México, 21 de febrero. Senadores, así como especialistas, coincidieron en que es necesario reconocer, respetar y proteger los lugares sagrados de los pueblos indígenas, porque tienen un valor simbólico, cultural y ancestral para las comunidades originarias de nuestro país.
Al respecto, la presidenta de la Comisión de Gobernación, Lilia Margarita Valdez Martínez, señaló que la reforma al artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aprobada en septiembre pasado, reconoce y garantiza los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos, así como su cultura, sus lenguas y sus bienes, incluidos sus lugares sagrados.
En la inauguración del foro de consulta “Los lugares sagrados: derechos de los pueblos indígenas”, destacó que uno de los antecedentes del tratamiento legal de estos espacios se encuentra en el decreto por el que se reconocen, protegen, preservan y salvaguardan los lugares y sitios sagrados de las comunidades originarias de los pueblos indígenas, así como las rutas de peregrinación, firmado en 2023 por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y que ese documento sólo reconoce como lugares sagrados a la Isla del Rey, en San Blas, Nayarit; la Isla del Alacrán, en Chapala, Jalisco; el Cerro Gordo, San Bernardino de Milpillas Chico, en Durango; Wirikuta, en Real de Catorce, San Luis Potosí; y Santa Catarina, en Jalisco.
En ese sentido, dijo que este foro es para conocer la información de los expertos, a fin de coadyuvar con la elaboración de propuestas legislativas que ayuden a aprender, reconocer y proteger estos espacios de nuestros pueblos indígenas con todos sus derechos, sus costumbres y tradiciones.
Por su parte, Susana Harp Iturribarría, de Morena, explicó que los lugares sagrados no siempre están cerca de las comunidades indígenas, incluso, muchas poblaciones emigraron o radican en otras regiones, estados o países, pero siempre regresan a estos espacios porque tienen un valor simbólico, cultural y ancestral para ellos, por lo que deben respetarse y protegerse.
En ese sentido, la legisladora por Oaxaca dijo que hay muchos otros espacios sagrados en el territorio nacional que faltan por ser reconocidos, que se tienen que nombrar y cuidar, así como brindar acompañamiento a la población a la que pertenecen.
Karina Isabel Ruiz Ruiz, de la misma fracción, dijo que no debemos permitir que se pierdan las costumbres, la lengua, ni los lugares sagrados, además de que es preciso entender que somos parte de la naturaleza y de las tradiciones que nuestra gente tiene.
Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia, destacó que el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos en la Constitución es sólo un paso, porque falta concretar la ley general de derechos de esos pueblos y poder armonizarla con todo el entramado jurídico de México.
Recordó que la aprobación de esa modificación constitucional fue por unanimidad por parte de los senadores y “eso quiere decir que hemos podido construir un sentido común en que los racistas, en que los clasistas, en que los discriminadores ya no se atreven a decirlo en público, sí lo dicen en privado, como el expresidente del Instituto Nacional Electoral que se burlaba de los chichimecas en una llamada telefónica”.
Gustavo Torres Cisneros, coordinador general de Patrimonio Cultural y Educación Indígena del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, dijo que hablar de lugares sagrados es resultado de la solicitud y la insistencia de los propios pueblos indígenas, y que dichos espacios tienen un sentido de espiritualidad con el medio ambiente y con ellos mismos.