PARTIDOS ACOTAN PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN ELECCIÓN DE ABANDERADO PRESIDENCIAL

“La partidocracia está monopolizando y empobreciendo la vida pública”.

Ángel Hernández
Nacional
PARTIDOS POLÍTICOS

Frente al desafío de lograr una mayor integración las dirigencias operaron para que en este proceso volvieran a prevalecer sus intereses en perjuicio de la incorporación plena de la sociedad en la toma de decisiones.

Los partidos de oposición que conforman la alianza Va por México: Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución democrática (PRD), junto con organizaciones de la sociedad civil, anunciaron la creación del Frente Amplio por México y el establecimiento del mecanismo para la elección de quien encabezará ese frente en la elección presidencial de 2024.

El proceso, surgido de un acuerdo inédito entre partidos de distintas ideologías que se han enfrentado por el poder político, constará de tres etapas: en la primera los aspirantes tendrán que recabar 200 mil firmas de apoyo; en la segunda participarán en foros y estudios de opinión y en la última, de una tripleta finalista, será elegida o elegido el abanderado presidencial opositor mediante estudios de opinión pública y una consulta directa a los ciudadanos.

Si bien en el método consensuado por la oposición se abrió un espacio para la participación ciudadana, analistas consideraron que esa intervención está acotada y las dirigencias partidistas manejarán “los hilos” en la elección del abanderado presidencial opositor.

Las actuales circunstancias políticas del país brindan a los partidos una oportunidad única de incorporar de manera determinante a los ciudadanos en la elección del abanderado o abanderada presidencial, pero las dirigencias partidistas parecen no estar dispuestas a perder el control de los procesos políticos y electorales, a pesar del descontento, la desconfianza y el desprestigio que han acumulado entre los ciudadanos por su cerrazón a una mayor participación de la sociedad civil.

Inconformidad

Las expectativas surgidas en torno al mecanismo que elegirían los partidos opositores en la nominación de un candidato competitivo para hacer frente al candidato o candidata de Morena estaban centradas en qué tanto los partidos opositores permitirían un mayor involucramiento ciudadano. Las respuestas no se hicieron esperar.

La renuncia de algunos integrantes que participaron en la creación del método, la disolución del Consejo Electoral Ciudadano que estaría a cargo de la encuesta y las elecciones primarias, junto con la declinación de algunos aspirantes que anunciaron su interés en participar —como los senadores Lilly Téllez o German Martínez, y el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila—, para analistas se trató de muestras de inconformidad porque no se respetó lo que fue planteado como un proceso ciudadano novedoso.

Frente al desafío de alcanzar una mayor integración ciudadana, una vez más los partidos y sus dirigentes operaron para que en este proceso volvieran a prevalecer los intereses partidistas, en detrimento de una incorporación plena de la sociedad civil en la toma de decisiones políticas.

Los expertos advierten que es necesaria la participación de los ciudadanos y de las organizaciones civiles en la preservación de valores trascendentales para la república como la división de poderes, la vigencia del estado de Derecho y de las libertades, así como la defensa de la democracia como forma de gobierno establecida en la Constitución.

De ahí que las concesiones hechas por los partidos de oposición durante las negociaciones para establecer el método para elegir al aspirante a la presidencia en 2024, en las que participaron organizaciones civiles, expertos electorales y académicos, resultaron insuficientes y no se alcanzarán las expectativas planteadas en un principio, de acuerdo con las denuncias hechas por varios de los participantes.

En lugar de promover rutas que faciliten la participación ciudadana en los procesos políticos y con ello contribuir a desterrar lastres que afectan la calidad democrática mexicana como los altos niveles de abstencionismo en las elecciones, la partidocracia no parece estar dispuesta a perder su poder.

Y mientras no den muestra de una verdadera apertura, está claro que las dirigencias partidistas no están dispuestas a renunciar a sus privilegios y buscan mantener la actual situación, un status quo que los beneficia pese al desprestigio y desconfianza que han sembrado entre los mexicanos.

Reglas a voluntad de partidos

El método para la elección del abanderado opositor a la candidatura presidencial anunciado el lunes 26 de junio por los líderes del PAN, PRI y PRD, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Guadalupe Acosta, respectivamente, generó muestras de apoyo por haber alcanzado un acuerdo que se veía difícil de lograr.

Anunciado como un mecanismo innovador en el que destaca la participación de las organizaciones de la sociedad civil, casi de inmediato surgieron desacuerdos de algunos de los participantes en la construcción del método.

El académico Sergio Aguayo renunció al Comité Electoral Ciudadano (CEC) un día antes de que se diera a conocer de manera oficial la ruta para determinar la candidatura presidencial opositora, instancia que actuaría de manera independiente y sin contacto con los partidos.

Sin embargo, denunció que el CEC estaría sometido a las “reglas y voluntad” del PAN, PRI y PRD, condición que era inaceptable. Y acusó que “la partidocracia está monopolizando y empobreciendo la vida pública”.

El martes 27 de junio, un día después del anuncio de la conformación del Frente Amplio por México, todos los integrantes del Consejo Electoral Ciudadano anunciaron el término de esa instancia al considerar que cambió el esquema del proceso para el que fue convocado.

Los participantes de esa instancia conformada por exconsejeros y magistrados electorales, personajes de la sociedad civil y académicos, invitados por los partidos a formar parte de la elaboración del método para elegir al aspirante presidencial, expusieron en su renuncia que el esquema para realizar el proceso de consulta “ha cambiado respecto a lo originalmente planteado, por lo que el grupo original decidió disolverse”.

Informaron que en un principio fueron invitados para formar parte “de un proceso ciudadano novedoso: organizar una consulta nacional a fin de conocer la preferencia ciudadana sobre un liderazgo de cara al proceso electoral de 2024”.

Sin embargo, expusieron que “hoy sabemos que la coyuntura política y la construcción de acuerdos, a efecto de privilegiar la unidad de cara a las elecciones de 2024, son prioritarias, por lo que este escenario nos ha llevado a cada uno de nosotros a tomar una decisión distinta y personal respecto a la posibilidad de participar en el ejercicio propuesto por los partidos que integran Va Por México y las organizaciones de la sociedad civil que los acompañan”.

La senadora del PAN, Lilly Téllez, por su parte, cuestionó el método de elección por considerar que como fue planteado “no garantiza que existan plenas condiciones de equidad entre los aspirantes”.

Antes de que anunciara que no participará en el proceso de selección del abanderado presidencial de la oposición con el método anunciado dio a conocer 50 preguntas en las que expone diversas dudas acerca de la legalidad, la transparencia y la certeza del mecanismo de elección.

Recalcó que el método no otorga el poder de decisión a los ciudadanos sino a los que movilizan ciudadanos, no genera certidumbre sobre la autenticidad del padrón electoral interno y la forma de recibir y contar los votos, además de que no hay reglas claras sobre el origen y el destino del dinero, por lo que no se puede saber qué intereses están detrás de cada aspirante.

El jueves por la tarde, Claudia Ruiz Massieu igual renunció a su intención de participar en el proceso. “He decidido no registrarme al proceso del Frente Amplio por México. Aunque hay aspectos del método que no comparto, respeto este y cualquier otro esfuerzo por darle alternancia a México en el 2024”.

Proceso de elección del abanderado opositor

Primera etapa

  • El 4 de julio comenzará el registro de las y los ciudadanos que quieran participar para encabezar la construcción del Frente Amplio por México.
  • Los interesados deberán ser respaldados por militantes, simpatizantes o integrantes de la sociedad civil a través de una plataforma electrónica que iniciará desde cero con un registro de hasta 200 mil firmas.

Segunda etapa

  • Quienes hayan pasado a esta etapa participarán en un primer gran foro para discutir y analizar su visión sobre México.
  • Serán incluidos estudios de opinión pública para elegir a los tres aspirantes con el mayor respaldo social.

Tercera etapa

  • Los tres perfiles con mejores resultados en los estudios de opinión pasarán como finalistas a la etapa tres del proceso.
  • Los aspirantes deberán asistir a cinco foros regionales.
  • Participarán en estudios de opinión pública y los resultados se publicarán el domingo 3 de septiembre, fecha en la que se realizará una consulta directa a los ciudadanos que se registraron previamente en la plataforma.
  • Al término de este ejercicio se darán a conocer los resultados finales tanto del estudio de opinión, como de la consulta ciudadana, que tendrán el mismo valor.
  • Se hará el anuncio del responsable de la construcción del Frente Amplio por México.

Nuevo Consejo Electoral

Tras la disolución del Consejo Electoral Ciudadano, las dirigencias del PAN, PRI y PRD dieron a conocer el jueves 29 de junio los nombres de los 13 integrantes del comité que organizará el proceso de elección del aspirante a presidente del frente opositor.

El comité estará integrado por los exconsejeros del Instituto Federal Electoral. Ellos son: Arturo Sánchez, Alejandra Latapí, Rodrigo Morales, María Teresa González, Juan Manuel Herrero, Marco Antonio Baños y Patricia McCarthy, exconsejera del Instituto Electoral de Yucatán.

Por los partidos estarán Luis Espinosa Cházaro y Claudia Castello del PRD; Rubén Moreira y Rolando Zapata del PRI y Armando Tejeda y Raymundo Bolaños por el PAN.