La presidenta Claudia Sheinbaum preside la conmemoración del 112 Aniversario de la Marcha de la Lealtad como Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas.
Ataviados con su uniforme de gala, gallardos, mirada firme, erguidos, montados en corceles de gran alzada, un grupo de cadetes del Heroico Colegio Militar formó la columna que escoltó a la primera mujer presidenta de México en 200 años de vida independiente y Comandanta suprema de las Fuerzas Armadas: Claudia Sheinbaum Pardo.
Ella, firme, representando con dignidad la investidura presidencial, se trasladó a bordo de un vehículo militar, flanqueada por el general Ricardo Trevilla Trejo, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa), y el almirante Raymundo Morales Ángeles, titular de la Secretaría de Marina (Semar), responsables, junto con el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, de garantizar la paz interior y proteger, aun a costa de su vida, la soberanía nacional.
La mandataria encabezó la conmemoración del 112 aniversario de la denominada Marcha de la Lealtad, aquella en la que una columna de cadetes del Heroico Colegio Militar escoltó al entonces presidente Francisco I. Madero para ponerlo a salvo luego de que un grupo de generales, liderados por Victoriano Huerta, perpetraron un golpe de Estado para derrocar al legítimo titular del Poder Ejecutivo.
Para comenzar la ceremonia la Comandanta suprema de las Fuerzas Armadas realizó el pase de Lista de Honor a los Héroes de las Gestas Heroicas de 1847 y 1914 del Heroico Colegio Militar: teniente Juan de la Barrera; cadetes Juan Escutia, Agustín Melgar, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca y Francisco Márquez; y del Colegio Naval: teniente José Azueta y cadete Virgilio Uribe.
El general secretario de la Defensa fue el encargado de emitir un mensaje al pueblo de México, en el cual refrendó que las Fuerzas Armadas están listas para defender con valentía y honor a la patria, como ha sido siempre.
Actos de valentía
El general Ricardo Trevilla recordó que justamente fue un domingo de hace 112 años cuando se inmortalizó la Marcha de la Lealtad, “significativo episodio de nuestra historia que fue enmarcado por la valentía y determinación de los alumnos del Colegio Militar ante la sublevación que intentaba derrocar al presidente Francisco I. Madero, poniendo en riesgo el orden constitucional”.
Derivado de esa revuelta, dijo, “el Apóstol de la democracia” recurrió a los jóvenes cadetes para que lo escoltaran en columna de honor desde el alcázar del Castillo de Chapultepec hasta Palacio Nacional para demostrar al pueblo de México que la confabulación había sido suprimida”.
Ese acto de lealtad de los jóvenes cadetes “ya tenía antecedentes en nuestra historia: durante los disturbios del Plan de Montaño en 1827, en el motín de la Acordada en 1828, y en la rebelión encabezada por José Urrea en 1840. En este último evento, poco conocido, también los cadetes hicieron uso de las armas para combatir a los sublevados y proteger a la figura presidencial”.
Señaló que después de ese episodio en el que perdiera la vida a la edad de 15 años Juan Rico, primer cadete caído en un acto de lealtad, el valor y la entrega demostrados por los jóvenes alumnos fueron reconocidos por el entonces teniente coronel Mariano Monterde, subdirector del plantel, en un informe escrito el 30 de julio de 1840 en el que puntualizó lo siguiente: “En todas partes se vieron rasgos de heroicidad y valor, y estos hechos pronostican lo que vendrá a ser con el tiempo el Ejército Mexicano. Todos los que han concurrido a los puestos avanzados en estos días de lucha han visto batirse a los alumnos de manera que han acreditado su pericia, no solo para lucir en un día de parada, sino para sostener, cuando se ofrezca, con su sangre los caros derechos de la patria”.
El general secretario de la Defensa Nacional afirmó que aquellos actos de honor y de lealtad fueron evocados más adelante por el presidente Madero, quien el 4 de diciembre de 1911, en un mensaje, también les expresó a los cadetes lo siguiente: “Es un orgullo nacional este plantel donde los alumnos adquieren conocimientos tan profundos, una educación tan sólida y llegan a amoldar su carácter para servir en el Ejército Nacional y para estar siempre dispuestos a derramar la sangre por la patria a la primera voz de mando”.
“Marchemos juntos hacia las mejores causas de México”.
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Para el general Trevilla Trejo está claro que “los pensamientos de Mariano Monterde y del presidente Madero fueron visionarios, pues hoy en día el Colegio Militar, con esas hazañas heredadas, principalmente, la de la Batalla de Chapultepec de 1847, conforma los cimientos de la lealtad que sostiene a las Fuerzas Armadas modernas de México, que intentaré resumir en dos frases: lealtad siempre a la figura presidencial y a las instituciones de la República; pero, sobre todo, lealtad siempre a la nación mexicana misma, libre, íntegra, soberana e independiente”.
Honestidad
El secretario de la Defensa Nacional afirmó que “la historia nos ha enseñado que la lealtad hacia la nación no solo atañe a los militares: se encuentra arraigada en cada mexicana y mexicano que aspira a heredar un país a las generaciones futuras”.
Por ello, dijo, “hoy día la lealtad obliga a quienes la practican a ser íntegros, honestos, honorables y valientes, muy valientes; a cultivar un sentimiento de confianza mutua, de respeto, de unidad y de nacionalismo que promueva la cohesión social para alcanzar los objetivos nacionales”.
Este, puntualizó Trevilla, es el anhelo que une a las instituciones, a la sociedad, a cada mexicana y mexicano; y que impulsa a las Fuerzas Armadas a cumplir con determinación y firmeza nuestra misión más importante: defender la integridad, independencia y soberanía de la nación, porque estamos conscientes de que, como lo ha señalado nuestra Comandanta suprema y es una visión compartida por la sociedad misma, ¡nuestra soberanía no es negociable!”
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Orgullo
Por otro lado, el funcionario apuntó que las Fuerzas Armadas cumplen con honor y disciplina las tareas que le encomienda la nación: “Entre nuestras actividades resaltan algunas muy relevantes en beneficio del pueblo de México, como son el apoyo a la estructura de seguridad pública, la construcción de obras estratégicas y la aplicación del Plan DN-III-E”.
Tareas, señaló, “que realizamos con humanismo, guiados por la razón y el derecho, y pensando siempre en el bienestar del pueblo; ese mismo pueblo que nos brinda su confianza y respaldo, principales fortalezas del instituto armado, que nos permiten, aun con recursos modestos, tener el temple y la certeza para encarar cualquier amenaza que atente contra el país”.
De manera enfática, el general Ricardo Trevilla aseveró: “En esta primera ceremonia de la Marcha de la Lealtad que preside usted, presidenta Claudia Sheinbaum, le expreso en nombre de todas y todos los integrantes de las Fuerzas Armadas que es un orgullo que sea nuestra Comandanta suprema, no solo por ser la primera mujer en ocupar este cargo, sino por su valentía, sensatez y amplio nacionalismo”.
Añadió: “Comprendemos la trascendencia que vive nuestro país; por ello, las instituciones armadas ponemos a disposición de los mexicanos nuestra gran lealtad para contribuir en la seguridad y en el desarrollo nacional. Así ha sido y así será siempre”.
Y concluyó: “Hoy, a 112 años de la Marcha de la Lealtad, civiles y militares debemos continuar reavivando el espíritu virtuoso de nuestros héroes, debemos inspirarnos en ellos para seguir fortaleciendo día con día nuestra justicia, democracia y libertad. Marchemos con lealtad juntos hacia las mejores causas de México”.
Mexicanos unidos
Cabe recordar que, al encabezar la ceremonia por el 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, el 5 de febrero la presidenta Sheinbaum aseguró que la Carta Magna es nuestro escudo para defender a la nación.
“Por eso, en estos tiempos en los que aparecen amenazas a nuestra soberanía nacional, en los que el espíritu intervencionista asoma a las puertas de nuestra patria, es momento de recordar la historia y nuestra grandeza”, aseveró entonces.
Asimismo, la jefa del Ejecutivo federal envió un firme mensaje: “México es un país libre, soberano, independiente. ¡No somos colonia de nadie, ni protectorado de nadie! Podrán amenazarnos con cometer cualquier atropello, pero jamás permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestro pueblo y de nuestra patria”.
Agregó: “Cooperación, sí, subordinación, no. Colaboración, sí, sometimiento, no. Nada de injerencismo, ni intervencionismo, tampoco de racismos, ni de clasismos. Sí a la defensa de nuestra Constitución. Sí a la defensa de nuestras libertades. Sí a la defensa de la democracia. ¡Sí a la defensa de la patria!”
Asimismo, la presidenta advirtió fuerte y claro: “Cualquier intención de afectar nuestro derecho de ser un pueblo libre, un país independiente, una tierra soberana, se topará con un pueblo valiente que sabe luchar para defender sus derechos y a su patria”.
Dijo que los mexicanos “estamos unidos, estamos listos para encarar el futuro que nos depare el destino. En estos tiempos que nos ponen a prueba como nación y como pueblo, queremos recordar la promulgación de nuestra Constitución y la herencia de nuestros ancestros para dar lo mejor de nosotros en la defensa de México y siempre cerca del pueblo”.
Y sentenció: “México tiene un pueblo valeroso que sabe estar siempre a la altura de los retos que nos ha impuesto la historia y el porvenir. México es una gran nación. México y su pueblo siempre estarán listos para defender a la patria”.
Legado histórico
El Colegio Militar se creó en 1823 y su primera sede fue la Fortaleza de San Carlos, en el municipio de Perote, Veracruz, lugar desde el que sus primeros estudiantes iniciaron un largo camino en el que forjaron el legado histórico que perdura hasta nuestros días.
A más de dos siglos de la fundación del Colegio Militar los mexicanos gozan de esa herencia de valores, tradiciones y prestigio.
Hoy se puede entender la identidad nacional con el fortalecimiento del orgullo de ser mexicanos, que tuvo sus orígenes en el hecho glorioso de los cadetes del Colegio Militar durante la gesta heroica de 1847 en la defensa del Castillo de Chapultepec ante la intervención del ejército de Estados Unidos.
“Los aguiluchos”, como son nombrados los alumnos de la institución educativa castrense, también participaron en la épica Batalla del 5 de mayo de 1862 en Puebla.
A lo largo de su historia los cadetes del Heroico Colegio Militar han sido preparados en valores y virtudes militares para servir al pueblo de México, lealtad que volvió a ser ratificada en la Marcha de la Lealtad el 9 de febrero de 1913, cuando cadetes escoltaron al presidente Francisco I. Madero en la Ciudad de México tras el levantamiento armado que encabezó Victoriano Huerta.
Ese día se ratificó la inquebrantable lealtad de los alumnos del Colegio Militar y el compromiso perenne de respaldar a las instituciones legalmente constituidas, tradición y herencia que las generaciones del presente fortalecen año con año en esta conmemoración.
Heroico Colegio Militar
Misión El Heroico Colegio Militar es un establecimiento de educación militar de nivel superior cuya misión es formar subtenientes de las Armas y de los Servicios de Policía Militar e Intendencia, con sólidos valores y conocimientos teóricos y prácticos para desempeñarse con liderazgo en el ejercicio del mando de las unidades a nivel sección en corporaciones del Ejército Mexicano, con la finalidad de satisfacer las necesidades de la Secretaría de la Defensa Nacional en el cumplimiento de sus misiones.
Visión Consolidar la excelencia educativa en la formación del futuro oficial del Ejército Mexicano, que se caracterice por su liderazgo y capacidad de actuar operativa y administrativamente en el ámbito de la ciencia y el arte militar, así como por la influencia que mediante su ejemplo sea capaz de ejercer en la conducción de los hombres y las mujeres militares a su mando, en beneficio del instituto armado y del desarrollo nacional.
Valores institucionales
Honor Sentimiento que impulsa al cadete cumplir sus deberes; debe encontrar en su propio honor el estímulo necesario para cumplir con su deber con exceso; es el más noble estímulo del valor militar.
Lealtad Devoción sincera, voluntaria e infalible hacia una causa; guarda una estrecha analogía con el desinterés y es fomentada por la simpatía, la sinceridad, la franqueza y sostenida por la justicia.
Patriotismo Amor a la patria, a México, a sus tradiciones, historia y valores. Es el respeto a la bandera y al Himno Nacional. Lo más honroso para un soldado es perder la vida por la patria.
Valor Ánimo que rige al soldado mexicano en todos los actos de servicio; el valor militar permite resolver y afrontar con éxito cualquier riesgo.