El pluralismo cultural, la biodiversidad, los atractivos naturales, las zonas arqueológicas, las playas e inigualable gastronomía hacen del estado de Oaxaca el mejor destino turístico del país.
La entidad está subdividida en ocho regiones y cada una de ellas ofrece al visitante nacional y extranjero una infinidad de opciones para descansar, divertirse, tener aventuras al aire libre y aprender más de nuestra historia.
Atractivos
Los Valles Centrales conforman una de las regiones oaxaqueñas y en ella se ubican las zonas arqueológicas de Monte Albán y Mitla; igualmente, se pueden visitar el famoso Árbol del Tule, así como la catedral y otros templos en la capital del estado.
Sin duda su principal atractivo es la Fiesta de la Guelaguetza, en la que se efectúan presentaciones folklóricas, culturales y deportivas que se denominan como Fiesta de los Lunes del Cerro.
El escenario que sirve para la celebración se ubica en el Cerro del Fortín, hoy conocido como Auditorio Guelaguetza, a donde asisten grupos representativos de las regiones tradicionales: los Valles Centrales, la Sierra Juárez, la Cañada, Tuxtepec, la Mixteca, la Costa y el Istmo de Tehuantepec.
En La Costa, al sur del estado, las nueve bahías de Huatulco despliegan su hermosura: Cacaluta, Chachacual, Chahué, Conejos, Órgano, Maguey, San Agustín, Santa Cruz y Tangolunda conforman un paraíso de 36 hermosas playas de suave arena, cuya blancura enmarca bellamente los tonos celeste y esmeralda de sus aguas cálidas.
En estas playas pueden realizarse actividades de turismo de naturaleza como buceo, pesca, kayak y cabalgata, así como algunas otras actividades recreativas no menos emocionantes que encuentran aquí un escenario ideal.
Aun cuando las playas han dado fama mundial a esta región, también existen sitios espectaculares como la Piedra de Moros y el Río Copalita, idóneos para actividades de turismo de aventura como caminata, ciclismo de montaña, escalada en roca y descenso en ríos.
En el municipio de Santa María Huatulco se encuentra el Parque Nacional Huatulco con más de once mil hectáreas. Es una de las áreas mejor conservadas en la región y aloja una gran riqueza animal y vegetal, tanto en la zona terrestre como en la marina.
Mucho más
La Cañada es la región de las montañas, que tiene paisajes verdes además de espectaculares cascadas. Cuenta con destinos interesantes como Huautla de Jiménez, Cuicatlán y Teotitlán de Flores Magón.
En lo gastronómico la región destaca por el famoso chileatole, parecido al mole de olla y que se degusta en las grandes celebraciones.
La zona de Papaloapan se extiende a su vez a lo largo del río del mismo nombre. Tiene exuberante vegetación, una gran variedad de animales y destaca por la siembra de la piña.
Ahí se pueden realizar actividades acuáticas. La principal ciudad de la región es Tuxtepec.
La Sierra Norte es preferida por los amantes de la naturaleza porque cuenta con vistosas montañas y amplias zonas boscosas. Ahí se puede practicar actividades como ciclismo, ecoturismo, avistamiento de aves y senderismo.
Su principal atractivo turístico es la llamada Ruta de la Sierra Juárez y la de los Pueblos Mancomunados.
La Sierra Sur es una región montañosa que buena parte del año está cubierta de neblina. Es muy famosa su zona de siembra de café, pero también destaca la ciudad de Miahuatlán de Porfirio Díaz.
Se puede practicar ciclismo de montaña, caminatas y observar su flora y fauna.
La Mixteca posee una rica historia prehispánica, zonas arqueológicas y conventos, además de varios sitios donde se puede adquirir artesanía.
Y el Istmo ofrece entre los principales sitios para visitar poblados tan hermosos como Juchitán, Salina Cruz, Ixtepec y Lagunas.
Gastronomía
La gastronomía tradicional de Oaxaca es única en el mundo. Si se quiere deleitar el paladar se recomienda disfrutar de sus sietes moles; tamales oaxaqueños y de chepil; chapulines y gusanos de maguey; caldo de gato y sopa de nopales, guías, ejote y flor de calabaza.
También se recomienda tasajo asado, tlayudas con asiento de puerco, cecina enchilada, chiles rellenos de picadillo o pescado empapelado.
Y de beber, por supuesto, chocolate, agua de chilacayote, tejate y no puede faltar un buen mezcal.