Niñas, niños y adolescentes enfrentan obstáculos para acceder a una alimentación adecuada

Revelan datos preliminares de la Consulta Nacional “Comer es Nuestro Derecho”

Redacción
Nacional
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Cortesía World Vision

Con el objetivo de visibilizar las voces de niñas, niños y adolescentes en relación con su derecho a la alimentación, World Vision México, The Hunger Project México presentan los hallazgos preliminares de la Consulta Nacional “Comer es nuestro derecho”, una iniciativa sin precedentes que recoge más de 125,000 respuestas de infancias y adolescencias en las 32 entidades federativas del país. Con apoyo del SIPINNA, para alcanzar estas más de 120 mil respuestas.

Esta consulta nace en un momento clave, a un año de la promulgación de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible, y busca asegurar que las voces de las infancias y adolescencias sean consideradas en el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas que les afectan.

“Desde The Hunger Project México, declaramos que el hambre no es la escasez de alimentos sino la falta de democracia, y la pobreza es la negación sistémica de los derechos, por ello, resulta clave generar las condiciones y promover un ecosistema que, de espacio y vida a la participación de las infancias y adolescencias, particularmente aquellas que se encuentran en mayor desventaja,” afirmó Montserrat Salazar, directora ejecutiva de THP México.

Hambre que duele, hambre que calla

Uno de los hallazgos más contundentes es el impacto emocional acerca del hambre o la malnutrición, pues más del 50% de infancias y adolescencias que participaron expresaron sentirse angustiadas o tristes cuando no tienen qué comer.

Asimismo, el refuerzo en los roles de género y las actividades de tareas del hogar que realizan las niñas y las adolescentes en torno a la alimentación siguen siendo una alerta, una alerta que se agrava en contextos indígenas que de urbanos.

La pobreza, la discriminación, el cambio climático y las decisiones adultas tomadas sin considerar a la niñez fueron identificadas como factores que dificultan el acceso a una alimentación saludable.

La consulta también revela que el 45.8% considera que la falta de dinero es el principal obstáculo para alimentarse bien, mientras que el 37% reporta acceso limitado a frutas, verduras, proteínas y grasas saludables. Este porcentaje se eleva al 45.4% entre infancias indígenas y al 40.9% en niñez en movilidad.

“Reafirmamos la importancia de garantizar que la voz de niñas, niños y adolescentes sea escuchada e incorporada en los procesos de toma de decisiones que les afectan”, señaló Malcom Aquiles Pérez, director de Incidencia en Políticas Públicas, Movilización y Salvaguarda de World Vision México. “No se puede hablar de políticas alimentarias sin considerar sus testimonios, emociones y necesidades”.

Una consulta que refleja la diversidad y la crisis en México
La muestra incluyó respuestas de los 32 estados del país y más de 1,000 municipios. El perfil más representativo fue el de una niña de 13 años del medio rural. El 29.8% de las y los participantes se identificó como parte de una comunidad indígena, y la mayoría de las respuestas provinieron de zonas rurales (53%).

Este fue un esfuerzo multiactoral, con la participación de más de 50 instancias del sector público, privado y social se sumaron a este ejercicio como co-convocantes, reflejando un esfuerzo multisectorial por centrar la voz de la niñez.

La consulta también identificó afectaciones del cambio climático: la escasez de agua, las lluvias irregulares y el calor extremo impactan directamente en la producción y acceso a alimentos. Además, se evidenció una brecha de género en las tareas alimentarias: el 62% de los adolescentes hombres dijo nunca haber cocinado, frente al 51.3% de las adolescentes mujeres que sí lo hacen.

Un dato alarmante es que solo el 34.1% vive en familias que producen sus alimentos, incluso en zonas rurales. Esto revela una pérdida de soberanía alimentaria familiar que afecta la estabilidad y continuidad del acceso a la comida.

Los hallazgos preliminares serán presentados en una ruta amplia de incidencia, en donde desde sociedad civil estaremos posicionando e influyendo para que la política alimentaria en el país esté al más alto nivel, esto será a través de foros de discusión, espacios legislativos y agendas internacionales como el G20 Brasil 2024, la Cumbre de Nutrición para el Crecimiento en París 2025 y la COP 2025. Además, se impulsará su incorporación en la armonización y reglamentación de la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible.

Las organizaciones convocantes también promoverán la generación de mesas estatales para atender problemáticas específicas de cada territorio, siempre con la participación de niñas, niños y adolescentes.

Finalmente, las organizaciones de la sociedad civil convocantes a este ejercicio de participación demandan y estarán a la observancia de la publicación del Reglamento de la Ley General de Alimentación adecuada y sostenible publicada hace un año, pues el que no lo esté, representa un riesgo para no avanzar en la materia.