Si lo que busca es alejarse de las aglomeraciones y descubrir paisajes desconocidos, este destino le ofrece una reconexión auténtica con la naturaleza.
San Joaquín es uno de los lugares más bellos de la Sierra Gorda de Querétaro, Pueblo Mágico desde 2015, lleno de tradición e historia que ofrece gran variedad turística, riqueza cultural y gastronómica, además de impresionantes paisajes naturales y mucha aventura.
Debido a la altura en que se encuentra la temperatura es más bien fresca, con un promedio anual de 15° Centígrados. Se ubica a 139 kilómetros (dos horas y cuarto) de la capital de Querétaro y a 266 kilómetros (cuatro horas y media) de la Ciudad de México. Su población vive entre montañas, rodeada de pinos y encinos que contrastan con las coloridas casas.
San Joaquín también es la casa del huapango: cada año en abril se realiza el Concurso Nacional de Huapango, al que asisten turistas y visitantes para presenciar este tradicional encuentro donde se puede admirar una de las expresiones culturales más importantes del país.
Cascadas
Sin duda Querétaro es un estado privilegiado por su riqueza cultural, histórica y natural. Si lo que busca es alejarse de las aglomeraciones y descubrir paisajes desconocidos, entonces las Cascadas Maravillas ubicadas en San Joaquín son el destino perfecto.
Desde la Ciudad de México se puede llegar por la autopista México-Querétaro; posteriormente, la San Juan del Río-Jalpan de Serra-México; y, por último, Querétaro-Culata.
Ya en la comunidad de Las Maravillas hay pobladores que ofrecen sus servicios como guías, aunque también se pueden conocer las cascadas por cuenta propia. No obstante, se recomienda la primera opción para apoyar a la economía local.
El trayecto es descendente y recorre un bosque húmedo. Tiene una duración de al menos 30 minutos a una velocidad moderada. Conforme el recorrido avanza, el camino se vuelve más angosto y un poco más complejo para andar.
La caída de agua de la primera cascada tiene una altura de 30 metros y se desliza sobre una roca cóncava. Poco más adelante se puede contemplar una cascada más chica, de 15 metros de altura, que desemboca en una poza de color turquesa que en su correr forma otras cascadas pequeñas.
La tercera cascada tiene unos cinco metros de altura y desemboca en una poza azul. A pesar de ser la menor no decepciona, ya que está en medio de un imponente entorno natural.
Es preferible llegar temprano para tener tiempo suficiente de recorrer los senderos y apreciar las cascadas, pues debido a la espesa vegetación la zona comienza a oscurecerse durante la tarde.
Gruta
En las Grutas de los Herrera se puede descender poco más de 30 metros para admirar las caprichosas formas de las estalagmitas y estalactitas, así como formaciones de piedra que parecen algunos animales, como un león o un cocodrilo.
Estas grutas se formaron hace más de 150 millones de años y son las únicas acondicionadas para visitas turísticas en Querétaro. Se hallaron en la década de 1970, cuando comenzó su descubrimiento por parte de lugareños y pobladores.
Comienza el recorrido con el descenso de 248 escalones. La profundidad que tiene esta ruta es de aproximadamente 370 metros, aunque su atractivo principal está conformado por las galerías adornadas bellamente por estalactitas y estalagmitas. Estas forman figuras en el techo y el suelo, por lo que algunas de ellas han sido bautizadas por las personas del lugar con nombres como león y cocodrilo. En la primera sala se pueden encontrar distintos vestigios de coral y se cree que hace millones de años la zona estaba cubierta por un océano de arrecifes gigantes.
Para realizar este intrépido recorrido se recomienda llevar zapatos cómodos con suela antiderrapante a fin de que la experiencia al caminar sea mejor.
Además, para no perderse la experiencia completa e ir seguros durante el trayecto es preferible contratar a un guía de turistas de la zona.
El horario en que se pueden visitar las Grutas de los Herrera es de lunes a domingo de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.
Zona arqueológica
A solo tres kilómetros de San Joaquín se ubica la zona arqueológica de Las Ranas, un asentamiento que estuvo ocupado de los años 600 a 1000 d.C. Hoy en día se pueden apreciar en sus plazas diversas estructuras y desde sus edificios se puede gozar de una extraordinaria panorámica de la región.
De acuerdo con historiadores, en este sitio se desarrolló una importante ciudad que controlaba las principales rutas comerciales de la Sierra Gorda, así como la explotación y el comercio del sulfuro de mercurio (cinabrio), muy codiciado en la época por los diversos grupos étnicos, que lo utilizaban en ritos funerarios por toda Mesoamérica.
El centro político-administrativo se edificó sobre dos elevaciones naturales que forman una especie de escuadra. Actualmente el sitio arqueológico se divide en tres secciones: la primera la conforman tres juegos de pelota alineados sobre un eje central, además de las estructuras ceremoniales en forma circular. En la segunda sección se localiza el edificio piramidal más relevante, cuya entrada se encuentra orientada hacia el este. En la tercera se ubican cinco estructuras piramidales, tres de las cuales son basamentos piramidales que conforman un patio abierto. El horario de acceso a la zona arqueológica Las Ranas es de lunes a domingo de 09:00 a 17:00 horas.
Más
En San Joaquín también se encuentra el Parque Nacional Campo Alegre. Se trata de una zona arbolada con asadores, perfecta para gozar de la naturaleza y realizar un día de campo. Aquí se pueden practicar senderismo, ciclismo y montar a caballo.
El mirador La Crucita es otro lugar imperdible, desde donde se tiene la mejor vista posible del Pueblo Mágico: sus principales edificios, lo colorido del poblado y las casitas de tejas rojas de ensueño.
Asimismo, en la cocina de San Joaquín figuran la barbacoa de borrego, el cerdo en salsa verde con nopales, el chicharrón de res, el mole y los tamales.
Para postres hay ates, dulces de calabaza o de chilacayote. Como digestivos se invita al paladar a degustar licores de fruta, principalmente de durazno y manzana.
Las artesanías de este pueblo se relacionan con el trabajo en madera. Pueden encontrarse bellos muebles, marcos para cuadros y otros objetos decorativos.
Mención aparte merece el árbol de Navidad que se coloca en la explanada municipal, el cual anuncia la llegada de las fiestas. Se trata de una versión gigante de este icono de las festividades decembrinas, con su llegada poco a poco el fresco olor del pino alcanza varios rincones de la ciudad, que cada año recibe con los brazos abiertos a turistas y visitantes.