LOS RETOS DEL EQUIPO DE TRANSICIÓN

“Impulsar actividades empresariales comprometidas con el entorno socioambiental”.

Antonio Caporal
Nacional
Transición 2024

Quienes confeccionaron el proyecto de nación del próximo gobierno federal tienen bien definidas sus propuestas para las áreas prioritarias.

Los siguientes cuatro meses servirán para que el equipo de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, conozca a detalle el estado que guarda la Administración Pública Federal (APF), así como para enfocarse en las prioridades de su gobierno.

Habrán de poner atención en un grupo de temas prioritarios que han sido señalados por los analistas y así reconocidos por la propia Sheinbaum: economía, seguridad y salud.

Justo en esta semana se dan a conocer los nombres de los integrantes de su gabinete y sabremos de qué manera atenderán sus respectivas áreas.

Lo cierto es que, contrario a la tradición, los nombramientos del futuro gabinete se dieron a conocer a menos de un mes de los comicios, cuando regularmente se hacía días previos a la toma de posesión.

En ese novedoso anuncio habremos de conocer los criterios que se tomaron en cuenta para las designaciones, como por ejemplo la experiencia, el conocimiento, la formación profesional, además de las relaciones con los sectores sociales y empresariales, e incluso la lealtad de los designados.

No olvidemos que igual pueden tener algún peso las recomendaciones que formulan los expertos, la sociedad y fundamentalmente los empresarios e inversionistas nacionales y extranjeros.

El hecho es que la experiencia nos demuestra que los miembros del gabinete que inician un sexenio no se conservan hasta el final: salvo los casos de los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina, el resto de los cargos son muy susceptibles de cambios.

Las coyunturas, los problemas, los escándalos, el funcionamiento de la economía, los errores y las presiones internas y externas provocan innumerables cambios en el gabinete.

Esta semana sabremos si se dan a conocer todos los nombramientos o solo aquellos de las áreas señaladas como estratégicas, como economía, seguridad y salud. Quizá guarde los demás nombramientos para las siguientes semanas, a fin de hacer los ajustes necesarios o bien para mantener la expectativa sobre su equipo de trabajo.

Estabilidad y generación de riqueza

En el terreno económico el panorama representa un verdadero reto por la serie de variables que deben atenderse: estabilidad, inversiones, crecimiento, gasto público, etcétera.

Por ejemplo, Victoria Rodríguez, gobernadora del Banco de México (Banxico), recién dio a conocer que en estos días hemos experimentado volatilidad en los mercados financieros nacionales: “En particular, la moneda nacional está resintiendo la incertidumbre generada luego de las elecciones en nuestro país, lo que la ha llevado a presentar una depreciación significativa”.

Asimismo, dijo, “la Bolsa Mexicana de Valores presentó pérdidas importantes y las tasas de interés de mediano y largo plazo se incrementaron”.

Indicó que desde el Banxico se procurará que “las condiciones de operación en el mercado cambiario sean ordenadas. Al mismo tiempo, recordemos que el tipo de cambio flexible es uno de los pilares del marco macroeconómico. La incertidumbre generada no debe hacernos perder de vista que los elementos del marco macroeconómico del país están sólidos”.

La propia Sheinbaum expresó que gozamos de estabilidad financiera y que la economía del país es fuerte; de hecho, para dar certidumbre a los mercados e inversionistas hace unos días anunció que Rogelio Ramírez de la O continuará al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Sobre los requerimientos financieros, el próximo gobierno demandará un presupuesto superior a los nueve y medio billones de pesos para hacer frente al gasto de la APF, las participaciones estatales y los requerimientos de deuda, que ascienden a 15.4 billones de pesos, equivalentes a 45% del Producto Interno Bruto (PIB).

De manera particular, la próxima administración requerirá alrededor de 750 mil millones de pesos para cubrir programas sociales que benefician a más de 28 millones de personas.

Parte de dichos recursos se obtienen vía impuestos. En 2023 el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la SHCP reportó una recaudación de 4.5 billones de pesos. Y tan solo en el primer cuatrimestre de este año recaudó 1.7 billones.

La virtual presidenta electa, por lo pronto, ha hablado de un plan de modernización y simplificación para incrementar y a la vez hacer más eficiente la recaudación.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) apunta que México necesita generar oportunidades para fomentar mayores niveles de bienestar social y desarrollo regional y para lograrlo debe atender una serie de pendientes; por ejemplo, generar desarrollo en el sur-sureste: “De acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal el desarrollo económico del sur se mantiene como un reto estructural para el país, por lo que será crucial crear las condiciones para trasladar el impacto económico de los proyectos estratégicos de infraestructura al bienestar de las familias”.

También indica que “el diseño de políticas públicas para construir un sistema de retiro es fundamental para garantizar que las personas dispongan de esquemas de ahorro privado, recursos suficientes y acceso a servicios públicos para satisfacer sus derechos de salud, educación y vivienda”.

Otro aspecto fundamental que remarca el IMCO es preservar el poder adquisitivo de los mexicanos: “Es fundamental que la agenda de derechos laborales que se ha logrado, y misma que incrementó los salarios, esté acompañada de políticas monetaria y fiscal que preserven el poder adquisitivo de las familias, controlando la inflación y el endeudamiento público”.

Sobre todo, señala, es indispensable facilitar la cooperación entre los sectores público y privado para mejorar el acceso y la calidad de la infraestructura del país: “El impulso a la inversión privada es necesario, por ejemplo, en la agenda energética, particularmente para acelerar la transición hacia fuentes de generación limpia y renovable, así como para garantizar el abastecimiento de agua”.

Otras áreas de interés de la futura administración son las empresas productivas del Estado: Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicanos (Pemex), que demandan expertos en temas energéticos, que igual conozcan —o se asesoren— de asuntos financieros y de cómo transitar hacia energías renovables.

Para estar al frente de estas empresas se habla de Lázaro Cárdenas Batel; Luz Elena González, exsecretaria de Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México; Gerardo Esquivel Hernández, economista y académico, quien fue subgobernador del Banco de México, investigador en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y consultor para el Banco Mundial y la OCDE; y Gabriel Yorio, actual subsecretario de Hacienda, quien por cierto recién anunció que la dependencia continúa “con las operaciones de mercado para disminuir la deuda de 2025, 2026 y 2027; ahora en el mercado local refinanciamos 181 mil millones de pesos. Esta es la quinta operación de deuda en el mercado local para reducir los vencimientos de la siguiente administración”.

Varios analistas igual se refieren a la necesidad de una reforma fiscal para aumentar la recaudación de impuestos y con ello hacer frente a los requerimientos financieros del gobierno, en particular los programas sociales y el sistema de salud. Sin embargo, la futura primera mandataria aseguró que no está en sus planes, ya que ella ve “todavía muchas oportunidades de recaudación”.

En el proyecto de nación del futuro gobierno federal resaltan algunas propuestas en materia económica, como “impulsar los sectores productivos. Fortalecer el sector social de la economía mediante políticas y programas que permitan la incorporación a las actividades productivas de cooperativas, comunidades, talleres familiares y uniones campesinas y artesanales”.

Otro planteamiento es “impulsar las actividades empresariales comprometidas con el entorno socioambiental, especialmente aquellas que generen una mayor integración de la economía nacional y empleos dignos y de calidad”.

Además, el próximo gobierno federal prevé emprender la construcción de la segunda etapa del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en Santa Lucía, Estado de México, así como proseguir con el desarrollo del Ferrocarril Interoceánico y de los parques industriales y zonas económicas a su alrededor.

Finalmente, “mantener una política de libre comercio y economía abierta, alentando las exportaciones nacionales”.

Sin embargo, no debemos olvidar que el sector económico es estratégico y se deben observar siempre todas las variables; por ejemplo, se debe considerar la posible llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, pues México ya ha experimentado cómo se maneja el exmandatario en los temas que tienen que ver con la relación comercial bilateral.

Y hay dos temas adicionales. Uno, el déficit fiscal, que diversas calificadoras prevén que aumentará, y el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TMEC), sobre lo cual la futura presidenta dijo durante la campaña: “Tenemos un equipo que ya trabaja sobre la revisión del TMEC. Es importante que se diga que no es una renegociación”.

Cobertura universal

Los retos del sistema de salud no serán menores para la siguiente administración.

De acuerdo con el informe Heal at Glance Mexico, de la OCDE, en nuestro país “el gasto sanitario equivale aproximadamente a 5.5% del PIB nacional, situándose entre los niveles más bajos en comparación con los países integrantes de la organización”.

Además, “72.5% de la población mexicana padece sobrepeso u obesidad, lo cual tiene repercusiones significativas para la salud; el tabaquismo, con una incidencia de 7.6%, emerge como un factor fundamental en el desarrollo del cáncer; paralelamente, el alcoholismo persiste en 1.3%, siendo especialmente preocupante su alta prevalencia entre las generaciones más jóvenes”.

A su vez, México Evalúa señala que “México destaca dentro de los países de la OCDE por tener infraestructura hospitalaria y recursos humanos insuficientes en el sector salud. En el caso de los hospitales, se trabaja por encima de su capacidad y sin suficiente equipo. Además, nuestro país está 28% por debajo del promedio de médicos y 68% del promedio de enfermeras, ya considerando el personal de instituciones públicas y privadas”.

El propio proyecto de nación de Sheinbaum apunta: “La pandemia de Covid-19 expuso de manera cruda la crítica situación del sistema de salud en México”.

La virtual presidenta electa tiene un plan de diez ejes para atender la situación en el sector salud: “Gobernanza; infraestructura y proceso de modernización del sistema salud; cultura de la prevención y la salud; consolidación del programa de gratuidad; atención primaria; primeros mil días y envejecimiento; política industrial del sector salud; programa para un plan de estudios médicos alternativo; programa para un plan de recursos en enfermería; administración de servicios civil para la administración de la salud”.

Para el futuro gobierno queda claro su compromiso con “establecer un sistema nacional público, gratuito, universal e integral, en el que todas las personas tengan acceso a todos los servicios de atención médica individual y de salud colectiva”.

Igualmente, reitera su compromiso con “intensificar la dignificación hospitalaria y la formación de profesionales de la salud; organizar campañas anuales de nutrición en las cuales, previa difusión y organización, se ofrecerá consulta a todas las personas que la soliciten”.

De manera particular, la siguiente administración busca “garantizar el abasto de medicamentos mediante un sistema nacional de logística y administración de insumos a cargo del Estado”.

En los denominados Diálogos por la Transición, organizados por el entonces equipo de la campaña presidencial de Morena, el encargado de los temas del sector salud fue David Kershenobich Stalnikowitz, médico e investigador del Sistema Nacional de Investigadores. Fue presidente de la Academia Nacional de Medicina, de la Asociación Mexicana de Medicina Interna y de la Asociación Mexicana de Gastroenterología.

Un México en paz

El diagnóstico sobre seguridad elaborado por el equipo de Sheinbaum da cuenta de que es un tema apremiante para el futuro gobierno federal.

El proyecto de nación apunta: “La inseguridad en México representa uno de los problemas más acuciantes heredados de pasados gobiernos, arrastrando una historia de violencia y dolor desde el sexenio de Vicente Fox hasta Enrique Peña Nieto. El país se ha sumido en un escenario marcado por fosas clandestinas y un alarmante número de personas desaparecidas. Esta tragedia es el fruto de administraciones corruptas, cómplices del crimen organizado, y de problemas estructurales arraigados, como la desigualdad”.

De acuerdo con datos proporcionados por las fiscalías del país y concentrados por el Ejecutivo federal hasta la fecha se registran casi 190 mil homicidios durante el sexenio y alrededor de 50 mil desaparecidos.

Además, analistas nacionales y extranjeros han dado cuenta de que amplias zonas del país se encuentran “dominadas” por la delincuencia organizada.

Señala el proyecto de nación: “A pesar de no haber revertido por completo esta problemática, se ha logrado detener tendencias al alza en indicadores críticos como homicidios, secuestros y feminicidios. Sin embargo, urge implementar nuevas estrategias en múltiples frentes para lograr la pacificación del país”.

En este sentido, las propuestas que resaltan del referido documento son: “Promover las reformas legales necesarias para facilitar la instauración de procesos de justicia transicional que garanticen el esclarecimiento, la impartición de justicia, la reparación del daño y la garantía de no repetición”.

Asimismo, “convocar al debate público para analizar la pertinencia de transitar de lógicas prohibicionistas a marcos regulatorios de diversos estupefacientes. Establecer estrategias de prevención y sanción contra el feminicidio; consolidar a la Guardia Nacional como un cuerpo de paz y una corporación policial de proximidad con presencia en todo el territorio —que contará con una Agencia de Investigación Nacional—; y reforzar las investigaciones sobre los posibles nexos entre redes de corrupción y jueces, ministerios públicos y otros funcionarios”.

Finalmente, se plantea mantener la separación entre el combate a las adicciones y la lucha contra el narcotráfico en dos ámbitos diferenciados: el primero corresponde a las instituciones de salud, educación, bienestar y cultura, en tanto que la segunda recae en las dependencias de seguridad pública”.

Los personajes que han acompañado a la virtual presidenta electa en el tema de la procuración de justicia y reformas judiciales son Olga Sánchez Cordero y Arturo Zaldívar, ambos ministros en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

En cuanto al tema particular de la seguridad pública, todos los analistas coinciden en destacar a Omar García Harfuch, quien es licenciado en Derecho y Seguridad Pública. Fue jefe de la División de Investigación en la Policía Federal y secretario de Seguridad Ciudadana en la Ciudad de México. Actualmente es senador electo.

Nuevo gobierno

Hoy sabemos que el de Sheinbaum será un gobierno que continúe con la denominada “austeridad republicana” y que persistirá en su lucha contra la corrupción.

De manera particular la nueva administración igual dejó en claro que mantendrá como prioridad la defensa de los derechos de los pueblos originarios, las mujeres, los jóvenes y, por supuesto, velar por el bienestar de los grupos vulnerables.

No olvidemos que el propio gobierno calcula que aún existen en el país casi 50 millones de personas en condiciones de pobreza, de las cuales casi diez millones están dentro del rango de la pobreza extrema.

Para atender temas de bienestar social los personajes que han estado cerca de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México son: Irma Pineda Santiago, poetisa, docente y activista por los derechos de los pueblos originarios; y Rosaura Ruíz Gutiérrez, científica, académica e investigadora.

Los trabajos del gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum comienzan, en los hechos, esta segunda quincena de junio para tener todo listo el 1 de octubre, cuando ella asumirá la Presidencia de la República y los integrantes del gabinete se integrarán a sus respectivas dependencias y entes de la Administración Pública Federal.

Igual debemos estar atentos a una posible reestructura de las dependencias y entes de la APF. Es posible que algunas pasen por un proceso de compactación —e incluso algunas desaparezcan— para hacerlas más dinámicas y que obedezcan a las necesidades futuras.

Días de mucha labor esperan a Sheinbaum, quien además del trabajo estrictamente administrativo deberá atender los temas políticos: la relación con los gobernadores, con los sectores sociales, con los otros dos Poderes de la Unión…

Mención aparte es el tema de la sucesión en Morena, partido que deberá renovar su dirigencia nacional hacia el mes de octubre y, como bien sabemos, se trata de una organización compuesta de diversos grupos que a su vez representan regiones, sectores y organizaciones, cada una con su particular visión.

La tarea podría recaer en ella como líder moral del morenismo; podría delegarla a quien sea el titular en la Secretaría de Gobernación; o bien dejar el asunto en manos de los propios morenistas.

Intenso inicio de gestión.

Configuración del proyecto de nación

(Temáticas de los Diálogos por la Transformación)

Desarrollo con bienestar y perspectiva regional.

Derechos sociales, bienestar y reducción de la desigualdad.

Derecho a la Salud.

Derechos de las Mujeres.

Pueblos originarios.

Soberanía energética para el desarrollo sostenible.

Desarrollo rural y soberanía alimentaria.

Medio ambiente, agua y recursos naturales.

Gobierno, paz, seguridad y justicia.

Medidas preventivas y construcción de paz.

Política exterior.

Economía moral, disciplina fiscal y financiera.

Educación, ciencia y cultura.

Diversidad y patrimonio cultural.

Fortalecimiento de la democracia y gobierno honesto.

Combate a la corrupción.