de mayo algunas ciudades comenzaron a padecer la contraparte de las sequías y sufrieron intensas inundaciones por las atípicas precipitaciones.

Y para el lunes 16 de septiembre una tormenta en la Ciudad de México, catalogada como la más fuerte que se ha registrado en el año según datos de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) capitalina, provocó 39 inundaciones en diversas alcaldías.

Y es que las inundaciones en México son un problema recurrente que cada año deja decenas de muertos, cientos de damnificados y pérdidas económicas millonarias.

Según datos de la Secretaría de Gobernación, en 2023 las inundaciones afectaron a más de un millón de personas y causaron pérdidas por más de 20 mil millones de pesos.

De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua la inversión en infraestructura hidráulica puede reducir hasta en 50% el riesgo de inundaciones.

Según esta institución es hora de que el gobierno mexicano retome medidas concretas para aminorar los riesgos asociados con las inundaciones, por lo que es necesario invertir en infraestructura hidráulica como diques, presas y canales, para controlar el flujo de agua y evitar los desbordamientos.

El organismo plantea fortalecer la cultura de la recolección de basura y evitar que los desechos lleguen a las calles, incluyendo los generados por plantas, árboles y arbustos, pues tapan las coladeras y obstruyen el correcto funcionamiento del desagüe.

Un factor fundamental lo plantea un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que establece que 70% de las viviendas afectadas por inundaciones se encuentran en zonas de riesgo.

Además de que es necesario reforestar y proteger las áreas verdes para que puedan absorber el agua de lluvia y evitar la erosión.

Un tema central es que es fundamental implementar políticas de ordenamiento territorial para evitar que se construyan viviendas y edificios en zonas de riesgo, establece la UNAM.

Economía

Pero el problema de las sequías e inundaciones también pega en el bolsillo de todos los mexicanos.

Un análisis de Grupo Financiero Monex, por ejemplo, establece que durante el primer semestre de 2024 el país se vio severamente afectado por condiciones climatológicas adversas; de enero a mayo, el territorio nacional experimentó una sequía extrema que lo llevó a máximos históricos de estrés hídrico, para después reportar el mes de junio más lluvioso en 80 años.

Según el análisis, esto impacta significativamente en los precios de los productos agrícolas, ya que la escasez de agua obstaculiza el riego de cultivos y el exceso de lluvia provoca su pérdida, afectando la producción.

“En las últimas minutas de política monetaria del Banco de México, este subrayó los riesgos de las afectaciones climáticas, que se han intensificado y reflejado adversamente en los precios”, dice Monex.

De hecho, en junio la inflación anual aumentó a 4.98%, alcanzando su mayor nivel en un año, siendo el componente de frutas y verduras el que más ha contribuido a dicho incremento. Y no es de extrañar: el sector agrícola fue el más afectado por las sequías ya que consume 75.7% del agua disponible. En consecuencia, la producción agrícola nacional disminuyó de manera importante en el primer semestre del año, lo que se reflejó en un aumento de los precios de las frutas y verduras, por lo que la inflación en este rubro se elevó a 19.73 por ciento.

Problema internacional

A nivel global las sequías, tormentas, inundaciones y aquellos fenómenos relacionados con el agua dominan la lista de catástrofes de los últimos 50 años, tanto en términos de pérdidas humanas como económicas, según un análisis de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

A partir de 1974, entre las principales catástrofes registradas que han provocado la mayor cantidad de víctimas están las sequías con 650 mil muertes, seguidas por las tormentas, con 577 mil 232; las inundaciones, con 58 mil 700; y las temperaturas extremas, con 55 mil 736, según el reporte de esta agencia de la ONU sobre mortalidad y pérdidas económicas debidas a fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos.

Petteri Taalas, secretario General de la OMM, dijo que “las lluvias extremas han causado inundaciones masivas en muchos países y ciudades del planeta. Millones de personas han sido desplazadas y muchas murieron”.

Pero no es solo en el mundo en desarrollo donde las inundaciones provocan grandes trastornos, sino que las inundaciones catastróficas en la Europa industrializada también han dejado cientos de muertos y daños generalizados.

En contraste, añadió Taalas, la falta de agua sigue siendo una causa importante de preocupación para muchas naciones, especialmente en África, donde más de dos mil millones de personas viven en países con estrés hídrico y carecen de acceso a agua potable y saneamiento.

Los datos muestran que durante el último medio siglo los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron 50% de todas las catástrofes, 45% de las muertes registradas y 74% de las pérdidas económicas a nivel mundial.

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Proyectos

En medio de las recientes lluvias en el territorio mexicano, que han dado una breve tregua a las altas temperaturas y a las sequías que cada vez duran más y son más frecuentes, y a solo unos días de que termine su administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que hay avances en los proyectos hídricos prioritarios con los que se busca garantizar el abasto de agua en el país.

Agregó que “vamos a terminar lo que tiene que ver con presas, con acueductos, con distritos de riego; porque no hay mucha información, no se conoce y es una obra en su conjunto muy importante, sin precedente. En muchos años no se había invertido tanto en obras hidráulicas”.

Destacó en este sentido la importancia de un enfoque regional para abordar el problema del agua en el Valle de México y sus alrededores. “Se está avanzando para enfrentar la escasez de agua; ya se está superando, porque también están ayudando las lluvias. Sin embargo, hay que trabajar hacia adelante para que no se repita, para que en la próxima temporada de sequía no se padezca falta de agua en el Valle de México y en ninguna parte del país”.

El presidente señaló que las medidas implementadas durante su administración son para controlar el crecimiento urbano desordenado y proteger los recursos naturales. Subrayó además la importancia de equilibrar el desarrollo urbano con la preservación de áreas rurales que suministran oxígeno y agua a las ciudades.

Al respecto, el gobierno federal trabaja en 18 proyectos prioritarios en diversos estados del país para garantizar el acceso al derecho humano al agua y soberanía alimentaria, para los que hay una inversión total de 96 mil millones de pesos que beneficiarán a 24 millones de personas.

Estas obras incluyen abastecimiento para centros urbanos a través de acueductos; incremento de la superficie de riego en al menos 100 mil hectáreas; aumento de la productividad en el campo y obras de protección para la población ante fenómenos hidrometeorológicos.

Germán Martínez Santoyo, director de la Conagua, indicó que estos proyectos generarán un caudal de cerca de 25 mil litros por segundo en favor de habitantes de zonas prioritarias del norte, centro y sur del país.

Explicó que en la actual administración se han invertido 110 mil 302 millones de pesos para la creación de estos 18 proyectos hídricos prioritarios.

“Tenemos muchas otras obras relacionadas con el agua, pero estos proyectos están siendo construidos para atender problemas específicos muy importantes para el país”, expuso.

Aclaró que en total se construyen más de 100 mil hectáreas de riego habilitadas e incorporadas, las cuales beneficiarán a 24 millones 613 mil 306 personas, al tiempo que subrayó que representarán un caudal adicional de agua para uso público urbano de 24.55 metros cúbicos por segundo.

Martínez resaltó que entre los proyectos prioritarios se encuentran el Acueducto Yaqui, Planta potabilizadora en Durango, Plan Hídrico Tula de Allende, Parque Ecológico Lago de Texcoco, Proyecto presa el Zapotillo, Acueducto Picachos-Mazatlán, Presa Santa María en Sinaloa, Presa la Libertad, Acueducto el Cuchillo y Agua Saludable para la Laguna.

Para los especialistas, mientras las sequías perjudican principalmente la zona norte del país, en el sur los agricultores son afectados por fenómenos hidrometeorológicos y ciclones tropicales que tienen efectos devastadores en la producción agrícola.

Estos expertos añaden que es momento de que las autoridades en los tres órdenes de gobierno evalúen con políticas públicas firmes y bien diseñadas, los estragos que las sequías y las torrenciales lluvias traen todos los años a la población en general. Dos fenómenos climáticos con los que México y sus ciudadanos tienen que convivir.

Lluvioso…

En las últimas semanas se ha registrado gran cantidad de lluvias en el territorio nacional, pero la Conagua informó que junio de 2024 se colocó como el mes más lluvioso desde 1941, es decir, en poco más de 80 años.

La dependencia determinó que si bien a principios del año se registraba una importante sequía en gran parte del territorio mexicano la gran cantidad de lluvia ayudó a incrementar los niveles de los embalses del país.

Durante junio pasado se registraron 148.7 milímetros de lluvia, lo que representa 49% más de precipitación que lo habitual durante estas fechas en el país.

…y seco

Desde 1998 el sector poniente del lago de Cuitzeo en Michoacán, con una superficie total de 400 kilómetros cuadrados, se comenzó a secar y desde entonces ha habido años en los que ha recobrado su caudal.

Hace unos cincos años el nivel del agua estaba bajando demasiado y en 2022 se quedó sin agua el área oriente, donde están las comunidades de Mariano Escobedo y San Agustín del Pulque.

Para finales de febrero de 2024 los tiempos en que los pescadores de esas dos comunidades sacaban toneladas de mojarra, carpa y charal del lago de Cuitzeo quedaron en el recuerdo.

El lado oriente del embalse, donde se asientan esas comunidades ribereñas está totalmente seco, reportaron autoridades locales.