“A pesar de que han alzado la voz repartidoras de comida por aplicación, las diferentes autoridades siguen sin visualizarlas. Este sector de trabajadoras sufre diariamente agresiones sexuales, acoso callejero, robos, no tienen seguro social, sufren extorsiones, discriminación y son objeto de violencia de género”.
Por si fuera poco, “las plataformas digitales imponen un modelo laboral donde los trabajadores no son reconocidos como tales y no cuentan con derechos mínimos”.
Lo anterior fue señalado por la legisladora e integrante de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente, Diana Sánchez Barrios.
Quien además comentó, que al año fallecen atropellados 90 repartidores de plataforma digital cuando hacen sus entregas a bordo de bicicletas o motocicletas.
Asimismo, señaló que de acuerdo con los datos de los repartidores, de 2020 al 16 de diciembre de 2024 han muerto por atropellamiento en horas de trabajo, 453 repartidores.
Por si fuera poco, dijo que al menos 17 mil se han accidentado durante los últimos seis años, casi la mitad en la Ciudad de México y 50 más fallecieron en asaltos, “estos datos son proporcionados porla asociación ‘Ni un repartidor menos’.
Al hablar sobre sus condiciones laborales, la representante popular agregó que sus condiciones son muy precarias “porque no son considerados como trabajadores sino como “socios” en pocas palabras son explotados”.
Debido a lo anterior, pero particularmente al acoso sexual que viven estas trabajadoras la diputada Diana Sánchez Barrios presentó ante el pleno una Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se Reforma el Artículo 20 y 25 de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Distrito Federal, en materia de acoso y hostigamiento a repartidoras de bienes por aplicación.
Es por eso que desde tribuna Sánchez Barrios dejó en claro que “hoy alzo la voz en favor de aquellas mujeres valientes que, día tras día recorren las calles de nuestra ciudad como repartidoras de aplicaciones.
Ellas, con su esfuerzo y dedicación, hacen posible que muchos de nosotros recibamos nuestras necesidades a la puerta de nuestro hogar. Sin embargo, detrás de cada entrega hay una historia de lucha, valentía y en algunos casos de acoso sexual”.
Por otro lado, reconoció que este tipo de trabajo se ha vuelto una alternativa de fuente de ingresos extra para un amplio sector de personas en toda la Ciudad de México, en el cual están incluidas madres solteras, estudiantes, personas con discapacidad e incluso en estos últimos meses migrantes que encuentran una forma de generar ingresos.
Hizo hincapié en cuanto a que la problemática más urgente y preocupante es la relacionada a casos de agresiones, violencia de género y en el peor de los casos el acoso que viven las repartidoras al realizar su trabajo, volviendo cada entrega en un verdadero acto de valor.
Es importante señalar que de acuerdo con Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre Desigualdad en el año 2022, el 15% de las repartidoras había sufrido acoso por parte del personal de los establecimientos y el 11% por parte de clientes.
Inclusive según algunos colectivos como el de “Ni una repartidora menos” maneja que una de cada cinco mujeres ha sufrido acoso sexual, sin mencionar robo de bicicletas, motos y hasta de pedidos por lo que es importante reforzar los mecanismos de aplicación de la ley”.
Indignada, señaló que “es inaceptable que repartidoras sean recibidas en domicilios, por clientes desnudos y exigiéndoles favores sexuales o siendo golpeadas por guardias de acceso a edificios de departamentos, es necesario un cambio de lógica de protección.
Es hora de que tomemos medidas firmes y decididas para proteger a nuestras repartidoras, es momento de exigir que las empresas de aplicaciones refuercen las medidas de seguridad, proporcionando herramientas y recursos para que cada repartidora pueda trabajar en un entorno seguro”.
Por ello, señaló, “hoy presento una Iniciativa, para incluir entre las responsabilidades de la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, la prevención del acoso y del hostigamiento, así como la promoción de políticas públicas.
Así mismo se propone incluir en las obligaciones de la Secretaría de Seguridad Pública, la implementación de mecanismos de prevención, detección y sobre todo canalización de casos de hostigamiento, acoso sexual y violencia.
A todas las repartidoras de aplicaciones desde esta tribuna queremos que sepan que su valentía nos inspira a seguir luchando por un mundo más justo y seguro para todos. No permitiremos que el acoso les robe su fuerza y espíritu.
Juntos podemos construir un entorno donde cada mujer, cada repartidora, pueda trabajar sin miedo y con la confianza de que su comunidad la respalda.